GUERRA, PERO TAMBIÉM PAZ
EN
ÁFRICA
Por: Javier Fernando Miranda
Prieto
Recién se ha ido y ya
lo estamos extrañando. A Nelson Mandela
no solo se le recordará por sus dotes de gran concertador de voluntades, de
persistente conciliador, quien bregó durante años por la convivencia pacífica
entre negros y blancos en un país como Sudáfrica, que salía de un perverso
sistema de segregación racial. Sino que también, será recordado como un gran líder
continental, un estratega de la paz, que
desplegó una enorme labor de mediación internacional, ante los diferentes
conflictos bélicos que asolaron al continente africano en las últimas décadas.
Mandela, contribuyó de
manera decisiva a calmar los ánimos entre las etnias de los hutus y tutsis en
Ruanda y Burundi, luego del genocidio de 1,994. Asimismo, el ex presidente
sudafricano medió en la guerra en la República Democrática del Congo -RDC-,
conflicto internacional que comprometió a siete países de la región entre los
años de 1,998 al 2,003. Sin olvidar su preocupación como estadista, por los
conflictos fronterizos entre Eritrea y Etiopía o Uganda y Tanzania, o las guerras civiles que se vivieron en Angola, Liberia, Sierra Leona
y Somalia.
En todos estos
conflictos armados, Mandela no solo demostró preocupación por las víctimas
civiles, por los refugiados y desplazados que generaban estos enfrentamientos,
sino que trató, por la vía diplomática o a trvés del acercamiento personal, de
aproximar a las partes en conflicto, para buscar una solución pacifica y negociada a las controversias.
El ejército de la RDC ingresa a la estratégica ciudad de Goma para desalojar a los rebeldes de la guerrilla del M 23. |
Este recuerdo del
Mandela negiciador de la paz, del pacificador de conflictos bélicos en el
continente africano, viene a nuestra memoria, porque hace algunos días, el Instituto
para la Paz y la Economía ha publicado el Índice Global de la Paz 2,013 -GPI,
en sus siglas inglesas-, una clasificación en la que analiza hechos y
tendencias vinculadas a conflictos armados en 162 países del mundo. Entre
ellos, Somalia, República Democrática del Congo, Sudán y República
Centroafricana, según esta clasificación, se ubican entre los peores del planeta. Sin embargo, hay otros
países africanos que se encuentran mejor colocados en este ranking mundial de
conflictos armados.
La amarga herencia
colonial, la ilegitima ascensión al poder de algunos gobernantes, la sucesión
de golpes de Estado, la injusta distribución de los recursos o los rezagos de
la guerra fría, son en líneas generales, las principales causas generadoras de estos
conflictos, en cuyo origen casi nunca se encuentra un único foco
incendiario. Las guerras africanas solo se pueden entender desde el análisis de
un entramado complejo de actores, con intereses económicos y políticos
diversos, pero que tienen una capacidad suficiente de perpetuar acciones de violencia.
“Las guerras
africanas solo se pueden entender,
como
un entramado complejo de actores,
con intereses económicos
y políticos diversos”
El conflicto entre Sudán y Sudán del Sur, llamada la "guerra del oro negro"a originado miles de refugiados y desplazados. |
Todos estos conflictos,
suman décadas de enfrentamientos, con una lista de víctimas muy difícil de
estimar, pero que produce escalofríos solo de pensar en el resultado final.
Este historial de guerras abiertas junto a levantamientos armados, como los
actuales de República Centroafricana y los todavía recientes de Malí y Kenia,
han ayudado a encuadrar entre la opinión pública internacional a África como un
continente del que la paz se ausenta con demasiada frecuencia.
“El
concepto de paz incluye tanto
la ausencia de violencia,
como la
ausencia del temor a la violencia”
Tropas bien armadas del Movimiento Seleka, quienes dieron un golpe de Estado en la República Centroafricana, generando una mayor violencia en este sufrido país. |
De estos Estados
africanos, los que merecen una especial atención por parte del GPI, son: Somalia, República Democrática del Congo, Sudán y República
Centroafricana. Somalia, después de ocupar dos años el último lugar de la
lista, este año ha escalado un puesto. Para el GPI, en este movimiento ha
influido de forma significativa el marcado descenso del números de fallecidos
en el conflicto interno y el mayor control del ejercito somalí en una mayor
parte del territorio nacional. Asimismo, otro elemento a tener en cuenta,
paradójicamente ha sido, el recrudecimiento de la violencia en Afganistán y la
aparición del demencial conflicto armado en Siria, ambos escenarios de guerra han relegado y atenuado la sensación de violencia armada en Somalia.
En el caso de la RDC,
como este informe recoge estadística del último año, no se ha considerado la
información sobre los últimos éxitos militares del ejército regular congoleño, ni el control
de la estrategica región de los grandes lagos, por parte de las tropas
regulares, así como la rendición en octubre pasado de la
guerrilla del M 23, el grupo rebelde más violento de la RDC. Todo lo cual, está
abriendo el camino hacia una lenta estabilización política y posiblemente, el fin de esta eterna guerra vivida en tierras congoleñas.
Guerrilleros somalíes dirigidos por "señores de la guerra", quienes controlan la mayor parte del territorio somalí. |
En el informe del GPI,
se señala que el concepto de paz incluye tanto “la ausencia de violencia como la ausencia del temor a la violencia”. Según esta idea, los países con menos riesgos para
la paz en el continente africano son: las islas Mauricio, Botsuana, Namibia,
Zambia, Tanzania, Ghana, Sierra Leona y Mozambique. La mayoría de estas
naciones llevan acumulados largos períodos de estabilidad interna y en sus
relaciones con sus países vecinos han creado una comunidad de cooperación
económica y política muy ventajosa para estas naciones. Estos países se encuentran situados entre, los nada
desdeñables puestos 21 y 63, sobre un total de 162 naciones analizadas.
En el GPI se indica
que, la posición de estos países, en parte, es reflejo del crecimiento
económico que ha experimentado la zona en los últimos años, crecimiento que ha superado el que ha experimentado cualquier otra región del
mundo; e irónicamente, la tradicional marginación económica de la región africana, ha
contribuido a aislarla de los efectos de la crisis financiera global del 2008.
Como vemos, en líneas
generales el informe de este año del Índice Global de la Paz -GPI- incluye a
los países del África subsahariana -en términos de paz- por encima, de áreas
como: Medio Oriente, África del Norte -zona claramente influenciada por las
revueltas árabes- y el sur y centro de Asia.
Aunque parezcamos demasiado optimistas, el continente africano en un breve plazo, estará
avanzando con firmeza hacia una nueva y expectante situación de ausencia de
conflictos. El cese de las acciones armadas en el continente africano, el fin de estos conflictos tanto internos, como fronterizos, será un tributo a la memoria del gran Nelson Mandela, el forjador de la reconciliación y la paz en tierras africanas.
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