LOS CONFLICTOS OLVIDADOS
Por: Javier Fernando
Miranda Prieto
En el último año, los radares de la prensa internacional han estado siguiendo diversos conflictos de diferente gravedad, que se han estado dando en el continente africano, la intervención militar francesa en Malí y el recrudecimiento de la violencia en Somalia ha despertado a estos dos países africanos del letargo noticioso que sufrían en los últimos tiempos.
Un caso similar al de
la República Democrática del Congo, la República Centroafricana o la lucha
entre Sudán y Sudán del Sur, quienes de forma cíclica pasan del anonimato a la
plena actualidad informativa, gracias a su gravitación económica o geopolítica,
que permiten la intervención de las potencias occidentales.
Sin embargo, hay otro
tipo de conflictos en el continente africano: los desconocidos, los que se
dejan de lado, los conflictos olvidados. Aquellos cuya
existencia e identidad se limitan a las propias fronteras, de ese tipo de
conflictos, vamos a desarrollar en esta entrada tres ejemplos.
El desierto de Ogaden, donde se mezcla la lucha autonomista y el fundamentalismo islámico. |
El caso más singular
quizá sea la guerra en el desierto de Ogaden. En esta región al este de
Etiopía, que limita con la inestable Somalia, en donde viven más de ocho
millones de personas, campea en las dos últimas décadas una lucha armada entre
el gobierno central de Adis Abeba y la guerrilla del Frente de Liberación
Nacional del Ogaden -ONLF- según sus siglas en ingles, quienes no reconocen la
autoridad de las fuerzas etíopes en la zona.
El extenso desierto del
Ogaden es una de las regiones que configuran la antigua “Gran Somalia”. Es por ello, que la
guerrilla del ONLF fue uno de los primeros grupos armados del Cuerno del África
al que se le vinculó de forma más beligerante con Al Qaeda. No obstante, pese a
los crímenes cometidos por ambos actores, a principios del año pasado el
gobierno de Etiopía, aseguró el comienzo de una ronda de negociaciones de paz
con la milicia. Sin embargo a fines de ese año, las buenas intenciones del
gobierno tocaban a su fin, por la tozudez y la falta de interés de la
guerrilla.
El ONLF reivindica
teóricamente, mayor autonomía y el desconocimiento de la constitución del país,
pero en la practica la guerrilla del Ogaden están jugando en pared con los
grupos fundamentalistas islámicos que asolan a la vecina Somalia. Es por ello,
que estas organizaciones lo único que buscan es la desestabilización de todo el
Cuerno del África.
Es decir, con la
guerrilla de Al Shabaab, otra organización fundamentalista, atacando Somalia e
incursionando en Kenia -recordemos el
atentado en el centro comercial en Nairobi- y la milicia del Ogaden acosando a
Etiopía, estaría prácticamente, todo el Cuerno del África bajo la amenaza del radicalismo islámico.
En lo que va de este
año 55 militares han fallecido y más de 10 bases militares han sido atacadas en
acciones armadas protagonizadas por la
guerrilla, que lo único que han conseguido por parte del gobierno, es la dación
de leyes draconianas que están restringiendo y limitando los espacios democráticos en el país y los derechos ciudadanos de los etíopes.
La solución al conflicto de Casamance en Senegal, está en la agenda política del presidente Macky Sall. |
No menos enrevesado,
aunque de menor perfil, resulta el conflicto de Casamance, considerado uno de
los más antiguos enfrentamientos armados en el continente africano -más de 30
años de lucha- y ejemplo de fracaso negociador de sus actores.
En él, se entrelazan
las luchas de poder entre la guerrilla del Movimiento de Fuerzas Democráticas
de Casamance -MFDC- y el gobierno de Senegal. Pero sobre todo, las diferencias
históricas y culturales entre las modernas y prosperas ciudades del norte del
país y la pobreza sureña. Y para ser más preciso, entre la etnia diola
mayoritaria en la región sureña de Casamance y de confesión católica y animista
y los wolof grupo étnico dominador del país y mayoritariamente musulmán.
Los primeros europeos
en llegar a Casamance, un territorio enclavado entre las actuales Gambia y
Guinea Bissau, fueron los portugueses, que la convirtieron en fuente de
esclavos para su lucrativo negocio. Sin
embargo tras la Conferencia de Berlín y el reparto del África, este territorio
pasó a formar parte del África francesa. Pero los diola, aferrados a sus
ancestrales tradiciones ofrecieron una tenaz resistencia a la colonización.
