jueves, 31 de enero de 2013


EL  ISLAMISMO RADICAL: HECHURA DE OCCIDENTE

Por: Javier  Fernando  Miranda  Prieto

El fundamentalismo islámico es la expresión más reaccionaría, retrograda y conservadora del Islam.

El presidente francés François Hollande, lo ha reiterado en más de una ocasión y no le ha faltado momento para no enfatizarlo, el único objetivo que ha tenido el ejercito galo para incursionar en territorio de Mali, ha sido: “impedir que grupos rebeldes islámicos, que controlan el norte de Mali, tomen control de todo el país y desestabilicen con su ideología fanática toda la región”. Asimismo, Hollande ha señalado, para que no quede duda, que si Mali se convierte en un refugio de islamistas radicales, la propia seguridad europea estaría en riesgo.

Y para no quedarse atrás, el propio canciller francés Laurent Fabius ha destacado  que: “Permitir que lo que una vez fue un país estable del África Occidental colapse completamente, ante una ofensiva de grupos yihadistas cuyo objetivo es exportar la guerra santa, seria arriesgar la seguridad y estabilidad de occidente”.

Como se ve, ante tanta amenaza fanática de integristas e islamistas fundamentalistas, que pretenden desestabilizar la civilización occidental y cristiana desde el Magreb y de paso amenazar los intereses económicos y estratégicos de occidente en la región, las autoridades francesas no tuvieron otro recurso que activar de emergencia y de forma inmediata, todo su aparato y maquinaria militar de intervención rápida.

Apropósito,  la intervención del ejército francés en Mali no ha sido rápida, fue meteórica. No acabábamos de saber que los rebeldes habían tomado Konna, cuando ya los franceses estaban en Mali. Aviones, helicópteros, misiles, tanques, ejércitos. ¿Todo eso se prepara en un día? Esto ya estaba preparado con bastante antelación. Además del rédito, que esta operación, le está dando a Hollande, no podemos olvidar, ni el oro ni, sobre todo, el uranio, que hay que proteger y seguir expoliando. Pero claro, lo más importante era en ese momento, luchar contra las hordas de fundamentalistas islámicos.

Desde Pakistán occidente armaba y organizaba a los integristas afganos
Pero, a estas alturas del análisis, y aunque parezca de Perogrullo, cabe preguntarse: ¿Quiénes son los fundamentalistas islámicos? ¿De donde provienen? ¿Como aparecieron en el norte de África? ¿Por qué tanto odio hacia occidente? ¿Occidente tuvo que ver con su génesis?

Los términos: fundamentalismo islámico, integrismo musulmán, yihadismo, en pocas palabras, podemos decir que se les utiliza para referirse a una interpretación muy rígida del Islam, que justifica el uso de la violencia para alcanzar sus objetivos políticos. El más importante y comprehensivo de estos objetivos, es la creación de una sociedad ordenada según los preceptos tradicionales islámicos, es decir, es la lectura rigorista del Corán, aplicado a una praxis social y política.

De esa manera hablamos de fundamentalismo islámico, cuando se hace referencia, por ejemplo, al régimen que implantaron los Talibanes en Afganistán durante los años 1996 al 2001, o también para referirnos a la organización Al Qaeda fundada por Osama Ben Laden. Es decir, es la expresión más retrograda, conservadora y reaccionaria del Islam.

Adicionalmente, habría que añadir al integrismo musulmán, una característica muy particular, su fuerte carácter anti occidental, el repudio y el odio que sienten los islamistas radicales a las costumbres culturales y a la ejecutoria diplomática y política de Europa y los Estados Unidos.

El carácter anti occidental del fundamentalismo islámico, se puede explicar por las largas décadas de colonización europea (Francia e Inglaterra) y su secuela de explotación, marginación, racismo y expoliación hacia los paises árabes. Y por la reiterada política intervencionista de los Estados Unidos en los países del Cercano y Medio Oriente.

Ejemplificado por: su estrecho acercamiento a Israel, el principal aliado estratégico de los norteamericanos en la zona, la sobre explotación de los recursos energéticos de los países de la región, el problema Palestino, la militarización de los países árabes por parte de los Estados Unidos, el conflicto con Irán, la estigmatización del islamismo por la sociedad norteamericana, entre otros aspectos.

De los campamentos de islamistas afganos surge la figura de Osama Ben Laden
Pero los Estados Unidos y sus aliados europeos siempre han jugado con fuego, a la hora de querer defender sus interese en el mundo. Durante la guerra fría los norteamericanos encontraron en el fundamentalismo islámico uno de sus mejores aliados contra los gobiernos progresistas, socialistas, que rechazaban el  dominio norteamericano.

