Monday, April 7, 2025

 

COSTA DE MARFIL: TRATANDO DE NEGAR LA HISTORIA

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

Esta fotografía tomada por soldados franceses en la puerta del mismo Palacio Presidencial
marfileño, comprueba que efectivos del ejército francés intervinieron en el operativo
que buscaba derrotar y capturar al presidente Laurent Gbogbo en el 2011.

La historia no es una ciencia exacta. Es una disciplina que trata de explicar los hechos y las conductas de los personajes de una época, teniendo en cuenta su debido contexto. La historia suele ofrecer márgenes de interpretación de acuerdo a parámetros diversos, pero en ningún caso se puede suprimir o tergiversar hechos históricos para defender intereses particulares.

Este tipo de negación y tergiversación histórica es lo que siempre ha tratado de hacer el gobierno francés, en complicidad con el gobierno marfileño, cuando ha intentado negar sistemáticamente, su participación en un hecho histórico irrebatible como fue el brutal ataque aéreo perpetrado contra la ciudad de Abiyán, Costa de Marfil en el año 2011, posterior a los turbulentos comicios celebrados un año antes.

La fotografía que acompaña esta nota, fue tomada en el mismo Palacio Presidencial marfileño, lo cual comprueba fehacientemente, que el ejército francés intervino con unidades de la aviación y soldados de tierra en el operativo que buscaba derrocar al gobierno marfileño recién reelegido, presidido por Laurent Gbagbo.

El líder marfileño, luego de los bombardeos dirigidos por Francia, fue golpeado, vejado, secuestrado y enviado ilegalmente a la ciudad de La Haya en el Reino de los Países Bajos, para ser encarcelado y juzgado por la Corte Penal Internacional CPI por delitos de lesa humanidad. Como es sabido, luego de diez años de un largo y engorroso proceso penal, en abril de 2021, la CPI absolvió al ex-presidente Gbagbo de todos los cargos penales que fue absurdamente acusado.

          “Fue Francia la que decidió y ejecutó la operación

          militar y el bombardeo contra el pueblo marfileño”

Esta violenta y concertada operación militar tuvo como cuartada una supuesta acción humanitaria promovida por las Naciones Unidas. Lo cual demuestra que el presidente francés de ese entonces, Nicolás Sarkozy planificó esta misión armada y el subsiguiente bombardeo a la capital económica del país africano, con la única finalidad de defender los intereses políticos, económicos y estratégicos que tiene Francia en esta región de África.

Costa de Marfil un tradicional aliado de Francia en el África
occidental, no podía caer bajo un gobierno nacionalista
y ajeno a la defensa de los intereses geopolíticos 
de Francia.

Recordemos que para las elecciones generales del 2011 Francia tenía muchos intereses en juego, el gobierno de Gbagbo de tinte nacionalista y progresista no era del agrado de Paris, por eso apostó por la candidatura de Alassane Ouattara, un político conservador, un oportunista que siempre había rondado el poder, un eterno conspirador. El día de los comicios ocurre algo muy curioso, luego de los escrutinios el Tribunal Electoral, los observadores de los países de la Unión Africana UA, dan como ganador al candidato Gbagbo, simultáneamente los delegados de Francia y de los Estados Unidos apoyan los reclamos y computo de los seguidores de Ouattara, lo que ocasionó fuertes y violentos enfrentamientos entre ambos bandos. A los pocos días, Francia le tuerce la mano al ente electoral y éste le da el triunfo al candidato pro-francés.

Después de cuatro meses de brutales enfrentamientos, que llenaron las calles de muertos, heridos, detenidos y desplazados, las bandas de mercenarios armados por Ouattara, lanzaron una ofensiva final apoyados por el ejército y la aviación francesa. En mayo de 2011 soldados y aviones galos bombardearon, sin hacer ningún distingo de las zonas civiles, la ciudad de Abiyan, en donde se había instalado la artillería del ejército marfileño. Destruyeron escuelas, universidades, mercados, puentes, teniendo como objetivo militar a la misma población civil. A los pocos días era arrestado el presidente Gbagbo y su esposa.

           “Fue Francia la que buscó el voto de las potencias

       occidentales para la infame Resolución de las NN.UU”

Francia había coronado con estos bombardeos indiscriminados, la osadía de su ex-colonia de elegir autoridades con posiciones políticas contrarias a los intereses franceses y de paso había movilizado a contingentes de las Naciones Unidas, para darle a esta flagrante agresión, una apariencia de intervención humanitaria.

