martes, 30 de junio de 2020


REPÚBLICA  DEMOCRÁTICA
DEL  CONGO:
LOS   iPod   DE
SANGRE


El  80% de las reservas del estratégico mineral coltan, se ubica en la región oriental de la R.D del Congo,
en las provincias de Kivu Norte y Sur territorio dominado, durante años, por milicias rebeldes. 

Se llama coltan y es una especie de arena negra, ligeramente radiactiva. Es un recurso valioso para quien se dedica a la fabricación de equipos de alta tecnología en el campo de las comunicaciones, pero es la desgracia para un país entero. El 80 % de las reservas mundiales de este codiciado metal se encuentra principalmente en la República Democrática del Congo RDC, donde el comercio ilegal de esta riqueza ha llevado a una interminable guerra, que ha causado cerca de 12 millones de muertos y varios millones de desplazados en los últimos quince años.

El conflicto en la RDC se nos presenta en occidente como una lucha inter-étnica, pero en realidad, el fondo del problema es por control del Coltan. Un control que han intentado tomar los chinos de forma pacífica, comprando las explotaciones al gobierno, pero esto no ha sido posible porque son las milicias rebeldes las que controlan las minas. Estos grupos armados -congoleños, ruandeses o ugandeses- explotan al pueblo de las zonas mineras, poniendo a trabajar a los hombres y niños en las minas, y utilizando a sus mujeres como esclavas sexuales.

               “el comercio ilegal del coltan ha generado
       una interminable guerra en el Congo, que ha causado
          cerca de 12 millones de muertos y varios millones
                de desplazados en los últimos quince años” 

Para los habitantes de la región, esta riqueza mineral ha demostrado ser una maldición para la que parece no haber cura. Varios grupos armados congoleños y de los países vecinos siguen presentes en los Kivus (Norte y Sur) tras la guerra que asoló la RDC entre 1998 y 2003, los cuales tienen pleno control de la zona, al marquen del Estado congoleño. Estos grupos irregulares obligan a las poblaciones locales a trabajos forzados en minas bajo su control, extorsionan a los mineros mediante impuestos ilegales o directamente se quedan con parte de los minerales que éstos encuentran.  


       “los grupos armados congoleños, ruandeses o ugandeses
              explotan a hombres y niños de las zonas mineras
              utilizando a sus mujeres como esclavas sexuales”


El propio ejército congoleño, corrupto y mal pagado, participa de estas actividades. Los que proceden de estas minas son los llamados minerales de conflicto que se convertirán en equipos de comunicación de alta tecnología, como los iPod de sangre. Además, esta sobre explotación del mineral ha vulnerado el ecosistema de la región, generando deforestación, contaminación de ríos y la extinción de especies animales.

Ante esta dramática situación, cabría preguntarse: ¿Por qué no les interesa acabar con este conflicto? Muy sencillo. Si el mercado de este escaso mineral estuviese controlado y regulado, el precio del Coltan sería 1000 veces superior al de ahora y consecuentemente, un rosario de corporaciones se irían a la quiebra. Un iPod, el famoso reproductor de música portátil que fabrica la empresa Apple Computer, en vez de costar 250 dólares valdría 25.000 o simplemente no existirían, igual que las computadoras, los celulares, los Gps. 

              “estas empresas mineras transnacionales,
                  seguirán ganando fortunas de dinero
                 con los equipos celulares que fabrican
                       con la sangre de los congoleños”

Hace seis años, una coalición internacional de empresas de la industria electrónica (la EICC), anunció que dejarían de comprar materiales que no pudiesen demostrar que no incluían minerales del conflicto congoleño. Pero este compromiso solo quedó en el papel, en realidad solo fue un efecto publicitario de estas corporaciones para tratar de mejorar en algo su mellada imagen internacional. Mientras tanto, estas empresas mineras transnacionales, seguirán ganando fortunas de dinero con los equipos celulares que fabrican con la sangre de los congoleños.






