lunes, 29 de julio de 2024

 

KASAI:

VIOLENCIA EN EL CORAZÓN DEL CONGO 

Por: Javier Fernando Miranda Prieto

 

La población de Kasai vive entre el fuego de las FF.AA congoleñas y los grupos rebeldes. 
Lo cual ha generado un desplazamiento de 1,4 millones de personas.

Si bien es cierto, que la provincia de Kasai, ubicada al centro de la RD del Congo, se ha venido recuperando de la violencia vivida en 2017, que originó un desplazamiento interno de 1,4 millones de personas y forzando a 35 mil congoleños a refugiarse en la vecina Angola, desde el año pasado, Kasai lamentablemente, sigue formando parte de esta geográfica de la violencia, que persiste en el corazón del Congo. Desde el 2019, esta provincia casi olvidada, ha visto morir a más de 1,300 de sus habitantes a manos del ejército congoleño y de las sanguinarias milicias de Kamuina Nsapu, grupo rebelde que pugna por el retiro de las Fuerzas Armadas de la zona.

Según el último informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, seis de cada diez de los que huyen de sus hogares en la región de Kasai son niños. Son unos 150 mil niños y niñas abandonados, víctimas de ataques constantes, de detenciones arbitrarias y de abusos sexuales.

La provincia de Kasai es el escenario de un creciente desastre humanitario, en una nación donde la violencia aumento entre los años 2016 al 2018, periodo final de la dictadura Joseph Kabila. En la actualidad, el gobierno civil del presidente Félix Tshisekedi, que inauguró su segundo mandato el año pasado, no ha hecho mucho para parar esta violencia, las acciones armadas solo se han amenguado gracias a las organizaciones de auto-defensa de la población. Según la UNICEF, el futuro de toda una generación de niños está en riesgo en la región de Kasai. Se estima que alrededor de la mitad de los miembros de la milicia rebelde son niños -muchos menores de 15 años- y más de 500 han sido captados como combatientes o usados como escudos humanos.

      “Kasai es un importante productor de diamantes,

          de ahí el gran valor económico y geopolítico

             de esta remota y martirizada provincia”

Kasai se ubica al centro de la RDC y tiene un gran valor 
estratégico y económico por su producción petrolera.

Los remanentes de la banda de Kamuina Nsapu, surgió hace cuatro años para resistir al ejército regular, por diferencias políticas y étnicas, la mayoría de sus miembros pertenecen al pueblo Luba. En el 2016 su líder y fundador Jean-Pierre Mpandi, fue asesinado por el ejército congoleño, generando en un primer momento, una violencia incontenible de parte de sus seguidores, los cuales se vieron abatidos por el accionar del ejército regular, produciéndose una desbandada de las milicias rebeldes. Las nuevas acciones de insurgencia de la recompuesta banda Kamuina Nsapu, es generada por el malestar que impera en las áreas urbanas y rurales de Kasai que defienden sus tradiciones étnicas y culturales.  

Por parte del Gobierno congoleño únicamente se ha enfocado el problema desde una perspectiva de seguridad, creando una nueva zona militar, que engloba a las provincias de Kasai, Kasai Oriental y Kasai Central, y desplegando más tropas sobre el terreno. Estos efectivos del ejército congoleño, con bajos salarios, mala preparación y una formación deficiente, han sido acusados en numerosas ocasiones de emplear la fuerza militar de manera desproporcionada contra la población civil de la zona. Otra derivada del conflicto es que las comunidades afectadas no puedan preparar sus terrenos para las cosechas que empieza en el mes de agosto, con las graves consecuencias sociales que ello llevaría aparejado

“Según la UNICEF, el futuro de toda una generación          de niños está en riesgo en la región de Kasai”

Toda una generación de niños de Kasai está en riesgo. Son más 
de 150 mil niños y niñas abandonados.

Además, no hay que olvidar los intereses económicos que están en pugna en esta región. Kasai produce una décima parte de los diamantes industriales del mundo, esta región es la de mayor acumulación de diamantes y oro en el planeta, sus minas poseen mayor concentración de minerales que las de Sudáfrica, de ahí el gran valor económico y geopolítico de esta alejada como codiciada provincia congoleña. 

No hay que olvidar, que desde principios de este año se ha incrementado el flujo de refugiados congoleños en la llamada zona de la Triple Frontera, que conforma con Tanzania y principalmente con Zambia, en la provincia de Luapula. Localidad que se ha convertido en refugio de congoleños venidos de la vecina Katanga, Kasai y de las provincias de Kivú. Provocando malestar en el gobierno de Lusaka, lo que ha generado que el gobierno de Zambia, haya incrementado el resguardo fronterizo. Pero en esta zona, desde hace algunos meses, están instalados campamentos de ACNUR y MSF, por lo cual, por ahora, la calma es relativa....como todo en esta región de África. 

Por otra parte, el organismo de las Naciones Unidas para la infancia, nombró la semana pasada a tres expertos para dirigir una investigación internacional sobre los crímenes contra la población civil perpetrados en Kasai, asimismo han acusado a miembros del ejército congoleño de la autoría directa por estos hechos repudiables y por haber realizado la mayoría de las decenas de fosas comunes descubiertas en los últimos meses.

Como vemos, las rivalidades étnicas, las pugnas políticas y la gravitación de sus ingentes recursos naturales, podrían estar alimentando los temores de un conflicto más amplio en el corazón del Congo, cuyo epicentro provendría de la casi desconocida y martirizada provincia de Kasai.

 

 

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