TRUMP – ZELENSKI:

“SE LES CALLERON LAS MÁSCARAS”

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

En una aptitud histriónica de ambos personajes, Trump ordena a Ucrania que debe 
acatar ordenes y consentir el expolio de sus recursos naturales.

Como si fuera el penúltimo acto de un drama teatral veneciano, en donde los diversos actores suelen salir a escena premunidos con máscaras que representan las virtudes y defectos de sus personajes, la actitud de Donald Trump y de su Vice-Presidente J.D Vance con el ucraniano Zelenski no fue casual. Esta insólita puesta en escena, se trató de un medido y estudiado ejercicio histriónico de comunicación política que buscaba mandar un mensaje directo a dos personajes ausentes en la escena, a Rusia y a Europa.

La locación se ubica en el Despacho Oval y a plena luz del día, Donald Trump y su vicepresidente JD Vance llevaron a cabo uno de los más groseros ejercicios de comunicación política de los últimos años. Frente a las cámaras, y ante un Volodímir Zelenski encogido de brazos y visiblemente amedrentado por la crudeza de la situación, reiteraron su postura para Ucrania y confrontaron abiertamente con el presidente del país. Apenas unos días antes, el mismo Trump posaba en ese mismo escenario con el presidente francés Emmanuel Macron.

                    “La propaganda de Biden era convencer

            a los europeos  del  carácter mesiánico de Zelenski

           y de una victoria real de los ucranianos sobre Rusia”

Los términos de la conversación con Zelenski fueron humillantes, se mire por donde se mire. Pretendían escenificar una jerarquía ante el mundo y, específicamente, ante Europa y Rusia: en la nueva coyuntura en el Este de Europa, Ucrania debe ser un subordinado que acate órdenes y consienta el expolio de sus recursos. En tono amenazante, y con el índice levantado, Trump fue absolutamente directo con aquel a quien trata como su empleado: “No estás en una buena posición”, le dijo a Zelenski. “No tienes las cartas. Estás poniendo en juego las vidas de millones de personas; estás jugando con la Tercera Guerra Mundial”, decía su guion. 

En ese momento, Zelenski ya se mostraba absolutamente frágil, consciente de que el cambio de mando en la Casa Blanca realmente colocó a Kiev en una posición muy difícil. No hay que confundirse: al igual que Joe Biden, las pretensiones internacionales de Donald Trump se corresponden con las de un líder imperial que nada tiene de “pacifista”. Su enfoque respecto a Ucrania no es humanista, sino táctico. Entiende que necesita jerarquizar nuevamente sus vínculos con Europa y acercar posturas con Rusia en el marco de la disputa contra China, su prioridad máxima. En esta coyuntura, Ucrania y el gobierno de Zelenski son peones y, como tal, pueden ser “sacrificados”, como lo eran durante la administración Biden.

            “El acting de Vace y Trump fue contentar a Rusia

                   y advertir a Europa de sus intenciones”

Rusia arrecia ofensiva aérea en Ucrania, esta semana un 
ataque con drones artillados impactó sobre edificios
en Kiev. Un mensaje de quien está ganando la guerra.

Donald Trump también aleccionó al presidente de Ucrania: “Lo que haces es muy irrespetuoso con Estados Unidos”. Y JD Vance añadió: “No has estado solo. Te hemos dado, a través del estúpido presidente (en referencia a Joe Biden) 350 mil millones de dólares; te dimos equipamiento militar… Si no tuvieras nuestro equipo militar, esta guerra habría acabado en dos semanas”. Y sentenció: “No estás ganando, pero tienes posibilidades de salir bien gracias a nosotros”.

En este punto, la clave está en entender que el gobierno de Donald Trump está tratando de asentar una narrativa distinta a la que había dominado la guerra entre 2022 y 2024: Zelenski es culpable y Ucrania no puede ganar. Esta postura de Washington rompe por completo la propaganda de la administración Biden, cuyo objetivo fundamental era convencer a los estadounidenses y a los europeos del carácter mesiánico de Volodímir Zelenski y de las posibilidades reales de una “victoria total” ucraniana sobre Rusia. Evidentemente, nunca fue cierto, pero sí necesario para justificar una guerra absurda con la que Estados Unidos pretendía desgastar a Moscú.

          “La nueva visión sobre Selenski, es de un líder débil,

             sin legitimidad y culpable de alargar el conflicto”

Lo que ha cambiado no es el fondo del conflicto. Desde finales de 2022, ha sido absolutamente evidente que Ucrania no podía ganar. Lo novedoso es el enfoque trumpista, cuyo retorno a la Casa Blanca se antojaba improbable hace un par de años. La nueva visión sobre Zelenski desde Washington es la de un líder débil, sin legitimidad y culpable del alargamiento del conflicto. “Zelenski no está preparado para la paz”, alegó Trump en la red social Truth. “Ha faltado al respeto a Estados Unidos”.

Tras pedir que se echase a los ucranianos de la Casa Blanca y enviar un esperanzador mensaje a Moscú con esta escenificación, quedaba esperar a las reacciones desde Europa. El acting de Vance y Trump no fue casual en ningún caso y buscaba, efectivamente, contentar a Rusia y advertir a Europa de sus intenciones. Estados Unidos pretende que los europeos se hagan cargo de las garantías de seguridad para Ucrania durante la previsiblemente larga (y convulsa) posguerra ucraniana. 

La guerra, prolongada en primera instancia por decisión del gobierno de Joe Biden en contra de los intereses de Ucrania y de Europa, está quizá próxima a su fin. Los intereses de Estados Unidos van a ser debidamente salvaguardados y será Kiev y los Estados europeos quienes paguen la cuenta del desastre. Entretanto, Washington humilla a Zelenski y ataca directamente a los europeos bajo amenaza de una guerra comercial. Quienes, en Europa, compraron la propaganda otanista y se negaron a romper con el belicismo estadounidense para apostar por la paz en el Este de Europa son responsables de la actual coyuntura… lo disfracen como lo quieran disfrazar. Lo cierto, es que con este penúltimo acto, ya que el final de esta trama no se ha escrito todavía, los personajes se muestran ya con la cara descubierta, con las verdaderas intenciones expuestas….por fin se les han caído las máscaras.