lunes, 29 de junio de 2020

POBREZA Y GUERRA  EN ÁFRICA


Las pobreza y los conflictos armados es una ecuación difícil de tratar en África. Las guerras convencionales o el
bandolerismo armado han generado cientos de miles de desplazados internos y refugiados provenientes 

de otros países.
La parálisis de la economía mundial, motivada por los efectos de la pandemia del coronavirus, va afectar gravemente el desarrollo de los países más vulnerables. La Economía africana, antes del inicio de la crisis sanitaria, mostraba un relativo pero sostenido crecimiento. Los informes financieros de las organizaciones multilaterales (FMI, B.M, BAFD), hasta diciembre del año pasado, vislumbraban para África un buen año económico, expresado en: sostenidas exportaciones, superávit de su balanza comercial, incremento del empleo entre la población urbana y expansión de la clase media. A pesar de estos indicadores, África sigue siendo el continente más pobre del mundo.

La vida cotidiana de muchos africanos es muy dura (insuficiencia de alimentos, ausencia de trabajo, falta de servicios básicos). Esta pobreza es en gran parte debida: a la falta de políticas adecuadas orientadas a la agricultura -de la cual viven la mayor parte de la población-, presencia de bioclimáticas desfavorables en numerosas regiones, una sobre-explotación de sus riquezas naturales que no son aprovechas por la mayoría de los africanos y la continua apropiación de tierras cultivables por empresas occidentales y chinas. Sin olvidar, la existencia de regímenes políticos autoritarios, anti-democráticos y corruptos, situación que repercute en la dilapidación de los fondos públicos, debilitando aún más las condiciones de vida de la población.

             “La Economía africana, antes del inicio
           de la crisis sanitaria, mostraba un relativo
                      pero sostenido crecimiento”

Añadido a estos factores, tenemos la recurrencia del flagelo de las guerras o conflictos armados, que lamentablemente son muy frecuentes en África y que provocan a la vez, el desplazamiento de cientos de miles personas, las cuales deben de refugiarse en precarios campos de acogida, sufriendo dramáticas condiciones de supervivencia. La pobreza y los conflictos armados es una ecuación difícil de despejar. Las guerras civiles, los conflictos fronterizos, la presencia de ejércitos o milicias paralelas a las estatales, han provocado en las últimas décadas la devastación económica, social y humana en estos países.

400 millones de africanos viven con menos de un dólar al día.
De los diez países más pobres de África ocho conviven
con conflictos armados, bandas criminales y el narcotráfico.
En la actualidad la mitad de los conflictos armados en el mundo se ubican en África. En muchas de estas naciones, a pesar de tener ingentes recursos naturales, estos no han servido para mejorar las condiciones de vida de su población, sino para financiar conflictos armados internos y externos, llevando a su gente a vivir en una situación de extrema vulnerabilidad.

En África, con una población de más de mil millones de habitantes, 400 millones viven con menos un dólar al día, esta pobreza permite que las personas, generalmente los más jóvenes, sean fácilmente manipulados y seducidos por una violencia que se presenta como su única salida a esta situación de postración social. Pero, la mayoría de los conflictos armados o guerras interminables que se viven, especialmente en el África subsahariana, no son precisamente guerras, en el sentido estricto de la palabra, ni tampoco cumplen con lo que tradicionalmente se ha considerado como tal.

           “las guerras que se libran hoy en los países 
      africanos tienen que ver más con un bandolerismo 
        armado que con una guerra propiamente dicha”

Los combatientes africanos de hoy, solo buscan crear una zona liberada
y medrar de las riquezas naturales (minerales, petróleo, diamantes) del lugar.
A diferencia de otros conflictos armados que ha padecido el continente africano, los combatientes de los actuales conflictos en África no tienen ideologías claras, ni objetivos definidos, ni reivindicaciones establecidas. No les interesa realmente la toma del poder, ni mucho menos cambiar el estado de las cosas en sus países. Únicamente quieren robar y traficar con los recursos naturales de las zonas donde operan. Estos supuestos combatientes, son aventureros que buscan crear una zona liberada y medrar de las riquezas naturales del lugar y si es con el apoyo de alguna potencia extranjera o una empresa transnacional mucho mejor.

