miércoles, 21 de agosto de 2013

LA  ECONOMIA  AFRICANA  ALZA  VUELA

Por: Javier  Fernando  Miranda  Prieto

En la actualidad soplan buenos vientos en el África, los cuales hacen alzar vuelo a la economía africana

Las regiones del mundo están asociadas a imágenes mentales que aparecen en nuestra memoria al escuchar el nombre de un lugar del planeta. Si se habla de Europa se tiende a pensar en ciudades turísticas y con mucha historia. Cuando intentamos imaginar Centroamérica o el Caribe vienen a nuestra mente playas exóticas con atardeceres de fotografía. Pero en la actualidad, ¿Qué escenario imaginamos al pensar en África?

Suele ser una imagen que trasmite la sensación de pobreza extrema y subdesarrollo. Lo primero que viene a nuestra mente son imágenes de niños famélicos, aldeas pérdidas en las sabanas sin agua ni luz, interminables guerras civiles sangrientas o  hacinados campos de refugiados. Esta imagen mental no es equivocada, ya que África es la región del mundo con más pobreza y problemas de desarrollo, pero puede que, dentro de algunos años, tengamos que cambiar nuestra visión del continente africano.

Uno de los éxitos económicos más importante de la última década ha tenido lugar en África. Este continente ha sido una de las regiones del planeta, que mejor y más rápido se ha recuperado de la recesión económica global del periodo 2008-2013. Este crecimiento sostenido en torno al 6% anual durante la pasada década, ha hecho del África el tercer mayor contribuyente al crecimiento mundial tras China e India.

Según el último Informe Semestral correspondiente al año 2013, elaborado por el Fondo Monetario Internacional –FMI- en los próximos años, es probable que pertenezcan a África siete de las diez economías que crezcan más rápido en el mundo. Como se señala en el cuadro siguiente, aparecido en la revista The Economist del mes de junio:


La previsión para este año, que hace el FMI en su informe, es que prácticamente todos los países africanos crecerán económicamente a ritmos muy superiores a los de occidente. Ante estas buenas cifras económicas, las empresas e inversionistas internacionales se verán atraídos hacia África para explotar el riquísimo potencial de recursos –energéticos, pesqueros, agrícolas, turísticos- que posee la región.

Como señalábamos, en una entrada anterior en este mismo blog (Una Aproximación a la Economía Africana: Crecimiento o Desarrollo) si las mejoras en los indicadores macroeconómicos –PBI, reservas internacionales, superávit fiscal, inversión extranjera directa- que presentan los países africanos, no van acompañadas de logros tangibles en el mejoramiento de las condiciones de vida de los propios africanos, este continente no estará enrumbándose hacia un  verdadero desarrollo. 

Aunque se tiende a pensar lo contrario, en África el crecimiento económico, está siendo acompañado por un desarrollo social muy importante. Es cierto que aun hay muchos problemas que solucionar, pero en un continente de más de mil trescientos millones de personas, se debe tener paciencia.

Los datos económicos, que confirman los informes de los organismos internacionales, apuntan a que las mejoras, además de económicas, son también a nivel de desarrollo humano. Por ejemplo, de los veinte países africanos que llevan un seguimiento de los estándares de vida a nivel nacional, dieciséis de ellos han registrado importantes descensos en la tasa de mortalidad infantil, a una velocidad notable.


El grafico de la derecha representa el cambio porcentual anual de la tasa de mortalidad infantil por cada 1,000 nacimientos en un periodo de 5 años desde el 2005. Además de la drástica reducción de la mortalidad infantil, verificada con estas estadísticas, la pobreza extrema también ha descendido de forma importante en el África.

Que la calidad de vida ha aumentado a la par del crecimiento económico se observa también en el fuerte ascenso de la clase media, que implica la salida de la pobreza de mucha gente. Es decir, las mejoras económicas no solo están beneficiando únicamente a una élite social, la cual tradicionalmente detentó el poder económico, si no que se están orientando fundamentalmente a la gran masa de la población.

Aun así, es cierto que sigue habiendo países en África en los que la calidad de vida y la salud no han mejorado a la par de las tasas de crecimiento económico, pero en esos casos priman otros factores más estructurales –fragilidad institucional, fuertes rivalidades étnicas-religiosas, desarticulación territorial- características que hacen de estos países, estados fallidos como los conocidos casos de Somalía, Guinea Bissau, Republica Centroafricana o Togo, sociedades que por sus caracteristicas, les resultan más difícil salir del subdesarrollo.

Pero volviendo a lo positivo que nos ofrece en la actualidad la economía africana, este panorama se sustenta: en un crecimiento económico sostenido, finanzas públicas sensatas, intercambios crecientes con países emergentes, más comercio regional, incremento de las remesas desde extranjero, floreciente clase media, urbanización acelerada, un mejor y más democrático entorno político.

Aspectos importantes, de los cuales habria que destacar algunos de ellos: 
en la actualidad hay más de 300 millones de africanos viviendo fuera de sus países de origen y contribuyen cada año con cerca de 60,000 millones de dólares en remesas al bienestar de sus familias y comunidades.

Estas remesas son la mayor fuente de capital extranjero del continente después de las inversiones extranjeras directas. Hay estudios que demuestran que las compras de tierra, la construcción de viviendas, la puesta en marcha de un negocio, son los usos principales que se dan a estas remesas. Representan el 36% de la inversión total en Burkina Faso, el 55% en Kenia, el 57% en Nigeria, el 15% en Senegal y el 20% en Uganda. Sin olvidar que la inversión en educación se convirtió en el segundo receptor de las remesas en Nigeria y Uganda y el tercero en países como Burkina Faso y Kenia.

Además, según el Banco de Desarrollo del África -BDA-, cerca del 30% de la población del continente africano se le considera clase media, es decir, ese sector social que puede gastar entre 8 y 20 dólares al día, se ha expandido a más de 315 millones de personas en el continente africano, algo impensable en el África, apenas un par de décadas.

Adicionalmente, el sostenido incremento del PBI, en la mayoría de los países del continente, ha ido acompañado de una diversificación de los productos de exportación, desde hace una década, el África abierto una vasta canasta exportable para sus socios comerciales. Como se grafica en el siguiente cuadro:


Como vemos, estos grandes logros económicos servirán para cambiar la imagen mental que se tiene del continente africano. Desde ahora, al escuchar el nombre del África, se pensará en grandes ciudades pobladas por ciudadanos de clase media y en una mayor población de hombres y mujeres que aspiran a un futuro mejor para ellos y sus hijos.

Ya no se pensara en niños famélicos, en aldeas sin servicios pérdidas en la sabana o en las sangrientas guerrillas. Pero eso no querrá decir que estas realidades dejen de existir en algunos lugares del continente. África seguirá teniendo muchos problemas y éstos no se podrán esconder detrás de los rascacielos o de luminosos avisos publicitarios.

Como vemos, en la actualidad soplan buenos vientos en el continente africano, aires refrescantes que están haciendo alzar vuelo a la economía africana.





No hay comentarios:

Publicar un comentario