Thursday, July 3, 2025

 

RD DEL CONGO - RUANDA:

“LA PAX AMERICANA”

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

Entre la Ministra de Relaciones Exteriores de la RD del Congo y su homologo ruandés, el presidente Trump,
estampa su firma en el Acuerdo de Paz que aspira ha poner fin a décadas de violencia armada
en el Este del Congo. 

Cuando la gente oye la palabra genocidio, probablemente  piense en Gaza, tal vez también en Sudán. Sin embargo, el peor genocidio del mundo ha ocurrido durante casi tres decenios en la República Democrática del Congo RDC a raíz de las sucesivas guerras, lidiadas con gran crueldad, por el control de un territorio rico en minerales estratégicos.

La guerra de 1998 al 2012, el ejército nacional congoleño combatió contra milicias locales y los ejércitos de las vecinas Ruanda y Uganda, mientras que seis Estados africanos intervinieron como fuerzas de pacificación. Los cálculos aproximados del número de víctimas en aquel conflicto oscilan entre cuatro y seis millones de personas. Ahora ha vuelto a estallar la violencia, desde que en enero de este año la milicia del M23, apoyada por Ruanda, expulsó al ejército congoleño de la ciudad de Goma. En febrero, la capital de Kivu Sur, Bukavu, se rindió a la banda armada sin poner resistencia.

Desde que las milicias mercenarias del M23 invadieron las provincias estratégicas de Kivu Norte y Kivu Sur y capturara las respectivas capitales, Goma y Bukavu, se sabe que han muerto más de 3 mil personas. Periodistas locales han informado que las calles de estas ciudades siguen cubiertas de cadáveres, de los que muchos son civiles. 

Hay que tener en cuenta, que ambas provincias congoleñas junto con Katanga ubicada más al sur, albergan vastos yacimientos de minerales estratégicos como; oro, diamantes, coltán, cobalto y 17 llamados metales de tierras raras que se precisan para la creación de dispositivos electrónicos de toda clase, además de otros minerales como litio, necesarios para las baterías de coches eléctricos.

                  “Estamos asegurando para los EE.UU

                      muchos de los derechos minerales

                     del Congo como parte del Acuerdo”

Ante esta situación y en un esfuerzo de poner fin a la violencia sistémica generada en esta región africana, el presidente norteamericano Donald Trump, el pasado 27 de junio, en Washington, firmó un acuerdo de paz entre la República Democrática del Congo y Ruanda,  con el fin de poner fin a este lago conflicto, al menos así lo indicaba el documento.

Según el comunicado conjunto emitido por las partes, el muy publicitado acuerdo de paz incluye disposiciones como:

Respeto a la integridad territorial y cese de hostilidades: Las partes acuerdan no participar, apoyar ni tolerar ninguna incursión militar ni ningún otro acto que amenace la paz y la seguridad de la otra parte.

Separación, desarme e integración condicional de los grupos armados no estatales: Según recoge el acuerdo, las partes cesaran de manera inmediata cualquier apoyo estatal a los grupos armados no estatales, excepto cuando sea necesario para facilitar la implementación de este Acuerdo.

Facilitación del retorno de los refugiados y de los desplazados internos, junto con el acceso humanitario garantizado: En este punto se establece facilitar el retorno seguro, voluntario y digno de los refugiados a sus países de origen.

Creación de un marco de integración económica regional destinado a promover la estabilidad y la cooperación a largo plazo:   Las partes utilizaran este marco para expandir el comercio exterior y la inversión derivada de las cadenas regionales de suministro de minerales estratégicos generando oportunidades de inversiones beneficiosas.

                       “Para los congoleños, el presidente

                       Tshisekedi ha dispuesto la soberanía

                       del país a manos de Estados Unidos”

Para el presidente de la RDC Félix Tshisekedi, el acuerdo firmado, “abre el camino hacia una nueva era de estabilidad”, aunque la oposición y un amplio sector de la población congoleña critican el acuerdo asegurando que el presidente ha puesto a disposición la soberanía del país a manos de Estados Unidos.

Para Washington, este acuerdo, elaborado bajo imagen y semejanza de sus intereses, auspicia el camino para una estabilidad duradera, “solo mediante su implementación serán posibles los resultados esperados en términos de paz y desarrollo”, declaró el portavoz de la Casa Blanca.

                    “Reducir la influencia china en África

                          es una de las prioridades de la

                               Administración Trump”

Como sabemos, la RDC es conocida por ser una de las naciones más ricas en recursos naturales del mundo, con una gran cantidad de minerales estratégicos. El coltán, por ejemplo, es un mineral clave en la fabricación de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y ordenadores. La gran de demanda de Coltán ha llevado a la sobreexplotación de las minas congoleñas; además, la lucha por el control de estos recursos ha alimentado, por décadas, conflictos armados en la región, causando sufrimiento a la población civil.

Es sabido que durante mucho tiempo potencias extranjeras han codiciado los recursos minerales de diferentes regiones africanas y en especial de los yacimientos congoleños. El acuerdo de Washington entre Ruanda y la RDC por el fin del conflicto guarda un interés geoestratégico económico estadounidense.

La paz en esta región congoleña supondría para los intereses de las empresas norteamericanas el acceso sin obstáculos a minerales y recursos naturales como cobalto, coltán, oro, gas natural, petróleo y un largo etcétera. Este acuerdo confirma los intereses de la Administración Trump en su carrera por la adquisición de tierras raras. El proyecto del Corredor Lobito, la construcción de un ferrocarril de más de 1,600 kilómetros que pretende atravesar el territorio angoleño hacia el Este cruzando las regiones mineras de la RD del Congo hasta llegar al llamado “Cinturón del Cobre” en Zambia, también estaría dentro de los intereses geoeconómicos de los Estados Unidos, para lo cual la “Pax Americana”, que piensa implantar en el Este del Congo, le sería muy funcional.

                     “Para los EE.UU la Pax Americana”

                 que piensa implantar en el Este del Congo

                               le sería muy funcional”

Estados Unidos no tiene ningún interés en quedarse al margen, observando cómo su principal amenaza, China, que representa el 80% del procesamiento global de minerales y tierras, se erige como el principal operador en el continente africano. Reducir la influencia china en el África es una de las prioridades para la Administración Trump.  

Históricamente, la extracción de recursos naturales en la RD del Congo ha beneficiado a corporaciones multinacionales, muchas de ellas con sede en los Estados Unidos, mientras que las comunidades congoleñas afectadas han continuado conviviendo con la pobreza.

Salta las alarmas y la preocupación sobre quiénes realmente se beneficiarán de este Acuerdo, y queda claro que los grandes beneficiados de la nueva “Pax Americana” serán nuevamente los de siempre.