martes, 6 de noviembre de 2012


ALGO  DE  HISTORIA  AFRICANA


Por: Javier  Fernando  Miranda  Prieto

"La historia de la opulencia de occidente es la historia de la miseria y pobreza del África". Estas palabras del escritor nigeriano Wole Soyinka, el primer premio Nobel de literatura del África negra, confirman una realidad histórica incontrastable.


Mapa de Africa del siglo XV


Desde los primeros navegantes portugueses del siglo XV, la presencia del europeo en el continente africano estuvo caracterizada por una monstruosa acción de saqueo, rapiña y expoliación. El mismo nombre de mucho de los actuales países africanos así lo demuestran: Costa de Marfil, Costa del Oro -actualmente Ghana-, Costa de las Especias -la actual Liberia-, además de Nigeria, Gabón, Benín y Togo que constituyeron la Costa de los Esclavos, cabe mencionar el caso de Angola antigua colonia portuguesa que desde sus costas salieron la población negra que vinieron -bajo la forma de esclavos- a poblar y trabajar en las ciudades costeñas del Perú del siglo XVI.

Sobre el particular hay que recordar, que en nuestro país, a pesar de su independencia, se siguió manteniendo el sistema esclavista como forma de explotación y enriquecimiento económico. Fueron más de treinta años, que el Perú republicano mantuvo este régimen de explotación inhumana, contra nuestros hermanos africanos venidos de Angola.

Como vemos, el propio hombre africano, no fue una excepción dentro de este perverso sistema de explotación: capturado como animal, vino hasta las costas de América para contribuir al desarrollo de la minería y de la agricultura de esta parte del mundo. En el pasado, el expolio colonial llego a agotar muchas de las riquezas del África. Sin embargo, en la actualidad el continente negro sigue siendo un deposito inmenso de recursos naturales, de ahí su importancia tanto para las grandes potencias, como para las principales empresas extractivas.

Pero la historia moderna del África comienza luego de la segunda Guerra Mundial.  La presencia del soldado africano, hombro con hombro al lado de los arrogantes europeos en los campos de batalla y en las academias militares, contribuyo a quebrar el temor a la maquinaria represora colonial. Asimismo, luego de la contienda mundial, una ola de nacionalismo agito el continente negro. Lo cual sirvió, tanto para afianzar la lucha por reivindicaciones culturales y sociales, como para crear en el africano una conciencia de autonomía e independencia.


Capturado como animal vino a las costas de América para ser explotado. 


Es decir, durante los años cincuenta y sesenta se produce la descolonización del continente africano, debido a dos factores: a la resistencia y lucha de su pueblo, luego de la toma de conciencia de su situación de subordinado y a la imposibilidad de los europeos de seguir manteniendo sus colonias, ante la destrucción de sus países y el repliegue de sus ejércitos coloniales.

Ningún país del África alcanzo su independencia sin sacrificio y lo que mas grave los colonos europeos intentaron por todos los medios, frustrar los deseos de libertad de sus ex colonias. La táctica fue simple: imposibilitados de detener el huracán libertario que soplo en el continente, las potencias europeas tuvieron que admitir la independencia política, pero trataron de impedir, a toda costa la independencia económica.


Países como Francia, Inglaterra, Bélgica y Portugal fueron hábiles en este juego. Además, consiguieron que algunos países africanos -como Senegal, Costa de Marfil, Togo, Malawi o Gambia- quedasen en manos de líderes inexpertos, no templados en la larga lucha de liberación. En estos países africanos, las potencias europeas lograron controlar sus recursos naturales, instalar bases militares, manejar sus asuntos políticos internos y controlar sus alianzas diplomáticas, vergonzosa situación, que felizmente en las últimas décadas a cambiado radicalmente.

La otra cara de la moneda, lo constituyen los lideres emblemáticos del África libre, aquellos conductores políticos y militares que guiaron a sus pueblos no solo por la senda de la independencia política, sino hacia una autentica autonomía económica y social, modelo que no significo la perniciosa autarquía económica, sino la construcción de una sociedad libre de la dependencia extranjera, basada en un modelo económico de capitalismo de Estado o de interesantes experiencias autóctonas de socialismo.

Entre esos lideres emblemáticos podemos citar a: Kwame N'Knumah de Ghana, el primer país africano en ser independizado, Jomo Kenyata de Kenia, Amílcar Cabral de Guinea-Bissau, Julius Nyerere de Tanzania, Milton Obote de Uganda, Patricio Lumunba de la Republica del Congo, Sekko Tore de Guinea-Conakry o Agostino Neto de Angola. Figuras políticas que no solo fueron y siguen siendo, ejemplo y admiración en sus respectivos países, sino paradigmas políticos en el concierto de los países del Tercer Mundo.







  


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