REPÚBLICA CENTROAFRICANA:
UNA CARTA ABIERTA ESCLARECEDORA
La prestigiosa organización medico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras -MSF- galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1,999, conocida por su trabajo de asistencia a poblaciones en situación precaria y a víctimas de catástrofes y conflictos armados en los lugares más remotos e inhóspitos del planeta. Publicó recientemente una valiente y esclarecedora Carta Abierta a nivel internacional, sobre las graves deficiencias y acciones inaceptables que se han advertido en las operaciones realizadas por las agencias humanitarias de la Organización de las Naciones Unidas -ONU- destacadas en la República Centroafricana -RCA-, a raíz de la ola de violencia desencadenada, en este país africano desde hace un año.
Este accionar irresponsable, ineficiente y riesgoso de parte de las
agencias humanitarias de la ONU, que denuncia documentalmente MSF, se manifiesta
entre otros hechos: en la falta de una respuesta rápida e inmediata ante la urgencia
sanitaria que se declaró en la RCA en noviembre del año pasado y que cobró la
vida de más de 500 niños. La demora en la llegada de la ayuda humanitaria luego
del golpe de Estado en marzo de este año. Asimismo, en las ciudades de Bangui y
Bossangoa, lugares donde los grupos rebeldes se han ensañado más contra la
población civil, los agentes de la ONU han priorizado más su seguridad personal al
apoyo inmediato, para la seguridad y bienestar de las víctimas civiles.
Esta misiva de MSF, nos devela la falta de liderazgo humanitario en los
agentes de las Naciones Unidas, más preocupados, como buenos burócratas, en el análisis
y elaboración de planes a largo plazo, que recién empezarían el próximo año, que
a una asistencia humanitaria inmediata ante una población exhausta y
traumatizada por los brutas hechos de violencia. Esta completa desconexión con
el entorno social, de parte de los agentes humanitarios de la ONU destacados en
la RCA, solo sirve para desacreditar y deslegitimar aún más a esta organización
mundial.
Cabe señalar, que cuando MSF se refiere a los organismos o agencias
humanitarias de las Naciones Unidas, se está refiriendo a las muy prestigiosas
y boyantes en presupuestos, que son financiadas por dinero público de todos los
Estados miembros de la ONU, como: el Programa Mundial de Alimentos PAM, UNICEF,
UNESCO, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, OMS, la Oficina de Naciones Unidas para el Desarrollo Social UNDSS, entre
otras agencias humanitarias más.
Seguidamente, le reproducimos el texto completo de este importante documento de difusión internacional, que fue enviado por José Antonio Bastos Presidente de Médicos Sin Frontera España a Valerie Amos Vice Secretaria General para Asuntos Humanitarios y Coordinadora de Emergencias de la Organización de las Naciones Unidas -ONU-.
Seguidamente, le reproducimos el texto completo de este importante documento de difusión internacional, que fue enviado por José Antonio Bastos Presidente de Médicos Sin Frontera España a Valerie Amos Vice Secretaria General para Asuntos Humanitarios y Coordinadora de Emergencias de la Organización de las Naciones Unidas -ONU-.
Javier
Fernando Miranda Prieto
Con esta Carta Abierta, Médicos Sin Fronteras -MSF- quiere expresar su profunda preocupación por la actuación inaceptable del sistema humanitario de las Naciones Unidas (ONU) en la República Centroafricana a lo largo del último año. En diciembre del 2012, cuando la primera ofensiva rebelde llegó a tan solo unos kilómetros de la capital, la ciudad de Bangui, la mayoría del personal de la ONU fue evacuado de esa localidad y de las distintas poblaciones en las que estaban trabajando. Tras el golpe de Estado, la ONU tardó más de seis meses en desplegar a su personal más allá de la capital, alegando motivos de seguridad para tomar dicha decisión.
Los directores de
emergencias dirigieron una tardía evaluación en octubre. Durante la emergencia
que se ha ido agravando durante los últimos tres meses y que desde hace tan
solo unos días toca de lleno a la capital, no habido evidencia de una reacción
humanitaria que se adecue a las necesidades generadas tras los reiterados
estallidos de violencia. Las únicas acciones llevadas a cabo por los agentes de
la ONU ha sido la recogida de datos en relación a la violencia y algunas, muy
escasas evaluaciones de las necesidades, que confirman la urgencia de
proporcionar una respuesta inmediata. A pesar de los resultados de estas
evaluaciones, llevadas a cabo, tras evidentes signos de la existencia de
necesidades y de las numerosas reuniones de coordinación que han llevado a
cabo, al día de hoy no habido una acción concreta en las principales zonas
afectadas por la violencia.