           “estos rebeldes solo quieren robar y traficar
                con los recursos naturales de las zonas
                     donde operan, muchas veces con
                  el apoyo de una potencia extranjera”

Es por ello, que el tipo de guerras que se libran hoy en la mayor parte de los países africanos, en especial del África subsahariana, tienen que ver más bien con un "bandolerismo armado" que con una guerra propiamente dicha. Lo cual supone enfrentar un problema mucho más complejo. Conflictos armados como los que se dan en la región este de la RD del Congo, República Centroafricana, Somalía, Sudán del Sur o la subversión armada que se desarrolla, desde hace años, en Chad, Camerún y Uganda, al margen de sus peculiaridades, tienen como origen primario la ambición por la sobre-explotación de sus recursos naturales, para beneficio particular.

Como vemos, cuanto más depende un país de sus exportaciones primarias, es decir, materias primas y recursos naturales, mayor es el riesgo de generar guerras convencionales o bandolerismo armado y de eso saben mucho las grandes potencias.




domingo, 28 de junio de 2020

PARA  NUNCA
OLVIDAR

El continente africano ha conocido, a través de su historia, una gran cantidad de dictadores y genocidas,
que perpetuaron sus crímenes con la complicidad de potencias occidentales.

Para la próxima semana se han programado, en la ciudad de Jartum, las siguientes audiencias del juicio por corrupción iniciado al ex-dictador sudanés Omar Al-Bashir, derrocado en abril del año pasado luego de 30 años de tiranía. Además, el gobierno cívico-militar de Sudán está en tratativas con la Corte Penal Internacional CPI, para la entrega de Al-Bashir a este organismo supra-nacional, para que sea procesado por genocidio y crímenes de lesa humanidad, cometidos durante el conflicto de Darfur, región ubicada al oeste del país. Este hecho sin precedentes, ha puesto la mirada del mundo en uno de los tiranos más crueles del continente africano. Se calcula que el total de víctimas en la guerra de Darfur, propiciada por su gobierno, generó más 300 mil muertos y cerca de 1 millón 300 mil desplazados.

Pero el sátrapa sudanés, no es el único gobernante de África que ostenta tan macabro récord de muertos en su haber. El continente africano ha conocido de terribles matanzas, que llegaron a ser calificadas de genocidio; así como de homicidios sistemáticos; ejecuciones sumarias o guerras brutales, muchas de ellas autorizadas y planificadas con la ayuda y complicidad de las grandes potencias occidentales, pero que fueron perpetradas directamente por jefes de Estado africanos.

Ahora daremos una mirada crítica, a modo de macabro inventario, de los presidentes africanos más asesinos del continente. Una revisión, si se quiere arbitraria y aleatoria de algunos de los sátrapas que osaron detentar el poder con toda impunidad en esas tierras. Pero dejemos en claro que este tipo de criminales han existido y seguirán existiendo no solo en África, sino también en América Latina, Oriente Medio o Europa, como nos lo recuerda la historia reciente de estas regiones del mundo.

            “El continente africano ha conocido de terribles
                 matanzas, autorizadas y planificadas con la
                  complicidad de las potencias occidentales”

-Mengistu Haile Mariam
Como presidente de 
Etiopia, el coronel Mengistu creó un macabro sistema de eliminación de todo aquel que estaba en contra él. Llega al poder en 1,974 como Jefe de una Junta Militar Revolucionaria que terminó con la monarquía y el sistema feudal imperante en Etiopía hasta ese entonces. Desde 1,977 a 1,991 se impuso como Jefe de Estado. Después de la derrota del ejército etíope, a manos de la guerrilla del Frente Democrático Revolucionario del Pueblo en mayo de 1,991, Mengistu se refugia en Zimbabwe, bajo la protección de Robert Mugabe. En su país es condenado en ausencia, por genocidio, a cadena perpetua. Muere en el exilio en mayo del 2,008. Sus víctimas mortales se calculan entre 400 mil y 1,5 millón de personas.

