miércoles, 29 de enero de 2014

BURKINA FASO – NÍGER:
UN  FALLO EQUITATIVO

Por: Javier  Fernando  Miranda  Prieto

El Palacio de la Paz en la ciudad de La Haya en Holanda, es sede de la Corte Internacional de Justicia -CIJ- de las
Naciones Unidas, en abril del 2013 emitió su fallo sobre el diferendo sobre la frontera terrestre entre los
países africanos: Burkina Faso y Níger.

El pasado 27 de enero los chilenos y peruanos dirigieron sus miradas al suntuoso Palacio de la Paz, una construcción neo-renacentista de principios del siglo XX ubicada en la ciudad de La Haya en Holanda, sede de la Corte Internacional de Justicia -CIJ- órgano de las Naciones Unidas, para asistir desde la distancia, a la lectura del fallo definitivo sobre el diferendo marítimo entre el Perú y Chile. Con esta sentencia se concluía seis años de litigio jurídico y al mismo tiempo se definía la frontera marítima de estos dos países latinoamericanos, límite fronterizo que estuvo abierto durante 135 años.

Mientras Chile quería hacer prevalecer un Acuerdo Pesquero del año 1,954 como un Tratado de Límites Marítimos con Perú, en donde se fijaba la frontera a través de una línea paralela; el Perú argumentaba que no existía un Tratado de Límites con su vecino, por lo tanto según la legislación internacional, procedía delimitar la frontera marítima de los dos países con una línea equidistante.
 
La CIJ hizo gala de harta imaginación para resolver un diferendo que su presidente denominó “poco usual” en algunas ocasiones durante la lectura de la sentencia. Y precisamente el uso de la imaginación, para poder ponderar adecuadamente los argumentos de las partes, es la principal característica que ha primado en la ejecutoria de este tribunal de las Naciones Unidas.  El fallo sobre la delimitación marítima entre Perú y Chile, se basó en la aplicación de una línea paralela en las primeras 80 millas marítimas que separan a ambos países y una línea bisectriz o equidistante en las últimas 120 millas náuticas que completan su frontera marítima. Delineando de esta forma imaginativa y equitativa, el limite marítimo de ambos países.

Magistrados del Tribunal de La Haya presidido por el juez eslovaco
Peter Tomka quien falló en los casos de Perú y Chile y también
de Burkina Faso y Níger.
Así como el fallo sobre el diferendo entre Perú y Chile, otras decisiones de la CIJ se han basado, tanto en el derecho y la jurisprudencia internacional, como en la búsqueda de la proporcionalidad de los espacios en litigio, sin caer en simplistas soluciones salomónicas. Más bien, estos fallos podrían definirse como: equitativos. Es decir, soluciones jurídicas justas, rectas, razonables e imparciales.

Estas características podrían definir muy bien, a la sentencia que la Corte de La Haya dictaminó en la caso de la delimitación de la frontera terrestre entre los países africanos de Burkina Faso y Níger. Una solución judicial que resolvió un largo contencioso territorial, que enfrentó a dos de los más pobres países del África.

La CIJ en el mes de abril del 2013, delimitó de forma definitiva una parte de la frontera (381 kilómetros) que separa Burkina Faso y Níger, que acudieron juntos en el 2,010 a la Corte de La Haya para resolver este largo contencioso. La pugna se deriva de la demarcación limítrofe poco precisa  entre los dos países fijada por Francia -el antiguo poder colonial- a través de un decreto en 1,927. Burkina Faso ha defendido la línea fronteriza fijada por este decreto; mientras Níger prefería un mapa de la frontera fechado en 1,960 por el Instituto Geográfico Francés. La Corte a utilizado los dos documentos y según su presidente, el eslovaco Peter Tomka: “han fallado en consecuencia, haciendo uso complementariamente de los instrumentos jurídicos y de la equidad”.

Ambas naciones africanas no tienen salida al mar y tienen frontera con
varios países de la región, con los cuales han tenido problemas
limítrofes, además son dos de los más pobres países del África
Hasta aquí podemos identificar algunas diferencias y coincidencias formales, entre el caso presentado a la Corte por los dos países latinoamericanos y el diferendo de límites terrestres de las dos naciones africanas. El caso de Perú y Chile fue un proceso de delimitación de la frontera marítima, proceso judicial que duró más de seis años. Mientras el litigio entre Burkina Faso y Níger fue un diferendo para la demarcación de la frontera terrestre, fallo que demoró menos de tres años. 

La diferencia de los tiempos utilizados para el proceso de arbitraje en los dos casos, se podría explicar porque los diferendos sobre limitación marítima son más complejos. Ya que la legislación y jurisprudencia sobre este tema, a penas tiene treinta años, desde 1,982 cuando se aprobó la Convención de las Naciones Unidas sobre derechos del Mar. Solo habría que recordar que el Tribunal de La Haya ha emitido 146 sentencias desde su fundación en 1,946, de las cuales solo 11 se refieren a diferendos marítimos.

Mientras las coincidencias entre estos dos litigios saltan a la vista, ambos diferendos se basaron en la contraposición documental; los dos países latinoamericanos valoraban de diferente manera la existencia de un supuesto Tratado de Límites Marítimos, el cual no era reconocido como tal, por una de las partes. En el caso de las dos naciones africanas, cada país defendía la demarcación territorial, sustentada en documentos distintos.

