BURKINA FASO – NÍGER:
UN FALLO EQUITATIVO
Por: Javier Fernando
Miranda Prieto
El pasado 27 de enero los chilenos y peruanos dirigieron sus miradas al
suntuoso Palacio de la Paz, una construcción neo-renacentista de principios del
siglo XX ubicada en la ciudad de La Haya en Holanda, sede de la Corte
Internacional de Justicia -CIJ- órgano de las Naciones Unidas, para asistir
desde la distancia, a la lectura del fallo definitivo sobre el diferendo
marítimo entre el Perú y Chile. Con esta sentencia se concluía seis años de
litigio jurídico y al mismo tiempo se definía la frontera marítima de estos dos
países latinoamericanos, límite fronterizo que estuvo abierto durante 135 años.
Mientras Chile quería hacer prevalecer un Acuerdo Pesquero del año 1,954
como un Tratado de Límites Marítimos con Perú, en donde se fijaba la frontera a
través de una línea paralela; el Perú argumentaba que no existía un Tratado de
Límites con su vecino, por lo tanto según la legislación internacional,
procedía delimitar la frontera marítima de los dos países con una línea
equidistante.
La CIJ hizo gala de harta imaginación para resolver un diferendo que su
presidente denominó “poco usual” en algunas ocasiones durante la lectura de la
sentencia. Y precisamente el uso de la imaginación, para poder ponderar
adecuadamente los argumentos de las partes, es la principal característica que ha
primado en la ejecutoria de este tribunal de las Naciones Unidas. El fallo sobre la delimitación marítima entre
Perú y Chile, se basó en la aplicación de una línea paralela en las primeras 80
millas marítimas que separan a ambos países y una línea bisectriz o
equidistante en las últimas 120 millas náuticas que completan su frontera marítima. Delineando de esta forma imaginativa y equitativa, el limite marítimo de
ambos países.
Magistrados del Tribunal de La Haya presidido por el juez eslovaco Peter Tomka quien falló en los casos de Perú y Chile y también de Burkina Faso y Níger. |
Estas características podrían definir muy bien, a la sentencia que la
Corte de La Haya dictaminó en la caso de la delimitación de la frontera
terrestre entre los países africanos de Burkina Faso y Níger. Una solución
judicial que resolvió un largo contencioso territorial, que enfrentó a dos de
los más pobres países del África.
La CIJ en el mes de abril del 2013, delimitó de forma definitiva una
parte de la frontera (381 kilómetros) que separa Burkina Faso y Níger, que
acudieron juntos en el 2,010 a la Corte de La Haya para resolver este largo
contencioso. La pugna se deriva de la demarcación limítrofe poco precisa entre los dos países fijada por Francia -el
antiguo poder colonial- a través de un decreto en 1,927. Burkina Faso ha
defendido la línea fronteriza fijada por este decreto; mientras Níger prefería
un mapa de la frontera fechado en 1,960 por el Instituto Geográfico Francés.
La Corte a utilizado los dos documentos y según su presidente, el eslovaco
Peter Tomka: “han fallado en consecuencia, haciendo uso complementariamente de
los instrumentos jurídicos y de la equidad”.
Ambas naciones africanas no tienen salida al mar y tienen frontera con varios países de la región, con los cuales han tenido problemas limítrofes, además son dos de los más pobres países del África |
La diferencia de los tiempos utilizados para el proceso de arbitraje en los dos casos, se podría explicar porque los diferendos sobre limitación marítima son más complejos. Ya que la legislación y jurisprudencia sobre este tema, a penas tiene treinta años, desde 1,982 cuando se aprobó la Convención de las Naciones Unidas sobre derechos del Mar. Solo habría que recordar que el Tribunal de La Haya ha emitido 146 sentencias desde su fundación en 1,946, de las cuales solo 11 se refieren a diferendos marítimos.
Mientras las coincidencias entre estos dos litigios saltan a la vista, ambos
diferendos se basaron en la contraposición documental; los dos países latinoamericanos
valoraban de diferente manera la existencia de un supuesto Tratado de Límites Marítimos,
el cual no era reconocido como tal, por una de las partes. En el caso de las
dos naciones africanas, cada país defendía la demarcación territorial,
sustentada en documentos distintos.
El cotejo de la documentación jurídica que sustenta cada posición, la
jurisprudencia internacional, la valoración del derecho consuetudinario, pero
principalmente el uso de criterios de proporcionalidad y equidad, fueron el
sustento que sirvieron para la construcción de los dos fallos emitidos por la
Corte de La Haya.
