Monday, April 28, 2025

 

ÁFRICA: ¿UN CONTINENTE EN ARMAS?

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

No hay duda que en la actualidad el mundo está viviendo la mayor carrera armamentista
en la historia reciente, que involucra también a los países más pobres 
del planeta como las naciones africanas.

La interminable guerra en Ucrania y la aparición de otros conflictos regionales en el mundo no solo han generado tensión en las relaciones internacionales, sino también han provocado un aumento notable en la demanda de armas y equipos militares.

La creciente espiral de violencia en regiones como el Medio Oriente, Cuerno de África, el sahel, el Sudeste Asiático, ha llevado a un mayor gasto en defensa por parte de varios países, incluyendo a las naciones más pobres del planeta, lo que ha disparado las ventas de las principales empresas de armamento del mundo.

Un indicador de este notable incremento de la carrera armamentista en los últimos años, es el revelador Informe publicado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo -SIPRI- emitido el pasado 8 de abril, en relación al gasto en armamento durante el año 2024. Cabe señalar, que esta galardonada institución de investigación, da a conocer sus estudios luego de un minucioso trabajo de acopio y verificación de información reservada y clasificada sobre temas de seguridad y compra de armamento realizada por los Estados.

En este informe se constata que el pago por estas adquisiciones bélicas en los países de África llegó a un total de 51,600 millones de dólares durante el 2024. Si bien este monto representa tan solo el 2.1% del gasto militar mundial, también evidencia un considerable aumento de un 22% en comparación del año anterior.

Si analizamos el detalle, observamos que el gasto en armamento de los países del África subsahariana aumentó a 23,100 millones de dólares en el último año, un 8.9% más que el año 2023. Mientras que los países del norte de África (la región del Magreb) gastaron 28,500 millones de dólares en el mismo periodo.

          “En el 2024 África llegó a gastar 51,600 M$

     en armamiento, la región subsahariana 23,100 M$

                 y los países del Magreb 28,500 M$”  

Como vemos, el gasto militar en África, aunque relativamente bajo en comparación con otros continentes, está aumentando cada año. Este incremento se debe a varios factores: la inestabilidad política y social en la región, la proliferación de conflictos armados en el continente (fronterizos, terrorismo yihadista, luchas étnicas, rivalidades regionales) y la creciente competencia geopolítica, que ha llevado a las grandes potencias a instalar bases militares  en territorio africano.

La inestabilidad política y la lucha armada contra el 
terrorismo islámico y transnacional son las causas
del aumento del gasto militar en el continente
africano.

Según el análisis país por país, el mayor aumento en gastos de defensa en África se  registró en  Argelia, con 18,264 millones de dólares. Esta nación tiene un fuerte enfoque militar debido a su ubicación geográfica y a sus históricas preocupaciones en seguridad, incluyendo las amenazas de grupos extremistas provenientes de la región del sahel. El ejército argelino desempeña un papel vital en la lucha contra el terrorismo y el mantenimiento de la estabilidad en el sahel y en sus relaciones siempre conflictivas con su vecino Marruecos. Argelia es la nación más extensa de África, colindando con seis países del Magreb, lo cual le da un gran valor geopolítico.

Precisamente, Marruecos es el segundo país africano con mayor gasto militar, con una factura anual de 5,185 millones de dólares. Las Fuerzas Armadas marroquíes se centran en la seguridad regional, especialmente en relación con el conflicto no resuelto del Sahara Occidental. El régimen político de la monarquía marroquí se sustenta en un sistema autoritario, corrupto y represivo, que le demanda un fuerte gasto en sistemas de seguridad y represión tanto contra el mismo pueblo marroquí como contra las aspiraciones autonomistas de la nación saharaui.