Recordemos, en 1965 en Indonesia, cuando se produjo el golpe de Estado del general Suharno, aliado de los Estados Unidos, los integristas musulmánes se encargaron de organizar los escuadrones de la muerte, que asesinaron a más de millón y medio de comunistas. En Turquía, incluso llegaron a cooperar con los militares turcos, financiados por los norteamericanos, en la represión de la revuelta nacionalista Kurda.

Asimismo, en la represión a la resistencia palestina en setiembre de 1970, del lado del ejército jordano, además del armamento norteamericano y tropas paquistaníes, participaron milicias yihadistas financiadas por los Estados Unidos. Los Hermanos Musulmanes egipcios, patrocinados por los ingleses y norteamericanos, fueron una dura oposición al gobierno nacionalista de Náser. 
   
Pero fue en los años ochenta, que los Estados Unidos y sus aliados europeos inician un apoyo incondicional a los grupos islamistas radicales de Afganistán, generando esta brutal violencia islámica, que esta viviendo occidente en la actualidad.

A raíz de la invasión soviética a Afganistán, Arabia Saudita, Pakistán, Inglaterra y los Estados Unidos utilizaron a los islamistas afganos y extranjeros para hacer la guerra a la Unión Soviética y al régimen afgano. Buena parte de ese yihad (guerra santa) anticomunista se financió con recursos de la CIA, recibían entrenamiento y recursos bélicos de parte del Pentágono, además, desde territorio pakistaní, se entrenaban y aleccionaban a los yihadistas en las Madrazas (escuelas coránicas), en donde se reforzaba su fanatismo religioso.

En aquel tiempo, hasta el presidente norteamericano Ronald Reagan aclamaba a los islamistas anticomunistas de Afganistán, como los “luchadores de la libertad”. Esta de más decir, que de esas bases islamistas y de esos campamentos de combatientes afganos, surgió la figura de Osama Ben Laden y su organización Al Qaeda.

Después del retiro de los soviéticos de Afganistán, a fines de los ochenta, la marea fundamentalista se esparció por toda la región, se establecieron bases de Al Qaeda en Pakistán, la Península Arábica, Yemen y el Magreb (norte de África). El yihad anticomunista se trocó en un yihadismo anti occidental, que se vio reforzado con la invasión a Irak por parte de Estados Unidos y sus aliados occidentales en el año 1991, en lo que se llamó la primera Guerra del Golfo.

Los EEUU apoyaron con todo a los islamistas anti-Gadafi en Libia.
Las acciones de Al Qaeda, desde ese episodio, se van hacer sentir en todo el mundo, pero su operación terrorista estelar se da en el 2001, con el derrumbamiento de las Torres Gemelas en Nueva York el 11 de setiembre (11 S).  Estados Unidos con esta acción demencial, comprobaría el grave error que cometió, al haber utilizados, por decadas, a los grupos integristas musulmánes, para defender sus intereses estratégicos en el mundo. El fundamentalismo musulmán se convirtió en el hijo bastardo de occidente, aunque esta paternidad nunca quiso ser reconocida. Y como en toda tragedia griega, el hijo despreciado, se venga de su padre, tragándose sus ojos.

En el 2011, en plena primavera árabe, aquel movimiento social y político de masas que despertó al mundo árabe, y que en un principio no estuvo en el radar político de occidente, muy pronto fue usado por los norteamericanos, para sus fines e intereses geopolíticos. Los Estados Unidos y sus aliados, se embarcaron con todo, para desestabilizar y derrocar al régimen de Muamar Gadafi de Libia.

Los países occidentales, a pesar de la trágica experiencia resultante de Afganistán, reinciden en el error político de apoyar con armas, logística y tropas a toda la oposición libia, incluyendo a la amalgama de organizaciones integristas que luchaban contra el gobierno laico de Libia. Luego de la caída de Gadafi, esas armas, misiles y demás armamento de occidente, pasaron a las manos de estos grupos fundamentalistas, quienes se distribuyeron en diferentes países del norte de África, incluyendo zonas de por sí, muy conflictivas como: Argelia, Níger y Mali.


La expulsión de los islamistas de Mali, supone su ubicación en otros países
Efectivamente, las armas que en la actualidad están amenazando a las tropas francesas en Mali, es perfectamente probable que sean de procedencia americana o europea, o el armamento automático usado por una fraccion de Al Qaeda contra los europeos secuestrados en Argelia, es lógico que sea de la misma procedencia. Es decir, el hijo bastardo -el fundamentalismo islámico- se sigue vengando de su padre -los países de occidente-.

En la actualidad, con la liberacion de las ciudades del norte de Mali por las tropas francesas, es lógico suponer que los islamistas se desplacen a los diversos países vecinos. Si alguien piensa que los integristas islámicos, no van a llamar a la acción internacional de sus bases, igual que se realizó en Afganistán, no conocen la voluntad de Al Qaeda por invertir esfuerzos en el frente del norte de África.