La sentencia definitiva sobre la delimitación de la frontera terrestre
entre los dos países del oeste africano, concede un área de 250 kilómetros
cuadrados a la República de Níger, desde el Marcador Astronómico Tong Tong,
como se observa en el mapa de arriba, hasta el punto del Marcador
Astronómico Tao. Por otro lado, a Burkina Faso le ceden un corredor de 260
kilómetros cuadrados en la región de Bosse Bangou. Asimismo, como se señala en la sentencia, a Níger se le concede soberanía de navegación sobre un
tramo del río Sirba, importante río que nace en Burkina Faso, cruza Níger y
desemboca en el estratégico río Níger.
La resolución pacífica del contencioso será supervisada por una Comisión
Mixta conformada por expertos de ambos países, quienes se encargaran de la
demarcación de los hitos fronterizos. Un dato importante que esta mencionado en
el falló, se refiere a la protección de las tribus nómadas que habitan a ambos
lados de la frontera y que se encuentran afectadas por los cambios de la nueva
delimitación territorial, estos grupos poblacionales no podrán ser olvidados
por ambos Estados, para que puedan preservar sus costumbres y cultura en las zonas
afectadas por la controversia territorial.
Además, habría que mencionar que varias compañías mineras, procedentes de
Europa en su mayoría, están preparadas para buscar oro en diversos puntos de la
frontera en litigio. Lo cual podría presionar a la Comisión Mixta para acelerar
la nueva demarcación fronteriza.
La sentencia final de esta larga demanda fronteriza, que ocasionó graves
tensiones entre estos dos países africanos, servirá para cerrar definitivamente
sus fronteras y lo es más importante ofrecerá a estas dos naciones la
oportunidad de orientar sus esfuerzos y recursos a la solución de sus impostergables y agudos problemas sociales, económicos y políticos.
Blaise Campaoré dictador de Burkina Faso llegó al poder mediante un golpe de estado en 1,987. |
Burkina Faso está situada al oeste del continente, carece de una salida
al mar. Lo cual ya la coloca en una situación de enclaustramiento, rodeada por
cinco países de la región, además de Níger tiene frontera con Costa de Marfil,
Benín, Togo, Ghana y Mali. Su economía es eminentemente agrícola, su principal producto
de exportación es el algodón, producto cuyos precios en la actualidad, están fluctuando
en el mercado internacional. Haciendo más vulnerable su economía.
Desde hace 27 años Burkina Faso está gobernada por uno de los más longevos
dictadores del continente, por el General Blaise Campaoré, quien llegó al poder
a través de un golpe de estado en 1,987. A este se le ha acusado de apoyar a
otro siniestro personaje, el ex presidente de Liberia Charles Taylor, condenado
en el 2012 a 50 años por la Corte Penal Internacional, por financiar a los
rebeldes de Sierra Leona a través del trafico de diamantes, los conocidos “diamantes
de sangre”.
Por otra parte, Níger es uno de los países más pobres del mundo a pesar
de sus ingentes riquezas minerales, configurando con ello, un caso típico de los estragos que deja la herencia colonial y la dependencia política y económica de su
antigua metrópoli. Este país también está situado en el África occidental y sin acceso marítimo,
limita con siete países africanos (Nigeria, Benín, Chad, Burkina Faso, Mali,
Argelia y Libia) con los cuales ha tenido, en diferentes grados, problemas en
la demarcación de sus fronteras, parte de ese lastre colonial.
Mahamadou Issouffu presidente de Níger elegido en el 2011 democráticamente, fue un opositor a las dictaduras de su país. |
Por décadas Níger tuvo gobiernos inestables, hasta 1,999 cuando Mamadou
Tandja llega al poder por elecciones populares, pero diez años después es
derrocado por un golpe de estado, al tratar de perpetuarse en el poder. En el
2011 se realizan unas pulcra elecciones generales saliendo elegido el actual presidente, el moderado Mahamadou Issouffu. Un detalle curioso y lamentable, Níger recién en
el 2,003 abolió la esclavitud, aunque las organizaciones humanitarias señalan
que no ha podido ser erradicada por completo.
Como se ve, la realidad social, económica y política de estos dos países africanos es muy compleja y difícil, pero también es valido afirmar que gracias al fallo del Tribunal de La Haya estas dos naciones, pudieron cerrar definitivamente sus fronteras terrestres, pero no con el uso de la fuerza, ni con misiles desde la frontera, ni con cañonazos, ni miles de muertos o desplazados, como lamentablemente es común en los conflictos africanos. Esta vez se alcanzó la paz mediante el concurso de una prestigiosa corte internacional, de un conjunto de hábiles abogados, y de un equipo de solventes y honestos jueces. Esperemos, que desde ahora, el futuro de ambas naciones sea más promisorio.