El cotejo de la documentación jurídica que sustenta cada posición, la jurisprudencia internacional, la valoración del derecho consuetudinario, pero principalmente el uso de criterios de proporcionalidad y equidad, fueron el sustento que sirvieron para la construcción de los dos fallos emitidos por la Corte de La Haya.


La sentencia definitiva sobre la delimitación de la frontera terrestre entre los dos países del oeste africano, concede un área de 250 kilómetros cuadrados a la República de Níger, desde el Marcador Astronómico Tong Tong, como se observa en el mapa de arriba, hasta el punto del Marcador Astronómico Tao. Por otro lado, a Burkina Faso le ceden un corredor de 260 kilómetros cuadrados en la región de Bosse Bangou. Asimismo, como se señala en la sentencia, a Níger se le concede soberanía de navegación sobre un tramo del río Sirba, importante río que nace en Burkina Faso, cruza Níger y desemboca en el estratégico río Níger.

La resolución pacífica del contencioso será supervisada por una Comisión Mixta conformada por expertos de ambos países, quienes se encargaran de la demarcación de los hitos fronterizos. Un dato importante que esta mencionado en el falló, se refiere a la protección de las tribus nómadas que habitan a ambos lados de la frontera y que se encuentran afectadas por los cambios de la nueva delimitación territorial, estos grupos poblacionales no podrán ser olvidados por ambos Estados, para que puedan preservar sus costumbres y cultura en las zonas afectadas por la controversia territorial.

Además, habría que mencionar que varias compañías mineras, procedentes de Europa en su mayoría, están preparadas para buscar oro en diversos puntos de la frontera en litigio. Lo cual podría presionar a la Comisión Mixta para acelerar la nueva demarcación fronteriza.


Blaise Campaoré dictador de Burkina Faso llegó
al poder mediante un golpe de estado en 1,987.
La sentencia final de esta larga demanda fronteriza, que ocasionó graves tensiones entre estos dos países africanos, servirá para cerrar definitivamente sus fronteras y lo es más importante ofrecerá a estas dos naciones la oportunidad de orientar sus esfuerzos y recursos a la solución de sus impostergables y agudos problemas sociales, económicos y políticos.

Burkina Faso está situada al oeste del continente, carece de una salida al mar. Lo cual ya la coloca en una situación de enclaustramiento, rodeada por cinco países de la región, además de Níger tiene frontera con Costa de Marfil, Benín, Togo, Ghana y Mali. Su economía es eminentemente agrícola, su principal producto de exportación es el algodón, producto cuyos precios en la actualidad, están fluctuando en el mercado internacional. Haciendo más vulnerable su economía.

Desde hace 27 años Burkina Faso está gobernada por uno de los más longevos dictadores del continente, por el General Blaise Campaoré, quien llegó al poder a través de un golpe de estado en 1,987. A este se le ha acusado de apoyar a otro siniestro personaje, el ex presidente de Liberia Charles Taylor, condenado en el 2012 a 50 años por la Corte Penal Internacional, por financiar a los rebeldes de Sierra Leona a través del trafico de diamantes, los conocidos “diamantes de sangre”.

Por otra parte, Níger es uno de los países más pobres del mundo a pesar de sus ingentes riquezas minerales, configurando con ello, un caso típico de los estragos que deja la herencia colonial y la dependencia política y económica de su antigua metrópoli. Este país también está situado en el África occidental y sin acceso marítimo, limita con siete países africanos (Nigeria, Benín, Chad, Burkina Faso, Mali, Argelia y Libia) con los cuales ha tenido, en diferentes grados, problemas en la demarcación de sus fronteras, parte de ese lastre colonial.
  
Mahamadou Issouffu presidente de Níger elegido en el 2011
democráticamente, fue un opositor a las dictaduras de su país.
Fue una colonia francesa hasta 1,960 y tres cuartas partes de su territorio se encuentra en el desértico Sáhara. Por culpa de sus temperaturas, que figuran entre las más altas del mundo y las recurrentes seguías, ha sufrido varias epidemias de hambruna. Como hemos mencionado, Níger es un país rico en minerales: oro, uranio, carbón, hierro, zinc, pero estos recursos son explotados por empresas mineras transnacionales, especialmente francesas, las cuales, como es su costumbre, les dejan pocas utilidades al país.

Por décadas Níger tuvo gobiernos inestables, hasta 1,999 cuando Mamadou Tandja llega al poder por elecciones populares, pero diez años después es derrocado por un golpe de estado, al tratar de perpetuarse en el poder. En el 2011 se realizan unas pulcra elecciones generales saliendo elegido el actual presidente, el moderado Mahamadou Issouffu. Un detalle curioso y lamentable, Níger recién en el 2,003 abolió la esclavitud, aunque las organizaciones humanitarias señalan que no ha podido ser erradicada por completo.


Como se ve, la realidad social, económica y política de estos dos países africanos es muy compleja y difícil, pero también es valido afirmar que gracias al fallo del Tribunal de La Haya estas dos naciones, pudieron cerrar definitivamente sus fronteras terrestres, pero no con el uso de la fuerza, ni con misiles desde la frontera, ni con cañonazos, ni miles de muertos o desplazados, como lamentablemente es común en los conflictos africanos. Esta vez se alcanzó la paz mediante el concurso de una prestigiosa corte internacional, de un conjunto de hábiles abogados, y de un equipo de solventes y honestos jueces. Esperemos, que desde ahora, el futuro de ambas naciones sea más promisorio.





1 comentario:

  1. hola queria saber de que fuenta habias sacado la informacion sobre el problema limitrofe entre niger y burkina faso.

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