ROBERT MUGABE:
DE
HÉROE A DICTADOR
Por: Javier Fernando
Miranda Prieto
Robert Mugabe luchó en su juventud por la independencia de su país. Lleva 33 años en el poder, el otrora héroe de la lucha contra la segregación racial asume su séptimo mandato consecutivo. |
El pasado 22 de agosto,
Robert Mugabe el casi eterno presidente de Zimbabue juramentó su séptimo mandato
consecutivo a la primera magistratura de su país, en un ambiente aparentemente festivo
y multitudinario.
Una treintena de jefes
de Estado y más de 60,000 personas, la mayoría de ellas empleados y
funcionarios del gobierno, fueron congregadas en el célebre National Sports
Stadium de la ciudad de Harare, para dar realce a una solemne ceremonia que
coronaba así, un cuestionado proceso electoral donde el candidato-presidente se
hizo reelegir una vez más, ante la pasividad y resignación del sacrificado e
inmolado pueblo zimbabuense.
La historia de Robert
Mugabe en Zimbabue fue, aunque parezca inverosímil, muy similar a la de Nelson
Mandela en Sudáfrica. En su juventud ambos líderes africanos lucharon por la
libertad e independencia de sus países, los cuales estuvieron controlados por
una minoría blanca que reprimía los derechos de la mayoría negra. Ambos fueron
encarcelados por sus luchas autonomistas y una vez en libertad, llegaron al
poder como héroes nacionales.
Pero ahí se acaban las
comparaciones. Mientras Mandela, héroe de la lucha contra el apartheid, abandonaba
el cargo luego de terminar su primer y único mandato presidencial (1994 a
1999), Mugabe seguía enfrascado en el poder. Ahora, luego de 33 años de
gobierno, ha obtenido una nueva y dudosa victoria que lo ha reelegido por
séptima vez consecutiva desde 1980, y en esta oportunidad fue investido en una
ceremonia muy fastuosa, que para muchos observadores, le podría haber costado al
precario presupuesto estatal, cerca de dos millones de dólares.
Zimbabue país sin litoral, que vivió un régimen segragacionista dirigido por una minoría blanca. |
Gracias a este afán
reeleccionista, Mugabe de 89 años, ha pasado de ser el héroe y figura
sobresaliente entre los líderes del Tercer Mundo, a convertirse en un dictador
y genocida, que está llevando a Zimbabue hacia una fragmentación política y un
caos económico y social. Paradójicamente, en un país donde confluyen, una rica
y milenaria herencia cultural y una heroica y consecuente lucha
independentista.
La Republica de
Zimbabue, desde un inicio tuvo un singular y violento proceso de
descolonización. Aunque, para no cometer el mismo y recurrente error de muchos
historiadores, habría que precisar que así como en el resto de países
africanos, la historia y el origen cultural de Zimbabue no empieza con la
llegada de los europeos a sus costas, la historia del África no se inicia con
la brutal colonización de occidente. Existe en estos países, desde mucho antes, un horizonte histórico y cultural de milenios, el África no es solo cuna de la
humanidad, también es origen de civilizaciones muy antiguas, mucho antes de la
presencia de los europeos.
Como es el caso del
Gran Zimbabue, la milenaria “Casa de Piedra” –en el idioma de los shonas la
mayoritaria etnia de ese país- monumental ciudadela de piedra que data del
siglo X de nuestra era, un prodigio de sofisticada construcción civil, planificación urbana
y estética arquitectónica. Siglos después de esta gran civilización, a partir
del siglo XVII empezaron a llegar los europeos, primero los portugueses y luego
los ingleses, atraídos por las riquezas que ofrecían las minas de oro y platino
y por el comercio y tráfico de esclavos.
Ruinas de piedra de la ciudadela Gran Zimbabue del siglo X, milenaria construcción africana. |
Durante el proceso de
descolonización, en el año 1964 la minoría blanca de Rodesia del Sur, dirigida
por Ian Smith un terrateniente racista, declara unilateralmente la
independencia de Rodesia, constituyendo un régimen segregacionista al mejor
estilo de su vecina Sudáfrica. Este gobierno espurio no fue reconocido por las
Naciones Unidas, ni por la misma Inglaterra. Fueron casi 15 años de
sometimiento de una minoría blanca, a una vasta mayoría de población negra. De
esa lucha de resistencia surgió el Frente Patriótico dirigido por el joven
abogado y guerrillero Robert Mugabe.
Debido a su discurso
subversivo contra el gobierno racista de Ian Smith, en 1964 Mugabe es condenado
a cadena perpetua. Luego de diez años de encierro logra su libertad, pero se
refugia en Mozambique, desde donde dirige la lucha contra el apartheid rodesiano.
No sería sino hasta
1979, tras largas negociaciones diplomáticas realizadas en la misma ciudad de
Londres, cuando Rodesia finalmente proclama su independencia y deja de ser
colonia británica y territorio racista. Un año después, en 1980 nace la
Republica de Zimbabue, que erige a Robert Mugabe como su flamante primer
presidente.
Durante la primera
década de su gobierno, el país africano comenzó a progresar en todas las áreas. Mugabe se volvió muy popular en su país y en el extranjero por haber
dado a Zimbabue democracia, educación, salud e inversiones. Y en el plano
internacional, se erigió en uno de los principales líderes de los países del
Tercer Mundo. Sin embargo, desde los años noventa modifica la constitución para
dotarse de más prerrogativas y poderes absolutos, lo cual le permitía
reelegirse consecutivamente.
La Crisis económica en Zimbabue provocó una inflación anual de 150,000% y un desempleo de más del 80%. |
A partir del año 2000,
la crisis económica provocó una inflación anual superior al 150,000% y un desempleo
del 80%, que Mugabe atribuyó a una conspiración de los gobiernos occidentales y
de la minoría blanca que buscaban derrocarlo. Aplicando medidas demagógicas y populistas,
como la expropiación de las haciendas y fincas pertenecientes a propietarios blancos,
a favor de los campesinos pobres sin tierra o repartiendo bonos de alimentos a
sus simpatizantes en los barrios marginales. Creando con ello, todo un sistema
de manipulación y clientelismo políticos en la población más pobre del país.
Recurso demagógico y propagandístico que puso en práctica en cada nueva elección presidencial.
A pesar de ello, en las
elecciones del 2008, el candidato opositor Morgan Tsvangirai del centrista Movimiento
por el Cambio Democrático -MCD- ganó la primera vuelta de esas elecciones. Esto
fue un duro golpe para el orgullo de Mugabe, que se negó a reconocer su
derrota. El resultado generó una sangrienta ola de violencia en todo el país,
una represión de parte del gobierno que acabó con la vida de más 500 seguidores
de Tsvangirai.
Morgan Tsvangirai lider opositor que gobernó en alianza con Mugabe
los últimos cinco años, lo cual melló su perfil político. |
Pero este año,
Tsvangirai volvió a presentarse como candidato, aunque su co-gobierno con el dictador durante los últimos cinco años a mellado su perfil político. Pero como se esperaba, Mugabe ganó nuevamente
generando una ola de cuestionamientos en la comunidad internacional, pese a que
el organismo electoral ratificó su victoria.
Robert Mugabe parece
que ha logrado quedarse una vez más en el poder. Quizás piense morir en el
cargo, como lo había advertido en el 2008 cuando dijo: “Solo Dios puede
quitarme el poder que me dio”. Esperamos, que muy pronto, los zimbuenses logren arrebatarle el poder al dictador, autoridad que soberana y legitimamente les corresponde.
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