Francia decidió
utilizar a los wolof para someter y discriminar a los diola, ya que los puestos de la
administración eran ocupados por gentes provenientes del norte, lo que acrecentó
el malestar diola hacia esa etnia.
Esta situación se
siguió produciendo tras la independencia de Senegal en 1960. La llegada de los
colonos del norte durante los años posteriores a la independencia no hizo sino
aumentar ese malestar, sobre todo tras el reparto de las mejores tierras entre
los recién llegados, hecho que los habitantes originarios de Casamance
consideraban una usurpación. Este malestar y encono contra el gobierno
senegalés estalló en forma violenta al constituirse en 1982 la guerrilla del MFDC,
cuyos esporádicos operativos militares estaban dirigidos contra las bases del
ejército de Senegal asentadas en la zona.
Milicias del Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance -MFDC- que se enfrentan al gobierno de Senegal. |
Pero tras años de lucha
silenciosa, por fin, el actual presidente senegalés Macky Sall, parece haberse
fijado el fin del conflicto de Casamance, como una cuestión determinante en su
agenda. Por la estabilidad de una de las democracias más estables del África,
esperamos que el gobierno de Senegal logre plenamente los objetivos de su
agenda.
Es no obstante, el último
conflicto, quien mas portadas ha acaparado en los últimos años. En el año 2010,
el autobús de la selección de fútbol de Togo era tiroteado a su paso por la región
de Cabinda en Angola, durante la previa de la Copa Africana de Fútbol. La acción
armada, en la que tres personas fallecieron, suponía la ruptura del alto el
fuego entre el gobierno de Luanda y el Frente para la Liberación del Enclave de
Cabinda -FLEC- iniciado cuatro años antes.
El objetivo del FLEC es
la independencia de Cabinda, ahora parte del territorio de Angola. Pero este país
no está dispuesto a desprenderse de una región rica en recursos petroleros y gasíferos,
estratégica zona donde se extrae el 60% del petróleo que produce Angola. Como tantas
otras veces, los intereses de las multinacionales del petróleo y las luchas
entre Estados Unidos, Francia y China por poseer esferas de poder económico en
el continente, son las claves para entender este conflicto.
La provincia angoleña de Cabinda está enclavada en las costas de la República Democrática del Congo. |
En 1975 Portugal le concede
la independencia a Angola y este país incorpora a Cabinda a su territorio. Desde
ese momento se forma la guerrilla autonomista en Cabinda y empieza la lucha
armada en contra del gobierno angoleño.
Habría que recordar, que el naciente
gobierno angoleño estaba dirigido por el socialista Movimiento Popular de Liberación
de Angola, organización de izquierda que empieza a desarrollar una serie de
reformas sociales en el país e iniciando una estrecha relación política, diplomática
y militar con Cuba. Por lo cual la guerrilla de Cabinda empieza a recibir apoyo
logístico y reconocimiento político de los gobiernos conservadores del África,
como: la antigua Zaire, la República Centroafricana, Gabón, Uganda, entre otros
estados gobernados por dictaduras pro occidentales. Con el paso de los años, el
fin de la guerra fría y la pérdida de la intensidad del conflicto, se haN perdido totalmente los apoyos a la causa de Cabinda.
Desde hace cinco años,
existe una situación de repliegue de las acciones militares de la guerrilla del
FLEC, salvo el atentado contra el equipo de fútbol togolés, los
independentistas de Cabinda, tanto por sus divisiones internas, como por los éxitos militares del ejército angoleño, han perdiendo la iniciativa militar y política en este conflicto.
No cabe duda que nos
encontramos ante otro conflicto africano, como los anteriormente descritos, con
profundas raíces coloniales. De nuevo se cuestiona la inviolabilidad de las
fronteras establecidas por las potencias europeas: que no es tal, como ya hemos
visto en los casos de Sudán del Sur y de Eritrea. Y una vez más se pone a
prueba la capacidad de las partes para resolver el conflicto sin recurrir a la
violencia.
Es una pena que se
desaproveche una oportunidad de resolver estos conflictos olvidados que han causado
innumerables victimas, refugiados y atraso económico a los países involucrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario