Saturday, April 12, 2025

CHINA, ÁFRICA Y LOS ARANCELES DE TRUMP

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

La "guerra arancelaria" iniciada por Donald Trump contra China y el mundo, está generando
un reacomodo estratégico global que abre nuevas oportunidades al gigante asiático.

Los misiles lanzados por la Casa Blanca, en el marco de la “guerra arancelaria” iniciada por Donald Trump contra China y el mundo, lejos de debilitar completamente a su principal rival, está generando el inicio de un reacomodo estratégico global, que abre nuevas oportunidades para el gigante asiático. Escenario que no es neutro ni ajeno para otras regiones del planeta como el continente africano.

Muy por el contrario, la tal guerra está operando como un llamado de atención para repensar el lugar de cada cual en el mapa geoeconómico del siglo XXI. Lo que es útil y bueno.

Y es que China no solo es el principal destino de las exportaciones africanas, con cerca del 68% del total. EE.UU, en comparación, representa apenas el 20%. Los principales exportadores a los Estados Unidos son: Sudáfrica, Angola, Costa de Marfil, Nigeria y Ghana, exportando petróleo, cacao, metales, piedras preciosas, vehículos de motor y textiles. Más allá de ello, el hecho es que, a estas alturas, China se ha convertido en un socio estructural para la inversión productiva en tierras africanas. Siendo los principales países africanos en exportar al mercado chino: R. D. del Congo, Guinea Conakry, Sudán, Sudáfrica, Angola, R. Centroafricana. Llevando principalmente: petróleo crudo, cobre, hierro, aluminio y textiles.

       “África se encontraba como la región más afectada,

      con impuestos que llagaban hasta el 50%”. Poniendo

         en riesgo la situación económica del continente”

Antes del inicio de la moratoria arancelaria de 90 días impuesta por Trump el pasado 9 de abril, por la cual rebaja las tarifas de arancel al 10% a todos los países, menos China, México y Canadá, África se encontraba entre las regiones del mundo más afectadas, con impuestos que llegaban hasta el 50% (Lesoto 50%, Madagascar 47%, Mauricio 40%, Sudáfrica 38%). Esta situación ponía en riesgo la situación económica del continente. Esta arbitraria y desconcertante subida de aranceles podría afectar a los países africanos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad por efecto del cambio climático, la crisis sanitaria, la inestabilidad política, los conflictos internos y las altas deudas, entre otros.

Así como los productos chinos son las principales mercancías
que importan los países africanos, África es el mercado más
importante para las exportaciones del gigante asiático.

Es importante indicar que el nuevo régimen arancelario ordenado por Trump, deja en desuso la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África AGOA, según sus siglas en inglés, adoptada en el año 2000, que permitía a la mayoría de países africanos beneficiarse de exoneraciones para las exportaciones de ciertos productos a los Estados Unidos. Beneficio tarifario que ha quedado sepultado bajo el manotazo de la Casa Blanca.

Como señalábamos líneas arriba, el repunte de China, revela más que una estadística comercial. Muestra el giro profundo que ha tenido la inserción internacional de África en las últimas décadas. Especialmente tras el auge de las exportaciones de los minerales estratégicos orientados a la industria de los equipos de comunicación de última generación, que tiene hoy en China a un ávido comprador.

           “China debería articular con África una alianza

         productiva, tecnológica y geopolítica de nuevo tipo”

Pero esta relación no puede -ni debe- limitarse a una lógica mercantil-extractiva, ni girar monotemáticamente en torno a los precios de los commodities. La gran tarea para el futuro consiste en transitar de esa articulación comercial a una sustantiva alianza productiva, tecnológica y geopolítica de nuevo tipo.

Como se sabe, desde hace más de una década el gigante asiático ha emprendido el mega-proyecto de la Nueva Franja y la Ruta de la Seda, en donde el continente africano juega un rol fundamental tanto en la ruta comercial que está definiendo como en el valor geopolítico de los puertos asignados. No es una coincidencia, que con este corredor marino la costa oeste de China tendrá, a través del puerto pakistaní de Gwadar, salida al mar y en el pequeño Yibuti, en pleno Cuerno de África, el dragón chino instalará un extenso puerto comercial, en donde hace poco estableció su primera base militar en suelo africana. Es decir, estricta geopolítica.

               “A medida que Trump levanta muros,

         China debe tender puentes, buscando no solo

       exportar productos sino invertir en capacidades

                                      productivas”

La guerra arancelaria actual afecta a China. Pero la respuesta del gobierno de Xi Jinping ha sido clara y afirmativa: fortalecer su autosuficiencia tecnológica, diversificar sus socios comerciales y consolidar su liderazgo industrial. Esta oportunidad ofrece giros importantes. A medida que Estados Unidos y Trump levanta muros, China debe tender puentes, buscando no solo exportar productos sino invertir en capacidades productivas de sus socios, entre ellos los países africanos.

A pesar de la incertidumbre que esta guerra arancelaria impuesta por Trump generaría en las economías de los países africanos, esto podría ser una oportunidad para explorar nuevos acuerdos comerciales con otros socios internacionales. China, que ha sido un aliado comercial importante para muchas naciones africanas en los últimos años, podría beneficiarse de esta nueva situación al fortalecer aún más sus lazos económicos, comerciales y geopolíticos con la región. 

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