La expulsión de estas fuerzas de Mali, sólo puede suponer su instalación y consecuente desestabilización de otros países. Puede que los países occidentales no estén en guerra con el islam, pero como lo disimulan. Se han pasado diez años, desde el 11 S, secuestrando, torturando, asesinando, bombardeando, invadiendo y ocupando países de mayoría musulmana (Afganistán, Irak, Libia, Pakistán, Somalia) es decir, poniendo más leña al fuego, para que siga ardiendo la llama del fanatismo islámico.





jueves, 24 de enero de 2013








LOS  


TUAREGS






Por: JAVIER MIRANDA PRIETO



Que los Tuaregs, tengan un espíritu rebelde, que no se adaptan a las fronteras que han heredado de la colonización de los diversos países que habitan, no es nada nuevo.  Los Tuaregs, un pueblo bereber, con una cultura, lengua y etnia propia, con una población de más de millón y medio de personas, las cuales habitan, por siglos, en una amplia zona del Sahara, que comprende los actuales países de: Mauritania, Mali, Níger y el sur de Argelia, tradicionalmente nómadas, aunque cada día menos, nunca han reconocido las fronteras que fraccionan su territorio y han seguido moviéndose por el desierto como han querido, sin reconocer ni doblegarse ante ninguna autoridad o fronteras establecidas.
Así son los Tuaregs, un pueblo milenario, victima de la injusta demarcación territorial heredada de la colonización europea en el África. A pesar de vivir en condiciones cada vez más difíciles, los Tuaregs continúan luchando para preservar su cultura en pleno siglo XXI. Este pueblo que solo busca el reconocimiento de su autonomía o independencia, se ha visto demonizado en los medios de comunicación occidentales, a raíz del actual conflicto militar en Mali, en donde se enfrentan el poderoso ejército militar francés y los grupos fundamentalistas islámicos.

Para poder tener, una mejor información sobre este pueblo nómade del Sahara, publicamos en esta oportunidad un interesante y bien documentado artículo de la periodista brasilera, especialista en temas africanos  JULIANA IOOTTY, aparecido en la revista Cuadernos del Tercer Mundo.

                                                                                                         

Los tuaregs, el pueblo nómade del Sahara, continúan luchando para preservar su cultura y obtener su autonomía


Hubo un tiempo en que aquél que osase atravesar las dunas del Sahara sería invariablemente sorprendido por la visión, mágica y enigmática de las caravanas nómadas. Grupo de hombres que, montados en camellos y con el rostro cubierto de velos, cumplían elegantemente sus peregrinaciones por las grandes extensiones de arenas estériles.
Eran los tuaregs, los señores del desierto, pueblo beduino cuyo modo de vida se caracteriza por la trashumancia a través de los territorios del norte del África. Sin embargo, con el pasar de los años, diversos factores –como la colonización, la guerra, y las dificultades propias de la vida en un ambiente tan hostil- volvieron la presencia de estos hombres en el desierto, cada vez menos frecuente.


Hoy, la mayoría de los remanentes de estas tribus está confinada a la vida sedentaria en las pequeñas ciudades del norte africano. Muchos fueron forzados a aceptar la ciudadanía de los países que los acogieron, obligados a distanciarse cada vez mas de su cultura, su lengua y de sus rígidas normas morales.


Origen Incierto: Pero ¿Quiénes son los tuaregs? En verdad, aún hoy su origen continúa siendo un enigma. Geógrafos, antropólogos, etnólogos, lingüistas, elaboran diversas hipótesis para explicar el surgimiento de este pueblo, pero no llegaron a un consenso. Actualmente, los tuaregs viven en un área que abarca la mayor parte del norte de Mali, Níger, Mauritania y el sur de Argelia y su población se estima en más de millón y medio de personas.
Durante siglos los tuaregs preservaron su forma de vida, eso sin embargo, se vuelve cada vez más difícil.

Un Pueblo Nómade: Vital para la supervivencia del mundo tuareg, el nomadismo influye de modo profundo en la formación de sus estructuras sociales, altamente jerarquizadas.

En verdad, para ellos es fundamental, la libertad de ser trashumante, pues sólo ello permite a un individuo escoger a sus vecinos y distanciarse de ellos cuando se vuelven inconvenientes.

En la cultura tuareg son los hombres los que viajan en las caravanas, mientras las mujeres los esperan cuidando la tienda, los niños y administrando la comunidad. A pesar de que algunas tribus son matriarcales, las mujeres tuaregs, son lo general sumisas a los hombres.
La cultura tuareg, aunque posee un alfabeto, no es escrita o conservada en documentos. Los únicos textos escritos son cartas de amor, que son rasgadas después de la lectura. Nunca hubo necesidad de documentos para preservar su cultura. Hasta pocos años atrás, ella no corría el riesgo  de desaparecer.