-Yakubu Gowon
El general Yakubu Gowo, fue presidente de facto en 
Nigeria entre los años 1,966 a 1,975. Llegó al poder mediante un cruento golpe de Estado. Su periodo de gobierno fue marcado por la guerra de Biafra, en donde murieron más de 100 mil soldados y un millón de civiles. El general Gowo fue destituido por Murtala Muhammed, ante una situación de crisis económica, desgobierno y represión.

Omar Hassan Al-Bashir, ex-dictador de Sudán, ahora debe de
de enfrentar acusaciones por genocidio ante la CPI.
-Idi Amin Dada
Fue el tercer presidente de 
Uganda y el responsable de aproximadamente 300 mil asesinatos, producto de un régimen de terror, marcado por la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la corrupción y la persecución étnica. Detentó el poder abusiva e impunemente, entre los años 1,971 a 1,979. Un golpe de Estado, ayudado por el gobierno de Tanzania lo desalojó del poder. Se refugió en Libia, luego en Arabia Saudita donde murió en el 2,003.

-Sani Abacha
Fue un oscuro general de ejército nigeriano, que llegó a ser presidente de su país, conduciendo una junta militar de 1,993 a 1,998. En noviembre de 1993, Abacha se proclama jefe de Estado, suprime todas las instituciones democráticas y reemplaza a numerosos funcionarios civiles por jefes militares adictos a él. Creando uno de los gobiernos más corruptos en la historia de 
Nigeria, montando una estructura de represión y persecución política que generó más de 200 mil víctimas mortales. Abacha muere sorpresivamente en su casa de un ataque al corazón en 1,998.

-Ahmed Sékou Touré
Fue el primer presidente de la República de Guinea, desde su independencia de Francia en 1,958 hasta 1,984. Nacido de la descendencia de Almamy Samory, una mujer que había combatido por mucho tiempo la colonización francesa de 
Guinea, a partir de esa herencia, Touré solo tiene una idea: desembarazarse totalmente de Francia. En 1960, funda el Partido Democrático de Guinea, el único partido político del país durante todo su largo gobierno. Se encargó de desaparecer todo vestigio de oposición a su régimen, encarcelando, torturando, matando y exiliando a toda figura opositora. Según Amnistía Internacional, unas 150 mil personas habrían sido asesinadas durante los casi 30 años del régimen de Touré.

            “la guerra de Darfur, propiciada por el gobierno
                 de Sudán, generó más de 300 mil muertos y
                     cerca de 1 millón 300 mil desplazados”

-Charles Taylor
Este hijo de padre norteamericano y madre liberiana, estudio economía en los Estados Unidos. Durante sus estudios, a fines de los años setenta, Taylor desarrolla un interés por la política y se convierte en un fogoso activista contra el gobierno del presidente liberiano de esa época, William Tolbert. Poco tiempo después, éste último es asesinado, víctima de un golpe de Estado dirigido por el capitán Samuel Doe. El gobierno de Doe nombra a Taylor Jefe de los servicios generales del gobierno. Luego de haber desviado ilegalmente, más de 900 mil dólares en tres años, Taylor huye a los Estados Unidos. Detenido y luego encarcelado, Taylor consigue huir, con la ayuda del gobierno norteamericano, para refugiarse en África y preparar una rebelión contra Samuel Doe. 

En 1,989 organiza una muy bien equipada guerrilla, que toma el poder al año siguiente, derrocando y asesinando a Doe. Las ambiciones por el control del tráfico de diamantes, lo enfrenta a otros grupos rebeldes, generando una brutal guerra civil durante siete años. En julio de 1997, se realizan elecciones en Liberia y Taylor es elegido con 75 % de los votos. La votación fue considerada justa por los observadores internacionales, pero numerosas dudas persistieron en cuanto a su validez.

En históricas jornadas de protesta, los sudaneses derrocaron a Al-Bashir
en abril del año pasado, logrando la democratización de su país.
Durante su reinado a la cabeza del Estado, Taylor continúa combatiendo a los que se oponen a su poder. La represión contra la oposición se calcula en 200 mil muertos. En el 2003 Taylor ya había perdido el control de la mayor parte del país y fue acusado formalmente por el Tribunal especial para Sierra Leona. La Corte Penal Internacional CPI, en el 2013 lo condena a 50 años de cárcel por crímenes de guerra y lesa humanidad.

