martes, 30 de julio de 2024

 

NIGERIA:

EL OLVIDADO "DELTA DEL NÍGER"

Por: Javier Fernando Miranda Prieto

 

La región del "Delta del río Níger" se ubica al sur de Nigeria y cubre una extensa área de más de 70 mil km2, de los cuales 20 km2 son humedales.

El Delta del río Níger al sur de Nigeria, es un lugar en donde se mezcla: el olvido del Estado, la voracidad e impunidad de las empresas petroleras, el crimen ecológico y la violencia armada. En la región oeste de la zona tropical de África, el gran delta del río Níger cubre una extensa área de unos 70 mil km2. De éstos, 20 mil km2 son humedales. Allí, alrededor del delta, se asientan más de 20 millones de personas de diferentes grupos étnicos, en medio de un sistema natural y una biodiversidad única en el continente africano. Aparte de sostener gran cantidad de fauna y de flora, sus suelos y sus ríos son lo suficientemente ricos para permitir una gran diversidad de cultivos, bosques tropicales y la mayor cantidad de especies de peces de agua dulce, en comparación con cualquier otro ecosistema del oeste africano.

Pero desafortunadamente para el delta del Níger, hace varias décadas se descubrió petróleo en esa región. Las excavaciones se iniciaron en los años 60 y en el año 1976 llegaron las grandes y voraces compañías petroleras. Desde ese momento ha habido una indiferencia y negligencia total por parte del gobierno, del Estado nigeriano y de las empresas petroleras, en lo referente al control y la supervisión de la extracción del crudo en esta extensa zona. Es importante anotar que el 40% de las importaciones de crudo que realiza los Estados Unidos, provienen de este lugar, añadiéndosele un valor estratégico y geopolítico.

       “En el Delta del Níger se asientan más de 20 millones

           de personas de diferentes etnias, dentro de una

         rica biodiversidad única en el continente africano”

La Corporación Nacional de Petróleo de Nigeria, la empresa petrolera publica nigeriana, admite que cada año, como resultado de casi 300 derrames individuales, se arrojan al medio ambiente cerca de 2.300 m3 de petróleo. Esta cifra es sin tener en cuenta los derrames “menores” que se presentaron entre 1960 y 1997, y que pueden aumentar el estimado en 100 millones de barriles (16 millones de m3). Por estos constantes derrames de crudo, los ecosistemas han sufrido un enorme impacto. Grandes extensiones de manglares han sido destruidas junto con la flora y la fauna que allí se encontraban. Los ríos y los peces se han contaminado y las cadenas alimenticias, incluyendo a las poblaciones humanas, se han visto afectadas.

 Las diferentes etnias o pueblos originarios que están asentadas en esa región, han sido poco o nada atendidas por el estado y la mayoría de ellas viven bajo el umbral de la pobreza. Sus tierras de cultivos son escasas, al igual que el agua y la pesca debido a la contaminación. El dinero que le entra al estado de Nigeria por la extracción del petróleo equivale al 50% del PIB, pero estos ingresos no repercuten en el desarrollo social de la zona, no existen programas de desarrollo para las comunidades que están completamente reprimidas y explotadas. Para hacer más compleja la situación en el Delta del Níger, esta estratégica región convive, desde hace dos décadas, con una muy activa milicia armada de tinte izquierdista.

Los derrames de petróleo han generado una aguda
crisis ambiental en dicha región.

Eclipsadas por las brutales acciones terroristas de Boko Haram, la secta yihadista que opera en el noreste del país, las guerrillas nigerianas asentadas en el delta del Níger, no aparecen con frecuencia en los radares de la prensa mundial. Este movimiento guerrillero surge durante los años de la dictadura militar, al calor de las protestas populares contra la pobreza y la contaminación de su región, después que las compañías petroleras comenzaran a explorar la zona en la década de los años 70.

Actualmente, el más conocido de estos grupos, el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND), fundado alrededor del 2003, exige una democratización de la renta petrolera y una limpieza de las aldeas contaminadas por el petróleo, justas reivindicaciones que son desoídas por el Estado nigeriano.

               “Los derrames petroleros han contaminado:

               manglares, ríos, flora y fauna de esta región”

Hoy en día, subsiste una gran represión por parte del gobierno del presidente Bola Tinubu, elegido el año pasado, el cual impide que las comunidades de la zona se manifiesten a favor una justa redistribución del canon petrolero y en contra de la militarización de la región. Al igual que en la historia del coltán en la RD del Congo, detrás de estos recursos petroleros, tan importantes para el desarrollo económico, social y tecnológico de la zona, hay una larga historia de violencia y postergación contra la población de la zona.

Estas formas de explotación son completamente insostenibles y es inconcebible que empresas que están allí, como las transnacionales Shell, BP, Exxon Mobil, Fonterra o Chevron, no actúen a favor de la población del delta del Nìger y no hagan nada por la protección y preservación de sus recursos naturales.

 

 

 

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