UNA APROXIMACION A LA ECONOMIA
AFRICANA: CRECIMIENTO O DESARROLLO
Por: Javier Miranda Prieto
En la actualidad todos
los organismos financieros internacionales, catalogan a los países africanos,
como la región del futuro. El año pasado el Fondo Monetario Internacional –FMI-
informó que de los diez primeros países del mundo, que habían logrado un mayor
crecimiento económico, seis eran africanos, con un PBI anual entre 8 y 12% como se observa en el siguiente cuadro.
Adicionalmente, en la
última década el África ha experimentado una relativa diversificación de su
economía, ya no es solo el continente exportador neto de materias primas. La
acumulación generada por los altos precios de sus productos de exportación, ha
servido para estimular otras actividades económicas: agro-industria, servicios,
manufactura, comercio, infraestructura turística.
La transformación de su
base económica, ha generado mayores ingresos –vía impuestos- y un incremento en
la oferta de puestos de trabajo. Y si unimos a estos cambios, el cada vez mayor
ingreso anual, que vienen obteniendo los países africanos, por inversión
directa y balanza comercial, es muy
probable que este continente, en los próximos años, se despunte como una zona
económica atractiva para la inversión y el comercio.
Pero sabemos que
África no es un país, sino un continente que alberga a 55 naciones diferentes,
con caracteristicas diversas: en sus estructuras productivas, productos
de exportación, entorno geográfico y climático y en la calificación de su
población económicamente activa. Esa visión optimista del futuro económico del
continente, habría que contrastarlo con la realidad y potencialidades de cada
uno de los países o regiones del África.
Pero en líneas generales,
se puede comprobar que África el llamado - hasta hace algunos años- continente
olvidado, ha empezado a resurgir en el concierto internacional. Es innegable,
que el interés que suscita África procede principalmente, de los innumerables
recursos naturales que posee.
El continente africano
ostenta el 99% del cromo y aluminio de todo el mundo, el 54% de oro, el 68% de
cobalto, el 88% de coltán –mineral muy utilizado en la nueva industria de las
comunicaciones móviles- y además, es el continente que más diamantes de calidad
produce en el mundo. Sin olvidar, que en la actualidad, varios países africanos
son productores de petróleo, insumo principalísimo en la economía
internacional. Y más aún, en una economía internacional, que debe afrontar los elevadísimos precios de las materias
primas, los procesos inflacionistas en los países centrales y el retroceso en el
crecimiento de las economías desarrolladas.
Grafica representación de la influencia económica de los EE.UU y China en el continente africano. |
Observando estos datos
y junto con las buenas oportunidades que ofrece la región, se comprende el gran
crecimiento que sea dado en los últimos años, con respecto a la inversión directa
proveniente del extranjero. Entre los años 2006 al 2011, el África a alcanzado un record histórico de más
de 60,000 millones de dólares, de ellos 39,000 millones corresponden a la inversión
de las potencias asiáticas.
Este crecimiento que venía
dandose, en parte por las inversiones tradicionales de Hong-Kong, Singapur, Corea
o Taiwán, ha crecido exponencialmente con la incorporación de China e India.
Especialmente China, que tiene una relación comercial preferencial con los países africanos, sus
interacciones económicas no han dejado de aumentar: entre el 2003 al 2011 sus
flujos comerciales pasaron de 11,000 a 57,000 millones de dólares. Por otra
parte, las inversiones Chinas están presente en 48 países africanos y el país asiático
se ha convertido en el tercer destino de las exportaciones africanas.
África sigue sustentando su economía básicamente en su agricultura |
Siendo positiva la
noticia, de los records de crecimiento en muchas de las economías de los países
africanos, la cuestión que queda en el aire, es saber si los intereses de los
inversionistas en el África, sean estos asiáticos u occidentales, ayudarán a la
región a dar un salto, modernizando sus industrias para afrontar la globalización
o por el contrario, solo tratarán de extraer los recursos que interesen a sus economías,
para posteriormente, cuando estos se acaben, abandonar la región sin apenas
haber ayudado a su desarrollo, tan solo a su crecimiento.
Volveremos sobre el mismo tema, en una próxima entrada.
Volveremos sobre el mismo tema, en una próxima entrada.