Fue Francia la que decidió y ejecuto todo el operativo militar contra el pueblo marfileño. Fue Francia la que redactó e hizo aprobar la Resolución 1975 del Consejo de Seguridad de las NN.UU. del 30 de abril de 2011, en donde se condena increíblemente, al gobierno del presidente Laurent Gbagbo por oponerse a dejar el poder e instando a que lo hiciera de inmediato, además imponiendo sanciones económicas contra él y contra su círculo más cercano de colaboradores.

          “Francia coronó con estos bombardeos la osadía

        de su ex-colonia de elegir autoridades con políticas

                    contrarias a los intereses franceses”

El presidente Gbagbo fue injustamente detenido y procesado
por delitos de lesa humanidad en la CPI en La Haya. Luego
de diez años fue absuelto de toda culpabilidad
.

Fue Francia la que buscó entre las potencias occidentales, el voto favorable para esta infame resolución. Fue Francia la que comprometió el voto y la complicidad del presidente norteamericano Barak Obama en esta operación de asalta a un país soberano. Fue Francia la que reclutó a energúmenos africanos como el presidente de Nigeria Gooldluk Jonathan, al de Senegal Abdoulaye Wade y al inefable Jacob Suma de Sudáfrica, asignándoles el triste papel de comparsa africana ante esta arremetida golpista. Fue Francia la que comprometió a  Alassane Ouattara, el ambicioso e intrigante mandatario marfileño, que en la actualidad ejerce su ilegal tercer mandato presidencial, para que perpetrara el asalto final contra la democracia de Costa de Marfil.

En definitiva fue Francia la que detuvo en su propia residencia al candidato legítimamente electo Laurent Gbagbo, y la que hizo los arreglos diplomáticos al más alto nivel, para que sea deportado y juzgado en la Corte Penal Internacional de La Haya. Todo lo cual nos hace comprender que toda la historia africana, que Francia nos quiere contar, es una larga e inadmisible sarta de embustes.

Tuesday, April 1, 2025

 

TRUMP-SOMALILANDIA:                                                        PIEZA CLAVE EN EL AJEDREZ GEOPOLÍTICO AFRICANO 

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

Somalilandia región autónoma de Somalia, podría conseguir el reconocimiento
de Donald Trump como Estado soberano, generando con esta decisión
la desestabilización del estratégico Cuerno de África.

En una decisión que sorprendió a muchos, el presidente Donald Trump, se dispone a reconocer a Somalilandia como estado independiente. Esta decisión podría transformar drásticamente la  geopolítica en la región del Cuerno de África, a través de un arriesgado movimiento de piezas en este imaginario tablero de ajedrez instalado por diversas potencias en el territorio africano.

Ubicada cerca de la estratégica Península Arábica, el reconocimiento de Somalilandia, la provincia rebelde de Somalia, brindaría a occidente una importante plataforma militar en su guerra contra Yemen, que desde octubre del año pasado y con el recrudecimiento de las últimas semanas, está generando un bloqueo a los barcos que se dirigen a Israel. Sin embargo, esta medida podría tensar las relaciones de Estados Unidos con aliados regionales clave como Egipto y Turquía, ambos con fuertes vínculos con Somalia.

Recordemos que Somalilandia declaró su independencia de Somalia en 1991 y hasta la actualidad no ha sido reconocida como Estado soberano por ningún país del mundo. Hogar de un tercio de la población somalí, Somalilandia ha mantenido una relativa estabilidad, a diferencia de su vecino devastado por la guerra.

Si bien los enfrentamientos en las regiones orientales se han intensificado desde el 2023, la mayor parte de Somalilandia se mantiene en paz. Estratégicamente ubicada en el Golfo de Adén, domina un corredor marítimo crucial para los buques que se dirigen al Canal de Suez y Yemen.

              “El reconocimiento a Somalilandia brindaría

              a occidente una importante plataforma militar

                          en su guerra contra Yemen”

Por otro lado, el apoyo militar que prestan los norteamericanos a favor de la lucha del gobierno de Mogadiscio contra las milicias yihadista de Al Shabab le está costando demasiado a los Estados Unidos. Para el gobierno de Trump, Somalia le ha costado caro a los norteamericanos en términos financieros y de recursos humanos desde principios de 1990, cuando 18 soldados estadounidenses fueron arrastrados por las calles de Mogadiscio después que helicópteros de EE.UU. fueran derribados por combatientes somalíes.

Además, cualquier medida encaminada a reconocer la independencia de Somalilandia no solo contravendría la soberanía de Somalia, sino que también desestabilizaría la región, al sentar un peligroso precedente.

Ubicado en las costas del Golfo de Adén, Somalilandia es 
el paso obligado de las rutas marinas que desembocan
en el Canal de Suez y el Mar mediterraneo.