-Francisco Macías Nguema
Macías Nguema, que africanizó su nombre en 1976 convirtiéndolo en Masie Nguema Biyogo Ñegue Ndong, fue el primer presidente de 
GuineaEcuatorial, desde 1,968 a 1,979. En 1972, se proclama presidente vitalicio, primer ministro, ministro de Justicia y de Finanzas. Los once años de dictadura de Macías Nguema son a menudo comparados con la presidencia de Idi Amin Dada en Uganda, o con la de Bokassa en la República Centroafricana. La memoria de este período de violencia y de sufrimiento para la mayoría del pueblo ecuatoguineano, está todavía viva hasta hoy. Durante su presidencia un tercio de la población muere o escoge el exilio a Camerún, Gabón, España o Francia. 

El 3 de agosto de 1979, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, sobrino del dictador, toma el poder con la ayuda de un grupo de militares. Macías huye y se encierra en un búnker donde destruye las reservas monetarias del país. El país sufrirá entonces una crisis monetaria grave. Detenido, Macías es juzgado por un tribunal militar por genocidio: 50 mil muertos y 150 mil refugiados. Es condenado a la pena de muerte. Ahora, Teodoro Obiang Nguema es tan repudiado, por sus crímenes y corrupción, como lo fue su siniestro tío.

          “Al-Bashir será procesado en la CPI por genocidio
                  y crímenes de lesa humanidad, cometidos
                       durante el conflicto de Darfur

-Mobutu Sese Seko Kuku Ngbendu wa Za Banga
Este pintoresco como peligroso personaje, fue dictador de la actual República Democrática del Congo 
RDC, por más de 30 años (1,965-1,997) bajo la protección de Bélgica, Francia y los Estados Unidos. Fue el verdugo del líder nacionalista Patricio Lumumba y conspicuo golpista y conspirador. El 2 de junio de 1966, la población pudo medir toda la crueldad de Mobutu, cuando hizo colgar en una plaza pública en Kinshasa a 4 antiguos ministros acusados sin razón de complot y a su primer ministro. Aquel día, la población congoleña quedó notificada de lo que era capaz de hacer este tirano. Todos empezaron a tenerle miedo. En 1969, Mobutu hace acallar, a sangre y fuego, una rebelión estudiantil. Los cadáveres de los estudiantes asesinados, fueron enterrados en fosas comunes y 12 estudiantes fueron condenados a muerte.

La región de Darfur, al oeste de Sudán fue escenario de
un conflicto étnico, fabricado por la dictadura con el
objetivo de apropiarse de su petróleo.
En los años noventa lleva a cabo una guerra desapiadada contra sus vecinos y arremete violentamente contra sus opositores internos. Lo cual genera un descontento general, aun entre sus antiguos aliados. Mobutu es depuesto por un golpe de Estado en 1,997. Muere ese mismo año exiliado en Marruecos. Según Amnistía Internacional el régimen de Mobutu tuvo un costo en vidas humanas de más de 500 mil personas. Su pintoresco nombre, tan estrambótico como él era: Mobutu Sese Seko Kuku Ngbendu Wa Za Banga, significaba según el dictador: “Mobutu el guerrero que va de victoria en victoria sin que nadie pueda detenerlo".

-Paul Biya
No podíamos cerrar esta relación provisional de tiranos africanos, sin mencionar a Paul Biya el actual presidente de 
Camerún. Es el segundo presidente de la República de Camerún y está en funciones desde el 6 de noviembre de 1982. Ha sido asociado con numerosos casos de secuestro a personalidades políticas de la oposición, con una rampante corrupción en la administración pública, con numerosos homicidios y acusaciones de tráfico de niños, criminal negocio que involucraría a su propia familia. Organizaciones defensoras de derechos humanos cifran el número de asesinados durante su régimen en 70 mil cameruneses.
En la actualidad hay que tener presente estos hechos y a estos siniestros personajes para nunca olvidar.



