TOGO: ¿ELECCIONES SIN
SORPRESAS?
Por: Javier Fernando
Miranda Prieto
El nombre de esta
ex-colonia francesa independizada en 1,960, procede del lago Togo, que en
idioma ewe significa “orilla de agua”, ya que al borde del principal lago
togolés, se asentaron en el lejano siglo IV, las primeras comunidades
organizadas que poblaron este país. Pero Togo también recibió entre los siglos XVI al XVIII, el triste nombre de “costa de los esclavos”, debido que desde
sus puertos partieron a América, millones de esclavos traficados desde esta
región africana.
Pero en la actualidad
este país, también es recordado por mantener un lamentable record, el ser
gobernado desde hace más de 48 años, por una de las pocas dinastías familiares
que se han sucedido en este continente y que en estas elecciones presidenciales,
trataran de continuar esa herencia dinástica. El actual presidente togolés
Faure Gnassingbé, aunque todavía sigue siendo el favorito para las
presidenciales de hoy sábado, en esta oportunidad puede enfrentar un desafío
mayor que en el pasado.
Faure Gnassingbé, ha
estado en el poder desde que su padre, el ex presidente Gnassingbé Eyadema
murió en el cargo en el año 2,005, después de gobernar Togo con mano de hierro
durante 38 años, constituyéndose, al momento de su muerte, como el presidente
más longevo en la historia de África, poco honorifico título que su hijo y
actual presidente, también quisiera heredar. El joven Faure asume la
presidencia de Togo en el 2,005, de forma autoritaria, con el apoyo del
ejército. Pero ese año trata de legitimar su mandato convocando a elecciones,
las cuales fueron eclipsadas por acusaciones de fraude y violentas protestas en
las calles, que dejaron al menos 400 muertos.
El presidente Faure Gnassingbé en uno de los numerosos carteles de propaganda, con su lema:" en el camino hacia el progreso". |
Cinco años más tarde,
la oposición disputo sin éxito unos comicios que terminaron con el triunfo de
Gnassingbé para un segundo mandato, mientras los observadores internacionales
volvieron a cuestionar, lo que ya era una costumbre en Togo, la realización de
unas elecciones amañadas y fraudulentas. Con estos antecedentes, desde el año
pasado, se sucedieron en este país, numerosas y masivas protestas de los
partidos de la oposición, exigiendo el cambio de la constitución, para limitar el
mandato presidencial, en solo dos periodos consecutivos, reforma que habría
impedido una tercera postulación de Gnassingbé.
“Togo está gobernado, desde hace más de 48 años,
por una de las pocas dinastías familiares
que se han sucedido en África”
Los observadores
occidentales y los representantes de la Unión Africana UA, ven muy alentador
que en esta oportunidad el ambiente electoral, en vísperas de los comicios
se presente más calmado. Aunque el gobierno no ha escatimado en gastos para
hacer publicidad al candidato-presidente, invadiendo las calles y los medios
audiovisuales con el rostro de Gnassingbé y con su lema de campaña: “en el
camino hacia el progreso”; las plazas públicas han sido el escenario donde los
candidatos de la oposición y en especial de Jaen-Pierre Fabre, el líder de la
principal coalición opositora, han ofrecido a su electorado sus planes de
gobierno y su mensaje principal de enrumbar al país hacia una sociedad
auténticamente democrática y libre.
Jaen-Pierre Fabre,
editor del principal y más combativo periódico de la oposición, inició su
carrera política en el movimiento pro-democracia contra la dictadura de
Gnassingbé Eyadema y luego contra su heredero político, llegando a competir con
él en las presidenciales del 2,010. Por lo cual el líder opositor, ya conoce
las artimañas fraudulentas que usa el gobierno y su corrupto aparato de
prebendas y clientelaje político que suele ofrecer a la población más pobre del
país, a cambio de su voto.
“El gobierno togoles, ha impuesto un corrupto aparato
de prebendas y clientelaje político que suele ofrecer
a la población más pobre del país, a cambio de su voto”
Fabre en esta ocasión,
ha hecho campaña al frente de una gran coalición de partidos democráticos, en
donde conviven armónicamente: activos colectivos de la sociedad civil, grupos
empresariales, gremios de trabajadores y partidos de centro-derecha, como
socialdemócratas. Logrado una candidatura unificada, en que ha prometido poner
fin, a lo que su candidato ha llamado “la impunidad, el abuso, la corrupción y
la indiferencia de los funcionarios al cumplimiento de las leyes y al orden
democrático”.
El líder de la oposición togolesa Jaen-Pierre Fabre, quiere consolidar la ley y el orden democrático en Togo. |
Con su carisma personal
y su bien articulado discurso político, muchos observadores coinciden, que
Fabre puede dar una sorpresa este sábado, ya sea pasando a una segunda vuelta
electoral, haciendo más difícil el triunfo del actual presidente o
convirtiéndose en un líder político de alcance nacional, que logre en los
próximos años, marcarle el paso al gobierno togolés.
Pero quien resulte
ganador este sábado, tendrá que el enfrentar el principal problema del país: la
difícil situación económica. Si bien es cierto que el Producto bruto Interno
PBI de Togo se ha más que duplicado desde el año 2,005 y que el crecimiento
económico ha alcanzado el 5,6% en el
2,014, los analistas dicen que los beneficios de este crecimiento, han ido
principalmente para la minoría rica de la sociedad togolesa, mientras que la
gran mayoría de la población, todavía sufren de altos índices de pobreza y
desempleo.
En el año 2,011 las
estadísticas mostraban un 58% de la población viviendo con menos de un dólar al
día y si bien las cifras oficiales sitúan la tasa de desempleo en apenas 6%,
muchos creen que la cifra real es mucho mayor. Siendo el desempleo juvenil de
más del 50%, de ahí la beligerancia, la convicción democrática y la firme
oposición de la población juvenil, contra la ya insostenible dictadura
dinástica de los Gnassingbé en Togo.
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