RD DEL CONGO - RUANDA:
“LA PAX AMERICANA”
Por: Javier Fernando Miranda Prieto
Cuando la gente oye la palabra genocidio, probablemente piense en Gaza, tal vez también en Sudán. Sin
embargo, el peor genocidio del mundo ha ocurrido durante casi tres decenios en
la República Democrática del Congo RDC a raíz de las sucesivas guerras, lidiadas
con gran crueldad, por el control de un territorio rico en minerales
estratégicos.
La guerra de 1998 al 2012, el ejército nacional congoleño combatió
contra milicias locales y los ejércitos de las vecinas Ruanda y Uganda, mientras
que seis Estados africanos intervinieron como fuerzas de pacificación. Los cálculos
aproximados del número de víctimas en aquel conflicto oscilan entre cuatro y
seis millones de personas. Ahora ha vuelto a estallar la violencia, desde que
en enero de este año la milicia del M23, apoyada por Ruanda, expulsó al ejército
congoleño de la ciudad de Goma. En febrero, la capital de Kivu Sur, Bukavu, se
rindió a la banda armada sin poner resistencia.
Desde que las milicias mercenarias del M23 invadieron las
provincias estratégicas de Kivu Norte y Kivu Sur y capturara las respectivas
capitales, Goma y Bukavu, se sabe que han muerto más de 3 mil personas. Periodistas
locales han informado que las calles de estas ciudades siguen cubiertas de cadáveres,
de los que muchos son civiles.
Hay que tener en cuenta, que ambas provincias congoleñas
junto con Katanga ubicada más al sur, albergan vastos yacimientos de minerales
estratégicos como; oro, diamantes, coltán, cobalto y 17 llamados metales de
tierras raras que se precisan para la creación de dispositivos electrónicos de
toda clase, además de otros minerales como litio, necesarios para las baterías de
coches eléctricos.
“Estamos asegurando para los EE.UU
muchos de los derechos minerales
del Congo como parte del Acuerdo”
Ante esta situación y en un esfuerzo de poner fin a la
violencia sistémica generada en esta región africana, el presidente norteamericano
Donald Trump, el pasado 27 de junio, en Washington, firmó un acuerdo de paz
entre la República Democrática del Congo y Ruanda, con el fin de poner fin a este lago conflicto,
al menos así lo indicaba el documento.
Según el comunicado conjunto emitido por las partes, el muy
publicitado acuerdo de paz incluye disposiciones como:
Respeto a la
integridad territorial y cese de hostilidades: Las partes acuerdan no
participar, apoyar ni tolerar ninguna incursión militar ni ningún otro acto que
amenace la paz y la seguridad de la otra parte.
Separación, desarme e
integración condicional de los grupos armados no estatales: Según recoge el acuerdo, las
partes cesaran de manera inmediata cualquier apoyo estatal a los grupos armados
no estatales, excepto cuando sea necesario para facilitar la implementación de
este Acuerdo.
Facilitación del
retorno de los refugiados y de los desplazados internos, junto con el acceso
humanitario garantizado: En este punto se establece facilitar el retorno seguro, voluntario y
digno de los refugiados a sus países de origen.
Creación de un marco
de integración económica regional destinado a promover la estabilidad y la cooperación
a largo plazo: Las partes utilizaran este marco para expandir el comercio
exterior y la inversión derivada de las cadenas regionales de suministro de
minerales estratégicos generando oportunidades de inversiones beneficiosas.
“Para los congoleños, el presidente
Tshisekedi ha
dispuesto la soberanía
del país a manos de
Estados Unidos”
Para el presidente de la RDC Félix Tshisekedi, el acuerdo
firmado, “abre el camino hacia una nueva era de estabilidad”, aunque la
oposición y un amplio sector de la población congoleña critican el acuerdo
asegurando que el presidente ha puesto a disposición la soberanía del país a
manos de Estados Unidos.
Para Washington, este acuerdo, elaborado bajo imagen y
semejanza de sus intereses, auspicia el camino para una estabilidad duradera, “solo
mediante su implementación serán posibles los resultados esperados en términos de
paz y desarrollo”, declaró el portavoz de la Casa Blanca.
“Reducir la
influencia china en África
es una de las
prioridades de la
Administración Trump”
Como sabemos, la RDC es conocida por ser una de las naciones
más ricas en recursos naturales del mundo, con una gran cantidad de minerales
estratégicos. El coltán, por ejemplo, es un mineral clave en la fabricación de
dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y ordenadores. La gran de
demanda de Coltán ha llevado a la sobreexplotación de las minas congoleñas; además,
la lucha por el control de estos recursos ha alimentado, por décadas, conflictos
armados en la región, causando sufrimiento a la población civil.
Es sabido que durante mucho tiempo potencias extranjeras han
codiciado los recursos minerales de diferentes regiones africanas y en especial
de los yacimientos congoleños. El acuerdo de Washington entre Ruanda y la RDC
por el fin del conflicto guarda un interés geoestratégico económico estadounidense.
La paz en esta región congoleña supondría para los intereses
de las empresas norteamericanas el acceso sin obstáculos a minerales y recursos
naturales como cobalto, coltán, oro, gas natural, petróleo y un largo etcétera.
Este acuerdo confirma los intereses de la Administración Trump en su carrera
por la adquisición de tierras raras. El proyecto del Corredor Lobito, la
construcción de un ferrocarril de más de 1,600 kilómetros que pretende
atravesar el territorio angoleño hacia el Este cruzando las regiones mineras de
la RD del Congo hasta llegar al llamado “Cinturón del Cobre” en Zambia, también
estaría dentro de los intereses geoeconómicos de los Estados Unidos, para lo
cual la “Pax Americana”, que piensa implantar en el Este del Congo, le sería
muy funcional.
“Para los EE.UU la
Pax Americana”
que piensa implantar
en el Este del Congo
le sería muy
funcional”
Estados Unidos no tiene ningún interés en quedarse al margen,
observando cómo su principal amenaza, China, que representa el 80% del
procesamiento global de minerales y tierras, se erige como el principal
operador en el continente africano. Reducir la influencia china en el África es
una de las prioridades para la Administración Trump.
Históricamente, la extracción de recursos naturales en la RD
del Congo ha beneficiado a corporaciones multinacionales, muchas de ellas con
sede en los Estados Unidos, mientras que las comunidades congoleñas afectadas
han continuado conviviendo con la pobreza.
Salta las alarmas y la preocupación sobre quiénes realmente
se beneficiarán de este Acuerdo, y queda claro que los grandes beneficiados de la
nueva “Pax Americana” serán nuevamente los de siempre.