Hay dos ejemplos recientes que ilustras esta situación, MSF ha pedido reiteradamente a las agencias de la ONU que repartieran comida, tiendas de campaña y jabón para unas 15,000 personas desplazadas en los alrededores del aeropuerto de Bangui, sin que haya habido reacción alguna por parte de las agencias de la ONU; mientras en Bossangoa, los trabajadores humanitarios de la ONU, que estaban encerrados por seguridad dentro del edificio de FOMAC, ni siguiera dieron asistencia a los desplazados que se cobijaban dentro del mismo edificio, forzando a MSF a intervenir una vez más. Tras los enfrentamientos en Bossagoa el personal de la ONU siguió encerrado dentro del edificio por motivos de seguridad durante varios días, abandonando a más de 30,000 desplazados en los campos de Bossangoa, mientras que MSF trabajaba para tratar de dar respuesta a las emergencias necesarias.
Familias desplazadas a la ciudad de Bossangoa al nor-este de la RCA hay más de 230,000 desplazados en todo el país. (Foto: MSF) |
Pese que a nivel
internacional el conocimiento sobre la crisis ha aumentado en los últimos
meses, ni siquiera las duras condiciones de vida de decenas de miles de
personas desplazadas en Bossangoa desde principios de setiembre del 2013, han
llevado a un despliegue de más trabajadores humanitarios experimentados, o la
puesta en marcha de una respuesta de emergencia efectiva. La ampliación de la
asistencia humanitaria para una población desplazada, que necesita de una forma
urgente agua y asistencia en saneamiento, sigue sin llegar.
La población civil está
desesperada, y no ha recibido ni siquiera lo que se considera el mínimo necesario
en estas situaciones de emergencia.
Ni siquiera el
conocimiento interno del mal liderazgo humanitario, ni la inexistencia de una
respuesta adecuada, ni de la necesidad urgente de mejorar radicalmente su actuación,
han llevado a cambios perceptibles en los procesos y actividades de la ONU. Por
otro lado, habido largas discusiones sobre el diseño de un programa de
emergencia humanitaria (Plan de 100 días) que se pondrá en marcha en enero del
2014, dejando de esa manera a la población de la República Centroafricana exhausta
y traumatizada, sin asistencia para el futuro más próximo y más aún teniendo en
cuenta que se necesitarán semanas e incluso meses para implementarlo.
El niño Jovachi Mongomuo tras el brutal ataque de los rebeldes de Seleka, grupo de fanáticos musulmanes. (Foto: Amnistia Internacional) |
Para agravar una situación,
ya de por si funesta, parece que serias discrepancias de percepción sobre la
inseguridad a la que se enfrentan tanto los trabajadores de las agencias de la
ONU, como los trabajadores de campo de MSF. Por otro lado la ONU tampoco ha
querido llevar a debate las conclusiones de sus análisis, en los que se indica
que el riesgo al que se enfrentan los trabajadores humanitarios es
extremadamente alto. Las imágenes distorsionadas de las amenazas a las que se
enfrentan las organizaciones humanitarias en la RCA, que han llevado a los
trabajadores de la ONU a llevar cascos
militares y chalecos antibalas en un entorno que no requiere semejante protección,
no se puede aceptar si supone una restricción a la hora de asistir a una población
que se encuentra en un estado de necesidad extrema. No hay que menospreciar
algunos riesgos aislados, sin embargo MSF considera que las apreciaciones de la
ONU sobre la seguridad, son desproporcionadas en relación a la realidad del
terreno.
Esta percepción desproporcionada
que tienen las agencias de la ONU, se está traduciendo en un bloqueo y en una
excusa recurrente para posponer su aplicación de actividades. Esta completa desconexión
con el entorno sólo sirve para desacreditar y deslegitimar a las agencias de la
ONU y sus contrapartes, poniendo en peligro las actividades futuras e
impactando negativamente en la protección y en la asistencia que se da a la población
de la RCA en su conjunto.
La negligencia de la ONU ha provocado que hasta hoy la población en riesgo en la RCA, no haya recibido lo mínimo necesario para su sobrevivencia. (Foto: MSF) |
Las respuestas a las
emergencias humanitarias suponen siempre un riesgo, pero MSF ha demostrado en
el último año en la RCA que se pueden ampliar las actividades operacionales a
través de un mayor despliegue de personal internacional. A pesar de los
incidentes sufridos, MSF nunca ha limitado sus proyectos y de hecho, ha ampliado
su presencia en seis de las zonas más afectadas por la violencia. Sin embargo,
a pesar de los importantes esfuerzos que hemos hecho de manera competente en la
RCA, al día de hoy estamos muy lejos de poder cubrir todas las necesidades de
la población. Es por ello, que las agencias de la ONU deben de reforzar su
capacidad en el terreno. Muchas organizaciones de ayuda necesitan que se lleve
a cabo un importante despliegue para poder operar de una manera segura y
eficiente bajo su paraguas.
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