Choque Cultural: Nómades y con rígidas normas de conducta, para los tuaregs el contacto inevitable con el llamado mundo moderno muchas veces, ha significado el abandono de su propia cultura. Eso quedó claro en 1973, cuando una enorme sequía arrasó los pastos y mató a casi todo su rebaño, siendo considerado como el año de la última gran trashumancia. Sin ganado, sin poder alimentase y sin fuerzas para trabajar, fueron obligados a partir en busca de caridad y de empleo en las ciudades.
La preservación de su lengua, por ejemplo, fue –y es en la actualidad- seriamente amenazada, pues algunos países que los acogieron exigieron que aprendan el árabe. La aculturación también tuvo un efecto devastador en el orden moral de los nómadas. 
Los jóvenes, ya nacidos lejos de su tierra, bebían, apostaban dinero y fumaban, hábitos inadmisibles en la comunidad del desierto. 
Desterrados, los tuaregs perdieron el control de una gran parte de su espacio. Fueron re-censados y se volvieron ciudadanos de otros países, sin ser consultados. Eligieron por ellos.

Lucha por su Territorio: A pesar de ser nómadas, los tuaregs reivindican un territorio donde disfruten de autonomía para vivir según su cultura. Esa disputa ha sido una fuente de conflicto entre los tuaregs y los gobiernos de algunos países africanos, principalmente con Mali.

Cuando este país, que tal vez sea el que albergue mayor número de tuaregs, se declaró independiente en 1960 el gobierno, cuya mayoría de su población es negra, impuso sus leyes sobre los nómadas del norte, habiendo sofocado brutalmente varias rebeliones desde esa fecha.
Desde entonces, los tuaregs han realizado diversos levantamientos armados contra objetivos gubernamentales. En varias oportunidades, representantes del gobierno de Mali y los rebeldes tuaregs intentaron sentarse a la mesa de negociación, pero sin mucha suerte. Fatalmente, el grupo más representativo del pueblo tuareg, el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad –MNLA- cometió el más grave error político al aliarse, hace un año, con las milicias de Ansar Dine, un grupo tuareg islamista radical, quienes combatieron y expulsaron al MNLA de su territorio y provocaron la intervención armada de los franceses en Mali. 

En la actualidad los tuaregs estan entre dos fuegos: los islamistas radicales de Al Qaida y el ejercito de intervención francés.

En la actualidad, los tuareg del MNLA, están llevando la peor parte, se encuentran entre dos fuegos, sufren la persecución a muerte de los islamistas radicales de Al Qaida y por otro lado, el acoso indiscriminado de las fuerzas militares de los malienses, ahora con el apoyo del ejército de Francia. Además, está confirmado, a pesar del rígido control informativo que se dá en Mali, que el ejercito regular de este pais, esta realizando ejecuciones extrajudiciales contra mienbros de la comunidad tuareg, ante la pasividad o complicidad del ejercito francés. Quizá los tuaregs nunca puedan llegar a un acuerdo con el mundo moderno. Hace tiempo que el sable, símbolo de la nobleza y de la autonomía de este pueblo, fue substituido por rifles y fusiles.
Pero, por lo que todo indica, estos pastores nómades que hace siglos pueblan el desierto, continuarán luchando por el derecho a su independencia, movidos por la convicción y por el orgullo que tienen de haber sido los primeros hombres en pisar el suelo del Sahara.





sábado, 19 de enero de 2013


¿QUE  ESTA  SUCEDIENDO

   EN  MALI?

Por: Javier Miranda Prieto

Mapa de la Republica de Mali ubicada en la región Nor -Occidental del África, comparte con Mauritania y Niger la presencia de la minoría Tuareg.


En los años setenta durante la Guerra de Vietnam, el periódico norteamericano The Washington Post, escribía en un editorial una frase que se convirtió en el estandarte del periodismo: “En las guerras, la primera víctima es la verdad”.

La confirmación de esta sentencia, se está dando en la actualidad, en el conflicto armado que se vive en Mali, país del África occidental, que la semana pasada autorizó la presencia de las fuerzas militares de Francia en su territorio, para enfrentar a los grupos fundamentalistas islámicos.

El estricto control a los periodistas acreditados en el país africano y la prohibición de cubrir la información desde el lugar del conflicto, solo puede significar una cosa: no quieren testigos, ni periodistas desde la zona de combate.

¿No se han preguntado, por qué no han visto ni una imagen de lo que pasa en el terreno? ¿Dónde están las víctimas, los heridos? ¿Los edificios bombardeados? ¿Qué están bombardeando en las ciudades malienses? ¿Qué destrozos de vidas justifican un bombardeo a una ciudad? A diario siempre tenemos imágenes de Siria, como antes de Irak o Afganistán, pero ahora ni una sola vista de Mali. 

