ECONOMÍA AFRICANA:
ENTRE CRECIMIENTO YSeis de los diez países que más crecerán
durante el año 2025 serán africanos. Tanto el Fondo Monetario Internacional como la
agencia calificadora de riesgo Moody’s, coinciden en que África experimentará,
a nivel general, un crecimiento económico de entre el 3,7 y el 4,2% durante el
año. Es un crecimiento ligeramente mayor que el experimentado en 2024. Esto se
explica, entre otros factores, por el aumento en la exportación de petróleo de
dos de sus principales gigantes demográfico y económico, Nigeria y Senegal, al
cual también se le suma Níger.
Si bien el Producto Interno Bruto (PIB) es un indicador que no refleja el bienestar de las sociedades, sí es una muestra del volumen de las economías nacionales. En un ránking de 2021 encontramos que Nigeria es el país con el PIB más grande del continente, superando a gigantes como Sudáfrica y Egipto. Es un país de más de 222 millones de habitantes, que representa un quinto del total de la población africana. Su economía está fuertemente impulsada por el sector petrolero que simboliza el mayor volumen de sus exportaciones.
“Nigeria es el país más poblado y con el PIB
más grande del continente, superando
a gigantes como Sudáfrica y Egipto”
Además de haber participado en la mayor parte
de los mundiales de fútbol desde 1994 a 2022, Nigeria ha experimentado una
sucesión de golpes de estado y de intentos secesionistas (la guerra de Biafra
en 1971 y el periodo de violencia yihadista de Boko Haram desde el 2009). Sin
embargo, en los tiempos más recientes ha logrado cierta estabilidad que brinda
perspectivas a inversores extranjeros y potencialidad en exportaciones. Nigeria
además tiene un mercado interno importante por el volumen de su población y un
área de servicios muy desarrollada.
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El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, está aplicando las medidas económicas del FMI, generando fuertes protestas sociales. |
Pese a la riqueza de su suelo, al potencial
económico y demográfico y a la relativa estabilidad institucional, Nigeria se
encuentra con serios desafíos. En primer lugar en la diversificación de su
economía, aún muy atada a la exportación de commodities (petróleo y minerales).
Por el lado político, el presidente conservador Bola Tinubu, elegido en el 2023, está
llevando a cabo una política neoliberal fuerte con eliminación de subsidios a
la población, sobre todo del combustible. A lo que se le suma
un aumento de la inflación de alrededor del 30%, lo que genera un malestar
social considerable, que se ha evidenciado en multitudinarias marchas protesta
contra el gobierno durante todo el año 2024.
“Mali, Burkina Faso y Níger, han retirado
bases militares francesas de su territorio,
han quitado licencias a empresas mineras
occidentales y se han acercado a China y Rusia”
Por otro lado, tres gobiernos africanos
plantearon un desafío directo a Europa en los últimos años, y a la hegemonía
francesa en particular. Hablamos de Burkina Faso, Níger y Mali. Juntos
conformaron la reciente Alianza de Estados del Sahel AES, que se propuso, entre
otras cosas eliminar las bases militares de Francia en esos países y quitarle
algunas de las licencias para la explotación de los minerales dentro de estas
tres naciones. La AES se erige como un movimiento de autonomía africana y
otorga un nuevo impulso a una visión multipolar desde el continente africano.
Estos países han decidido acercarse a Rusia y China. La presencia rusa, a
través del grupo Wagner que ahora se llama África Corps fue, a su vez,
importante para contener el islamismo extremista en la región.
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En Burkina Faso, Níger y Mali, han surgido gobiernos nacionalistas y panafricanos iniciando un nuevo proceso de descolonización. |
Estos tres gobiernos tienen en común haber
llegado al poder mediante golpes de estado con retórica nacionalista y
anticolonial. Mali bajo el liderazgo del coronel Assimi Goita priorizó
la lucha contra el terrorismo yihadista, la consolidación de las fronteras y el
fortalecimiento de lazos con China y Rusia. Níger, bajo el mandato de Abdourahamane
Tchiani, decidió alejarse de la influencia occidental y el condicionamiento
francés. Su discurso se centra en el nacionalismo económico y el antiyihadismo.
Por último, Burkina Faso, bajo el gobierno del capitán Ibrahim Traoré,
representa el ejemplo más radical. Su discurso tiene un tono abiertamente
antiimperialista y panafricano. Su gobierno se caracteriza
por la nacionalización de recursos estratégicos como las minas y el control
estatal de la producción de oro, el rechazo a préstamos del FMI y una
encarnizada lucha contra la corrupción.
Por su parte, la reciente invitación de Sudáfrica a Nigeria como
estado asociado del BRICS+ representa otro paso más hacia la multipolaridad del
continente africano y las relaciones Sur-Sur.
“África experimentará un crecimiento
económico entre 3,7 y el 4,2%
durante este año”
Ante esta nueva correlación de fuerzas políticas que se advierte
en el sahel, es interesante ver una postura nuevamente anticolonial en el
continente africano y un juego que se está dando entre estos estados que han
iniciado un acercamiento con China y Rusia, y las naciones emergentes que
conforman el BRICS+, los cuales buscan la globalización desde el sur.
Por último, cabe señalar que en un mundo que va hacia un retroceso
demográfico, África es el único continente con crecimiento de población joven y
económicamente activa y con mayores proyecciones hacia el 2050. África, siendo
el continente con mayor proyección demográfica, puede aspirar a tener una
presencia más gravitante en la escena internacional, como por ejemplo, asientos
permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En definitiva y en líneas generales, África afronta un 2025 con la hegemonía europea en retroceso, con la consolidación de gobiernos descolonizadores y el fortalecimiento de las relaciones Sur-Sur, sumadas a una explotación más efectiva de sus recursos estratégicos y a una relativa estabilidad institucional en la mayoría de sus países.
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