         

sábado, 27 de junio de 2020

EL 
CONTRA-ATAQUE 
DE  NÍGER


Las huestes de la fracción "radical" de Boko Haram, formadas por más de 4 mil combatientes, suelen operar
en la zona del lago Chad próxima a Níger.
En la tarde del pasado jueves 25 de junio, el Ministro de Defensa de Níger, anunció en un comunicado que su ejército había dado muerte a 15 rebeldes islamistas de la banda yihadista nigeriana Boko Haram, durante una operación terrestre y aérea, muy próxima a la frontera con Nigeria. El balance exacto de este operativo militar hablaba de un herido por parte del ejército nigerino, así como 5 muertos y 10 detenidos del lado de los insurrectos. Como se señala en el comunicado dado a conocer por el mismo Ministro de Defensa, coronel Moustapha Lebrú, este ataque contra las bases del grupo yihadista, también destruyo un vehículo blindado, 26 motocicletas y 2 almacenes de víveres y combustible de la banda islamista.  

El éxito de esta misión militar se debió principalmente al apoyo del ejército chadiano, principalmente en la labor de inteligencia y ejecución de esta ofensiva combinada. Se sabe que las milicias nigerinas no son de las más profesionales de la región, por los escasos recursos económicos que disponen y por la falta de adiestramiento de sus soldados, a pesar de ser un importante exportador de uranio en la zona, y por eso mismo, un estratégico socio de Francia en el oeste africano. 

        “las milicias nigerinas no son de las más profesionales
                      de la región, por los escasos recursos
                              económicos que disponen”

Níger, ex-colonia francesa hasta 1960, ha sufrido una inestabilidad política en la última década. En febrero de 2010, un golpe de Estado depone al presidente Tandja Mamadu, tras diez años en el poder. Hasta abril del año 2011 el país fue gobernado por una Junta Militar transitoria, quienes entregan el poder al vencedor de las elecciones democráticas realizadas ese mismo año, el actual mandatario Mahamadou Issoufu, un veterano y democrático líder político que fue reelegido en el 2016 y quien en la actualidad ha suscrito diversos Acuerdos Militares con Francia y con su vecino Chad, para el entrenamiento y equipamiento de su precario ejército.

Las milicias yihadistas han cruzado las fronteras nigerianas para
asentarse en Camerún por el sur y en Níger por el norte.
Las fuerzas de seguridad de Níger desde el pasado 15 de junio, pusieron en ejecución este operativo conjunto con las milicias chadianas contra las dos ramas militares que coexisten en Boko Haram. El barbado y muy mediático líder yihadista Abubakar Shekau comanda la fracción “histórica” de la banda terrorista, es el perpetrador de las más brutales acciones terroristas emprendidas contra la población civil, que ha dejado hasta ahora, un saldo de 35 mil muertos y cerca de 2 millones de desplazados. Sus objetivos siempre han sido: mercados, mezquitas, terminales de buses, oficinas públicas, lugares donde el éxito de la misión, por lo general suicida, está prácticamente asegurada, a costa de la población civil, pero sin grandes logros estratégicos. 

       “en la actualidad, Níger ha suscrito diversos Acuerdos    
              Militares con Francia y con su vecino Chad”

Mientras el disidente Abu Musab Al-Barnawi lidera el sector “radical” de esta banda nigeriana, autoproclamándose conductor de la Provincia del África Occidental del Estado Islámico (ISWAP), concentrando sus ataques y acciones terroristas en objetivos estrictamente militares y estratégicos, como bases del ejército, puestos de control fronterizos y convoyes. La formación liderada por Shekau, compuesta por mil hombres, ha reducido sus acciones a zonas más urbanas, mientras que las huestes de Al-Barnawi, formadas por más de 4 mil combatientes,  suele operar en la zona del lago Chad próxima a Níger.

Es por ello, que muchos milicianos de Boko Haram seguidores de Al-Barnawi, han cruzado las fronteras nigerianas asentándose en los países vecinos, como Camerún por el sur y Níger por el norte, naciones que siguen sufriendo los estertores violentos de esta banda yihadista nigeriana que se resiste a morir.