Combatientes del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) conformada por los Tuaregs que luchan  por sus justas aspiraciones autonomistas

Las razones pueden ser múltiples y seguramente se puede pensar que se trata de evitar que se produzcan nuevos secuestros -como el secuestro en la planta de gas en Argelia, hecho condenable que no sabemos hasta ahora, el número exacto de victimas o realmente como murieron los rehenes extranjeros- u otra razón puede ser, el velar por la seguridad de la población civil. Pero el resultado, hasta ahora, es solo uno, se está hurtando la posibilidad de ser informado en su momento y por tanto se está atacando a la libertad de prensa y a la verdad. ¿Hasta cuándo aceptaremos que nos limiten la libertad de saber, de conocer y de crearnos nuestro propio punto de vista?

Estas restricciones a la información, se vienen observando desde el pasado viernes 11, cuando Francia sorprendió al mundo entero, con un repentino envió de fuerzas aéreas contra los rebeldes islamistas, en su antigua colonia africana de Mali. La intervención militar pone de manifiesto, el miedo que los rebeldes aliados de Al Qaeda provocan tanto en Mali, como en la vecina Europa. Francia, con esta operación armada, podría estar metiéndose en una pantanosa y larga contienda, parecida a la que vivió los soviéticos en Afganistán o recientemente, los norteamericanos en Irak o Pakistán.

El presidente francés Francois Hollande, ha prometido quedarse en Mali, hasta que el país vuelva a ser seguro, pero ¿Cuánto tiempo será necesario? Creo que esa respuesta no lo sabe, ni el propio presidente galo.

Pero, ¿Qué sabemos realmente de Mali? La Republica de Mali, cuna de una de las civilizaciones más antiguas del África, independizada de Francia en 1960, ha sido en los últimos veinte años un modelo de democracia en el continente africano, hasta que en enero del año pasado, una alianza de tuaregs –grupo étnico minoritario, que dominan el norte del país y que reivindican su autonomía e independencia de Mali- denominada Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) se levantó contra el gobierno.

Guerrilleros de Ansar Dine -Defensores de la Fe- grupo fundamentalista islámico que han sembrado el terror en el norte de Mali.

En marzo del 2012, presuntamente frustrados por la falta de coordinación y los obstáculos que le ponía el gobierno para combatir la rebelión tuareg, un grupo de soldados malienses lideró un golpe de Estado y depuso al presidente. Aprovechando ese espacio de inestabilidad política, al mes siguiente el MNLA declaró la independencia de su estado Azawad –nombre que los tuaregs denominan a la zona que ocupan- e intentó formar una alianza con el otro movimiento rebelde tuareg, llamado Ansar Dine –Los Defensores de la Fe- de orientación islamista radical.

Para setiembre, Ansar Dine se había impuesto militarmente sobre el MNLA y establecido una estricta interpretación de la sharia (ley islámica) en las ciudades del norte que ellos controlaban, como: Gao, Kidal y Tombuctu, ciudad milenaria que es considerada por la Unesco, Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La aplicación de la ley coránica en esas ciudades, ha incluido castigos físicos como: amputaciones y muerte a pedradas. Asimismo, se está imponiendo en áreas conquistadas normas estrictas de vestimenta y comportamiento a las mujeres, así como la prohibición de la música y la danza, profundamente arraigadas en la cultura maliense. Se habla tambien, del uso de niños soldados en las filas de los rebeldes.   Generando, por todo ello, el desplazamiento forzoso de miles de personas de la zona. 

Solo en esta primera semana de conflicto, existen cerca de 200,000 personas que se vieron obligadas a abandonar sus casas y  a desplazarse a otras ciudades de Mali y otros 100,000 malienses huyeron a paises vecinos a causa de la inestabilidad.
 
Soldados franceses instalados en las calles de Bamako capital de Mali.

Hoy la coalición de fuerzas rebeldes islámicas está integrada también por Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) y el Movimiento de Unidad Yihadista del Oeste del África (MUYAO) organizaciones terroristas que planean controlar la zona del norte africano y organizar atentados contra objetivos occidentales.

Desde principios de enero, estos grupos armados se estaban acercando amenazadoramente hacia la estratégica ciudad de Konna, ubicada en el centro de Mali. Es a partir de esta avanzada rebelde, que empiezan activarse todas las alarmas en Francia, dando inicio a la más grande operación militar, realizada en el continente africano, por el cuarto ejercito más importante del mundo. Que hasta ahora, a desplazado a Mali a más de 2,200 efectivos militares franceses, dos cuadrillas de caza bombarderos, aviones de reconomicimiento (espías) y más de 20 helicópteros artillados, esto solo para empezar.

Francia ha insistido en que la operación desplegada es legítima y responde directamente a la solicitud del gobierno provisional de Mali, de que intervenga para proteger la integridad territorial del Estado.