La Unión Africana y otras potencias mundiales consideran que la integridad territorial es primordial en esta región. Reconocer a Somalilandia podría generar una reacción en cadena con separatistas exigiendo el reconocimiento de los territorios que reclaman. Con solo pensar en las múltiples reivindicaciones etnias que luchan en Etiopía; las fuertes rivalidades regionales y confesionales que conviven el Sudán; sin olvidar las pugnas territoriales que están latentes en Eritrea y Yibuti, el riesgo de generar una inestabilidad política y militar en el Cuerno africano seria enorme.

Como señalábamos líneas arriba, un factor determinante para la decisión de Trump, es su lucha contra las milicias armadas de Yemen. Los rebeldes hutíes de ese país, respaldados por Irán pueden haber reemplazado a los piratas somalíes como el principal disruptor del tráfico marítimo en el área, pero los ataques yemenís siguen sido una gran amenaza para el comercio global y con el peligro de acercar a la región del Cuerno de África al conflicto del Medio Oriente.

La búsqueda de bases militares extranjeras a lo largo de las costas de esta región africana preocupa a Estados Unidos, que estableció en 2002 en Yibuti su mayor base militar en el continente.

            “Rusia ocupa el Puerto Sudán, los EAU utiliza

      la costa de Assad en Eritrea enfrentándose a los hutíes

        y el pequeño Yibuti está repleta de fuerzas armadas

                         extranjeras incluidas chinas”

Por su parte, Rusia tiene sus ojos puestos en Puerto Sudán; los Emiratos Árabes Unidos EAU utilizan las costas de Assad en Eritrea para enfrentarse a los hutíes y Yibuti está repleta de fuerzas armadas extranjeras, incluidas las rusas y chinas. La potencia asiática no solo tiene una gigante instalación militar bien ubicada sino también controla el enorme puerto yibutí.

Como vemos, este pequeño país africano alberga en su territorio bases militares de las principales potencias del mundo (EEUU, China, Rusia, Francia, Italia, Alemania, Japón, Arabia Saudita, India), configurándose en esta estratégica región africana un tablero de ajedrez-militar con piezas manejadas por las grandes potencias.

Por otra parte, lidiar con una China en ascenso es una de las principales prioridades de Trump. Estados Unidos ha acusado a China de interferir en sus actividades en Yibuti. En respuesta Trump pretendería perturbar la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda de China, que está apoderándose de gran parte de África. Por eso, la decisión de Trump sobre Somalilandia buscaría la instalación en el puerto de Berbera, a orillan del Mar Rojo, de una base de espionaje y de despegue de drones artillados con el objetivo de rastrear el movimiento de las tropas de la principal base militar instalada por China fuera de sus fronteras.

El territorio que declaró su independencia hace
34 años, no es reconocido por ningún país, pero su suerte
podría cambiar ante la sorpresiva decisión de Trump.
 

Para agregar otras piezas a este ajedrez geopolítico africano, habría que señalar que la aceptación de la república separatista por parte de los Estados Unidos, podría generar una reacción negativa de los aliados de Trump en la zona. Egipto, estrechamente alineado con Somalia debido a las preocupaciones compartidas sobre la Gran Represa de Renacimiento de Etiopia, puede ver la aceptación de Somalilandia como una traición. Asimismo, Turquía, otro actor regional clave y miembro de la OTAN, tiene un lazo estrecho con Somalia, incluyendo el establecimiento de su mayor base militar en el extranjero y el suministro de mil millones de dólares en ayuda a Somalia entre el 2011 y 2022. A cambio Turquía recibió un trato preferencial en contratos de perforación petrolera.

         “Trump buscaría instalar en el Puerto de Berbera

               una base de drones para espiar y controlar 

                    el movimiento de las tropas china”

Por lo tanto, Estados Unidos se arriesgaría a perder a dos aliados que han desempeñado un papel importante de encubrimiento y complicidad en el genocidio de Israel en Gaza. Egipto ha apoyado sistemáticamente a Tel Aviv al negarse a abrir sus fronteras con Gaza, mientras que Turquía continua enviando exportaciones clave, como el acero, a Israel. Ambos países podrían revertir estas políticas en represalia al reconocimiento de la provincia rebelde somalí.

Mientras continúe el genocidio en Gaza y la injusta guerra en Yemen, Somalilandia será una pieza clave para occidente. El reconocimiento de esta región de Somalia por parte de Trump aseguraría una base crucial para los Emiratos Árabes Unidos e Israel, a la vez que contrarrestaría la influencia China en Yibuti.

Sin embargo, esta medida corre el riesgo de distanciar a aliados como los gobiernos de El Cairo y Ankara, cuyo apoyo ha sido crucial para los intereses norteamericanos e israelíes en la región. Equilibrar estos intereses contrapuestos será para Trump un desafío decisivo en este ajedrez geopolítico que ha instalado en los desiertos del Cuerno de África.