jueves, 24 de enero de 2013








LOS  


TUAREGS






Por: JAVIER MIRANDA PRIETO



Que los Tuaregs, tengan un espíritu rebelde, que no se adaptan a las fronteras que han heredado de la colonización de los diversos países que habitan, no es nada nuevo.  Los Tuaregs, un pueblo bereber, con una cultura, lengua y etnia propia, con una población de más de millón y medio de personas, las cuales habitan, por siglos, en una amplia zona del Sahara, que comprende los actuales países de: Mauritania, Mali, Níger y el sur de Argelia, tradicionalmente nómadas, aunque cada día menos, nunca han reconocido las fronteras que fraccionan su territorio y han seguido moviéndose por el desierto como han querido, sin reconocer ni doblegarse ante ninguna autoridad o fronteras establecidas.
Así son los Tuaregs, un pueblo milenario, victima de la injusta demarcación territorial heredada de la colonización europea en el África. A pesar de vivir en condiciones cada vez más difíciles, los Tuaregs continúan luchando para preservar su cultura en pleno siglo XXI. Este pueblo que solo busca el reconocimiento de su autonomía o independencia, se ha visto demonizado en los medios de comunicación occidentales, a raíz del actual conflicto militar en Mali, en donde se enfrentan el poderoso ejército militar francés y los grupos fundamentalistas islámicos.

Para poder tener, una mejor información sobre este pueblo nómade del Sahara, publicamos en esta oportunidad un interesante y bien documentado artículo de la periodista brasilera, especialista en temas africanos  JULIANA IOOTTY, aparecido en la revista Cuadernos del Tercer Mundo.

                                                                                                         

Los tuaregs, el pueblo nómade del Sahara, continúan luchando para preservar su cultura y obtener su autonomía


Hubo un tiempo en que aquél que osase atravesar las dunas del Sahara sería invariablemente sorprendido por la visión, mágica y enigmática de las caravanas nómadas. Grupo de hombres que, montados en camellos y con el rostro cubierto de velos, cumplían elegantemente sus peregrinaciones por las grandes extensiones de arenas estériles.
Eran los tuaregs, los señores del desierto, pueblo beduino cuyo modo de vida se caracteriza por la trashumancia a través de los territorios del norte del África. Sin embargo, con el pasar de los años, diversos factores –como la colonización, la guerra, y las dificultades propias de la vida en un ambiente tan hostil- volvieron la presencia de estos hombres en el desierto, cada vez menos frecuente.


Hoy, la mayoría de los remanentes de estas tribus está confinada a la vida sedentaria en las pequeñas ciudades del norte africano. Muchos fueron forzados a aceptar la ciudadanía de los países que los acogieron, obligados a distanciarse cada vez mas de su cultura, su lengua y de sus rígidas normas morales.


Origen Incierto: Pero ¿Quiénes son los tuaregs? En verdad, aún hoy su origen continúa siendo un enigma. Geógrafos, antropólogos, etnólogos, lingüistas, elaboran diversas hipótesis para explicar el surgimiento de este pueblo, pero no llegaron a un consenso. Actualmente, los tuaregs viven en un área que abarca la mayor parte del norte de Mali, Níger, Mauritania y el sur de Argelia y su población se estima en más de millón y medio de personas.
Durante siglos los tuaregs preservaron su forma de vida, eso sin embargo, se vuelve cada vez más difícil.

Un Pueblo Nómade: Vital para la supervivencia del mundo tuareg, el nomadismo influye de modo profundo en la formación de sus estructuras sociales, altamente jerarquizadas.

En verdad, para ellos es fundamental, la libertad de ser trashumante, pues sólo ello permite a un individuo escoger a sus vecinos y distanciarse de ellos cuando se vuelven inconvenientes.

En la cultura tuareg son los hombres los que viajan en las caravanas, mientras las mujeres los esperan cuidando la tienda, los niños y administrando la comunidad. A pesar de que algunas tribus son matriarcales, las mujeres tuaregs, son lo general sumisas a los hombres.
La cultura tuareg, aunque posee un alfabeto, no es escrita o conservada en documentos. Los únicos textos escritos son cartas de amor, que son rasgadas después de la lectura. Nunca hubo necesidad de documentos para preservar su cultura. Hasta pocos años atrás, ella no corría el riesgo  de desaparecer.

Choque Cultural: Nómades y con rígidas normas de conducta, para los tuaregs el contacto inevitable con el llamado mundo moderno muchas veces, ha significado el abandono de su propia cultura. Eso quedó claro en 1973, cuando una enorme sequía arrasó los pastos y mató a casi todo su rebaño, siendo considerado como el año de la última gran trashumancia. Sin ganado, sin poder alimentase y sin fuerzas para trabajar, fueron obligados a partir en busca de caridad y de empleo en las ciudades.
La preservación de su lengua, por ejemplo, fue –y es en la actualidad- seriamente amenazada, pues algunos países que los acogieron exigieron que aprendan el árabe. La aculturación también tuvo un efecto devastador en el orden moral de los nómadas. 
Los jóvenes, ya nacidos lejos de su tierra, bebían, apostaban dinero y fumaban, hábitos inadmisibles en la comunidad del desierto. 
Desterrados, los tuaregs perdieron el control de una gran parte de su espacio. Fueron re-censados y se volvieron ciudadanos de otros países, sin ser consultados. Eligieron por ellos.

Lucha por su Territorio: A pesar de ser nómadas, los tuaregs reivindican un territorio donde disfruten de autonomía para vivir según su cultura. Esa disputa ha sido una fuente de conflicto entre los tuaregs y los gobiernos de algunos países africanos, principalmente con Mali.

Cuando este país, que tal vez sea el que albergue mayor número de tuaregs, se declaró independiente en 1960 el gobierno, cuya mayoría de su población es negra, impuso sus leyes sobre los nómadas del norte, habiendo sofocado brutalmente varias rebeliones desde esa fecha.
Desde entonces, los tuaregs han realizado diversos levantamientos armados contra objetivos gubernamentales. En varias oportunidades, representantes del gobierno de Mali y los rebeldes tuaregs intentaron sentarse a la mesa de negociación, pero sin mucha suerte. Fatalmente, el grupo más representativo del pueblo tuareg, el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad –MNLA- cometió el más grave error político al aliarse, hace un año, con las milicias de Ansar Dine, un grupo tuareg islamista radical, quienes combatieron y expulsaron al MNLA de su territorio y provocaron la intervención armada de los franceses en Mali. 

En la actualidad los tuaregs estan entre dos fuegos: los islamistas radicales de Al Qaida y el ejercito de intervención francés.

En la actualidad, los tuareg del MNLA, están llevando la peor parte, se encuentran entre dos fuegos, sufren la persecución a muerte de los islamistas radicales de Al Qaida y por otro lado, el acoso indiscriminado de las fuerzas militares de los malienses, ahora con el apoyo del ejército de Francia. Además, está confirmado, a pesar del rígido control informativo que se dá en Mali, que el ejercito regular de este pais, esta realizando ejecuciones extrajudiciales contra mienbros de la comunidad tuareg, ante la pasividad o complicidad del ejercito francés. Quizá los tuaregs nunca puedan llegar a un acuerdo con el mundo moderno. Hace tiempo que el sable, símbolo de la nobleza y de la autonomía de este pueblo, fue substituido por rifles y fusiles.
Pero, por lo que todo indica, estos pastores nómades que hace siglos pueblan el desierto, continuarán luchando por el derecho a su independencia, movidos por la convicción y por el orgullo que tienen de haber sido los primeros hombres en pisar el suelo del Sahara.





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