Soldado de Mali en el areopuerto de Bamako, detrás los caza bombarderos franceses

Inicialmente todo indicaba que la misión debía durar unas semanas, ya que el enfoque era contener el avance de los islamistas. El presidente Hollande, sin embargo, declaró esta semana que el objetivo es “asegurar que cuando salgamos, Mali esté segura, cuente con autoridades legítimas, con un proceso electoral y que no haya terroristas amenazando su territorio”.

Pero a pesar, de estas declaraciones del presidente galo, los objetivos que se han trazado, tanto Francia como sus aliados occidentales, en esta arriesgada operación militar, difieren en algunos puntos: 

Lo importante, es desalojar a las fuerzas islamistas, ubicadas en la zona del Magreb, en donde Mali es un país estratégico para los aliados de Al Qaeda en la zona. Pero lo prioritario es: Preservar los ingentes recursos minerales que poseen este país, especialmente oro y uranio. Estabilizar políticamente a Mali y con ello a todas las ex colonias de Francia de la región. Y evitar, con esta presencia militar, posibles reivindicaciones territoriales o autonomistas –como las de la minoría tuareg- en los países del oeste de África.

Como escribía el diario Le Monde, en su editorial de este sábado 19 de enero: “Se saben cómo empiezan estas operaciones militares, pero nunca se saben cómo terminan o mejor, se saben que la mayor parte de ellas, han terminado muy mal”. Espero, que en este caso, el diario parisino esté equivocado.




martes, 15 de enero de 2013



CUENTOS

POPULARES

DEL  ÁFRICA
                                
En el África subsahariana, como en cualquier rincón del mundo, la gente cuenta historias para dar sentido al mundo y para instruir, para recordar las gestas de los antepasados o simplemente, para entretenerse. Si vemos cada cultura como una estrella, en el África no encontraríamos constelaciones, sino varias galaxias entrelazadas. La enorme extensión del continente, con su variedad de ecosistemas y diferentes paisajes geografícos, así como la multitud de leguas, dialectos y la diversidad de religiones, culturas y modos de vida que se despliegan sobre él, son los insumos insuperables para una oceánica creación literaria.

Una característica de la milenaria, amplia y rica tradición oral africana, es que esta no deviene de un país en particular, sino de una entidad más importante aún para estas culturas, provienen de la tribu, de la etnia, de esa comunidad ancestral que le da origen. Las fronteras que vemos hoy día en los mapas del África, son en gran medida, el resultado del despojo y repartija que los europeos hicieron en ese continente y de sus recursos naturales. 

En el África, raras son las etnias cuya presencia se limita a un solo país y raro es el país que este habitado por una sola etnia y si tenemos en cuenta que en ese continente conviven cerca de 2,000 grupos étnicos, podemos comprobar la amplitud y riqueza literaria que poseen.
A partir de esta entrada, regularmente estaremos ofreciéndoles diversas muestras de la tradición oral africana, para poder dar una idea cabal de la inabarcable riqueza de la literatura oral del continente donde nació la humanidad.
En esta primera entrega les brindamos tres cuentos de la región de Los Grandes Lagos: “El Chimpancé y Los Hombres”,  “Los Dos Hermanos” y “El Origen de los Pájaros”, que los difruten.

                                                                                                                             Javier Miranda Prieto
                             







                            El Chimpancé y Los Hombres

El chimpancé era perseguido a diario por los niños de las aldeas. Le disparaban montones de flechas y proyectiles de todo tipo. Sin embargo cierto día, dejo de huir. Para asombro de todos, lo vieron acercarse armado con una lanza y llego incluso a matar a un hombre.

Entonces uno de los jefes le preguntó al gran simio:

-¿Quién te ha dado esa lanza?

El simio replicó:

-Soy yo quien os pregunto: ¿quién me ha robado las lanzas?      ¿Acaso no estaba yo aquí antes de vosotros?  ¿Acaso, hombre, no has tomado mi lugar?  ¿No soy yo tu padre?






                       Los Dos Hermanos  

Dos hermanos, llevando consigo a una pintada, fueron al país de la Lluvia, donde vivía su hermana. Pues dijeron:

-Queremos ver a nuestra hermana y saber cómo le va.

Su hermana, al verlos llegar por el camino, dijo:

-A estos hombres no los conozco. Sin duda se acercan con malas intenciones. Este no es lugar para hombres malvados.

Tras llegar al país de Lluvia, los dos hermanos, agotados por el largo viaje, se tumbaron a dormir, no sin antes arrojar a la pintada a la copa de un árbol y decirle:

-Haz guardia tú, buena pintada y avísanos a tiempo para que no nos sorprenda ningún peligro.