              “La inestabilidad política, la proliferación

                de conflictos armados y la competencia

                  geopolítica, han generado la carrera

                            armamentista en África”

Nigeria ocupa el tercer lugar con un gasto militar de 3,192 millones de dólares, abordando importantes desafíos de seguridad, como el terrorismo de la banda yihadista Boko Haram y los conflictos intercomunitarios. El gobierno de Nigeria, el país más poblado del continente, durante el último año ha priorizado operaciones de contrainsurgencia y modernización de sus fuerzas armadas. El ejército nigeriano, uno de los más modernos de la región, participa en iniciativas multinacionales para combatir el terrorismo en la zona de la cuenca del lago Chad, cooperando y entrenando a países vecinos como Chad y Níger. Sin embargo, Nigeria enfrenta desafíos como la corrupción y la infraestructura inadecuada dentro del ejército, que afectan la eficacia y la preparación operativa.

El gasto militar de Egipto durante el año 2024 ascendió a 3,165 millones de dólares, lo que refleja su arraigada dedicación a la defensa y la seguridad. Las Fuerzas Armadas egipcias son uno de los ejércitos mejor financiados y armados de África, con inversiones en equipos y tecnologías modernas. El gasto militar de Egipto se basa en su posición estratégica, rivalidades históricas y constantes desafíos de seguridad, incluyendo las amenazas constantes a la Península del Sinaí y al estratégico Canal de Suez. El Ejército también desempeña un papel crucial en la política nacional, siendo el principal sustento al gobierno de turno, lo que convierte al gasto en defensa en una prioridad para la sobrevivencia del régimen egipcio. Una característica muy común y recurrente en los Estados africanos. Además, Egipto tiene una larga tradición de cooperación militar con los Estados Unidos, por lo cual ha mejorado sus capacidades mediante el acceso a tecnología militar avanzada.

               “Marruecos tiene pendiente su conflicto

           con el Sahara Occidental, lo que le ha llevado

               a enfrentamientos armados con Argelia”

Sudáfrica tiene un gasto militar de 2,781 millones de dólares, la que la convierte en uno de los países con mayor compra de armamento del continente. La Fuerza Nacional de Defensa de Sudáfrica SANDF se centra tanto en la defensa nacional como en las misiones internacionales de mantenimiento de la paz, contribuyendo con tropas y armamento en diversas misiones de las NN.UU. Sudáfrica ha invertido mucho dinero en el desarrollo de su industria en defensa, apoyando la producción nacional de equipos militares.

La carrera de armamentos entre Marruecos y Argelia es 
producto de su pugna hegemónica en la región y por
la causa del pueblo saharaui. 

Angola, la tercera potencia económica de la región, tercer productor de petróleo del continente, ocupa el sexto lugar con un gasto militar de 1,270 millones de dólares durante el 2024, lo que representa un aumento significativo en sus compras de armamento desde el fin de la guerra civil en el 2002. El gobierno se centra en la reconstrucción y modernización de sus fuerzas armadas, cruciales para abordar problemas fronterizos con la República Democrática del Congo, fortaleciendo además su capacidad de respuesta ante posibles amenazas en la región, incluida la piratería en el Golfo de Guinea. El ejército angoleño también participa en iniciativas regionales en materia de seguridad, lo que refleja su creciente influencia en el África austral.  

            “Para el gobierno egipcio su gasto en armas

                es una prioridad para la sobrevivencia

                               política del régimen”

Por otro lado, el informe del SIPRI, señala que en el año 2024 el armamentismo global ha continuado en auge, con países como Estados Unidos y Rusia liderando las exportaciones de armas, mientras que otros, como Ucrania, se han convertido en uno de los grandes importadores debido a su conflicto armado. Aunque sus exportaciones han disminuido, Rusia sigue siendo un importante proveedor de armas, en especialmente a países como China, India y Kazajistán.

Como vemos, el armamentismo global en el año 2024 se caracterizó por una continua competencia entre las potencias militares y por la constante modernización y adquisición de armamento en la mayoría de las naciones, aun en los países más pobres del planeta como las naciones africanas.

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