Bien, por la mañana temprano, la pintada vio aproximarse a unos hombres que caminaban a hurtadillas. Y gritó fuerte para despertar a los hermanos dormidos. Pero ellos dormían profundamente y ni se movieron. La pintada gritó, diciendo:

-¡Despertad, despertad, despertad! ¡Se aproxima el peligro!

Pero ellos no se despertaban. Y los hombres que se acercaban a hurtadillas cayeron sobre ellos y mataron a los dos hermanos mientras dormían.

La pintada, con el batir de alas de la tristeza, regresó junto a la madre de los hermanos. La madre se llamaba Tura. La pintada se posó en un árbol delante de la casa de la madre y exclamó:

-¡Tura, Tura! ¡Tus hijos han muerto en el país de la Lluvia!

La madre llamó al padre de sus hijos, diciendo:

-¡Ven corriendo! ¡Oh ven corriendo! Escucha lo que dice la Pintada.

Y posada en el árbol, la Pintada dijo:

-¡Tura, Tura! ¡Tus hijos han muerto en el país de la Lluvia.

La madre le dijo al padre:

-Esas son las palabras que quería que escucharas, esas terribles palabras.

Y el padre se levantó, pues ahora era Viento y la madre Fuego. Y juntos se adentraron en el país de la Lluvia devastándolo y aniquilando a aquella gente malvada.







                   El Origen de los Pájaros

Un labrador tenía un campo de sorgo. El sorgo estaba maduro. Todos los 

días, dos pájaros venían a comer sus granos. Con fibras de sisal, el labrador 

fabricó pequeñas trampas y las ató a las espigas del sorgo.

El pájaro macho se dejó coger y el hombre le arrancó las plumas de las alas. Después, entregó el pájaro a los niños y les ordenó que les cortasen el cuello. Los niños cogieron un cuchillo. Pero el pájaro hembra apareció y les gritó:

-¿Por qué queréis cortar el cuello a mi marido?

Los niños no respondieron. El macho le gritaba:

-Amiga mía, déjalos hacer.

Empezaron a quitarle todas las plumas de todo el cuerpo. La hembra volvió a aparecer y les preguntó:

-¿Por qué le quitáis las plumas a mi marido?

-Deja que lo hagan –repitió el macho.

Empezaron entonces a asarlo:

-¿Por qué asáis a mi marido? –preguntó la hembra.

-Amiga mía, deja que lo hagan.

Cuando terminaron, cortaron al pájaro macho en pedacitos. Cada vez que cortaban un pedazo, la hembra preguntaba por qué lo trataban así. Y cada vez le contestaba el macho que les permitiera hacerlo.

Cuando se comieron el pajarito, todos los niños se vieron transformados en pajaritos de la misma especie. Son los que todavía vemos. Anteriormente, no había sobre la tierra nada más que estos dos pájaros de los que yo acabo de contar la historia.







lunes, 14 de enero de 2013


¿QUÉ BUSCAN LOS ESTADOS UNIDOS EN ÁFRICA?

Por: Javier  Fernando Miranda  Prieto

Aunque no lo parezca, en la actualidad muchos estrategas norteamericanos consideran al continente africano como una pieza central de la política exterior de los Estados Unidos. Cuya presencia se remonta al siglo XIX, cuando los norteamericanos toman posesión de una parte de la costa occidental del África –la actual Liberia- para asentar en ese territorio, a los esclavos libertos de la recién independizada Norteamérica.

Pero en los tiempos actuales, los intereses que animan a los Estados Unidos hacia el África no son tan plausibles como los de aquella época. Si habría que definir en una sola palabra el rol que los norteamericanos le quieren asignar al África dentro de su actual estrategia global, esa palabra seria: seguridad.

El entrenamiento y preparación de los ejercitos africanos por parte de los Estados Unidos son para defender sus intereses geopolíticos en el África


En primer lugar seguridad económica: por los ingentes recursos naturales (productos agrícolas, minerales, recursos hídricos, gas y en especial petróleo) que posee este continente. El objetivo principal de los norteamericanos, es asegurar la explotación del petróleo africano, con el fin de reducir su dependencia de la inestable región del Medio Oriente.
         “Si habría que definir en una sola palabra
            el rol que los EE.UU le quieren asignar
             a África, esa palabra seria: seguridad”

Ya que las importaciones norteamericanas de petróleo del Golfo de Guinea –ubicada en la costa oeste del África- representan el día de hoy del 15 al 20 % de su aprovisionamiento total y podrían alcanzar hasta el 35% al 2020. Cabe señalar, que en el Golfo de Guinea se considera que existe una reserva de petróleo de unos 30 billones de barriles. Por lo cual, calificar a esta zona del África, como región estratégica para los Estados Unidos, no es una exageración. 

Seguridad geopolítica – estratégica: por la proximidad geográfica que tiene el continente africano al mediterráneo -zona de influencia de sus aliados europeos- y por la presencia, cada vez mayor, de grupos terroristas islámicos vinculados a Al Qaeda en varios países africanos como: Somalia, Kenia, Nigeria y Malí -país que ha tenido que autorizar la presencia militar de Francia, para combatir y expulsar a los yihadistas del norte de su territorio- los norteamericanos se ven en la obligación de tener en el África, una presencia política y militar más relevante. Para poder evitar así, la instalación en el Magreb de una plataforma terrorista, que pueda atentar contra los intereses norteamericanos.

De ahí, la creación en el 2007 del Africom –Mando Militar Unificado para África- cuya función es racionalizar y coordinar todas las acciones militares de los Estados Unidos en la zona.

Seguridad de dominio comercial: se quiere contrarrestar en el África la influencia comercial y económica de otras potencias como Inglaterra, Francia y muy en especial la fuerte ofensiva comercial, que en la última década ha tenido la República Popular China en el concierto de los países africanos. Sin olvidar la competencia comercial y económica de otros países emergentes como: India o Brasil.

El Golfo de Guinea, ubicado en la costa oeste del África, tiene reservas probadas de petróleo de 30 billones de barriles.
Es una zona estratégica para los Estados Unidos



Estos objetivos concretos, que evidencian los intereses: económicos, geopolíticos y estratégicos de los Estados Unidos en el continente africano, deberían de ser tratados a través de negociaciones francas, directas y transparentes, con cada uno de los países de la zona. Es decir, si los norteamericanos quisieran defender sus intereses en el África o en cualquier parte del mundo, lo deberían de hacer mediante relaciones de igual a igual, de país soberano a país soberano, preservando también, los intereses y las metas de desarrollo de los países intervenidos. Eso sería lo ideal.

           “El Golfo de Guinea, ubicado en la costa oeste
        de África, tiene reservas probadas de petróleo
           de 30 billones de barriles. Es una zona 
            estratégica para los Estados Unidos”

Pero estamos hablando de los Estados Unidos y la larga historia de la diplomacia norteamericana nos ha enseñado, que su única política de disuasión es el armamentismo. El desplazamiento de contingentes militares norteamericanos –mediante bases, grupos de élite o batallones convencionales- en cualquier región del mundo, es su único argumento de negociación, usado para defender o hacer valer sus intereses ante cualquier país.

Por eso, no es extraño que el Africom, el comando de los Estados Unidos en el África,  haya aprobado el envío, para este año, de una brigada de 3,000 soldados, quienes serán desplegados en cualquier rincón del continente africano y en cualquier momento.

La presencia de las tropas norteamericanas en el África no es algo nuevo. Estas están desplegadas desde el año 2011 y desde entonces se han encargado de coordinar la logística y el espionaje necesario para diversas operaciones desde su base en Uganda y desde ahí entrenar a los ejércitos de la zona. Esta presencia está proporcionando al ejército norteamericano, mucha información sobre los movimientos que se producen en una área rica en petróleo como Sudán del Sur o la República Democrática del Congo con sus ingentes recursos mineros.       
En el otro extremo del continente, en la costa occidental del África, desde su base en Nigeria, las tropas norteamericanas controlan países petroleros como las islas San Tomé y Príncipe y los países del Golfo de Guinea (Nigeria, Ghana, Camerún, Liberia, Guinea Ecuatorial, Gabón).

Pero el desplazamiento de este ejército profesional en territorio africano, además de defender los objetivos e intereses citados, tendrían dos objetivos complementarios:
     “Ante la presencia de grupos terroristas islámicos
      vinculados a Al Qaeda en varios países africanos,
   los norteamericanos se ven en la obligación de tener
       una presencia militar más relevante en África” 

1.- Los Estados Unidos necesitan tener en la zona, ejércitos amigos y preparados, de los que se pueda echar mano cuando se les necesite, ya sea en las llamadas operaciones de paz, bajo el manto protector de la Unidad Africana o en intervenciones puntuales.

2.- Estos ejercicios le sirve para acceder a un mayor conocimiento del continente y poder diseñar mejor sus operaciones en él, además de proporcionarles bases, desde las cuales poder controlar movimientos y comunicaciones que les interesen. Todo ello con un objetivo claro y prioritario, defender sus intereses económicos y geopolíticos en la zona. 

Las bases militares instaladas en el África le sirven a los norteamericanos
 para espiar movimientos y comunicaciones


Pero a pesar de los planes geopolíticos diseñados y las estrategias militares puestas en práctica en el África, lo único que están consiguiendo los Estados Unidos, es una mayor explotación y expolio de los recursos naturales africanos, lo cual conlleva un incremento de la pobreza y una mayor dependencia de los países africanos de los Estados Unidos.
Creo, que con todos estos argumentos expuestos, queda plenamente respondida la pregunta que encabeza esta entrada.