BURKINA FASO: TRAS EL LEGADO DE SANKARA
Por: Javier Fernando Miranda Prieto
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| Una semana antes de ser asesinado, Thomas Sankara expresó ante su pueblo, lo que sería su propio epitafio. El legado del líder burkinés sigue guiando los pasos de "la Nación de los hombres íntegros". |
El actual liderazgo de Ibrahim Traoré en Burkina Faso ha
despertado ecos del pasado. Como en los tiempos de su referente histórico Thomas
Sankara, el joven presidente africano desafía el orden internacional con una visión
y ejecutoria nacionalista y panafricana.
Esta aptitud lo coloca en la mira de las grandes potencias,
tal como ocurrió con figuras emblemáticas como Patricio Lumumba del Congo, Amílcar
Cabral en Guinea Bissau, Kwame Nkrumah de Ghana o el propio Sankara en Burkina
Faso. ¿Su “pecado”? Enfrentar el
colonialismo, defender la autodeterminación africana y reclamar los ricos
recursos del continente para su pueblo.
Traoré asumió el poder el 6 de octubre de 2022 a través de un
golpe de Estado, uno más en la larga lista de golpes en África durante los
siglos XX y XXI. La historia de África se resume en pocas líneas, desde la
llegada de las potencias coloniales, con la llamada “civilización occidental y
cristiana” la cual colonizó el continente a sangre y fuego. Alemania, Francia, España,
Portugal, Italia y Reino Unido se repartieron el continente y se enriquecieron
extrayendo sus riquezas naturales a través del tráfico de esclavos.
Crearon países a su conveniencia con lápiz y regla sobre el
mapa, y fueron crueles con las poblaciones nativas. Vale la pena recordar que
algunas de las peores matanzas del siglo XX ocurrieron en el África subsahariana
y fueron cometidas por quienes siguen arrogándose un “espíritu” civilizatorio.
“La historia de África
se resume en pocas líneas,
con la llamada: civilización occidental y cristiana
la cual colonizó el continente a sangre y fuego”
A comienzos de la década de 1960, gran parte del continente
alzó su independencia impulsada por jóvenes líderes nacionalistas, decididos a
romper los lazos con las antiguas potencias coloniales. Sin embargo, la mano “invisible”
de Europa estuvo presente en numerosos golpes de Estado y en el asesinato de
varios de ellos, con la complicidad de “compañeros de ruta” que luego disfrutaron
de los privilegios y prebendas que les ofrecía occidente. Mientras les fueron útiles.
En 1960 se proclamó la independencia de Alto Volta, un nombre
impuesto por Francia en alusión al rio Volta que atraviesa el país. Esta no fue
fruto de una revuelta popular, como en el caso de Argelia, sino el resultado de
un acuerdo en el marco de la política de descolonización impuesta por el
presidente francés Charles De Gaulle tras la proclamación de la V República en
1958.
El nuevo país nació rodeado de Mali, Níger, Benín, Togo y
Costa de Marfil, todos ellos también creados artificialmente por Francia; y de
Ghana, creada por los británicos. Como tantos otros países “independizados” por
la metrópoli, la dependencia era tan grande que sin ella no podían sobrevivir. De
hecho, las excolonias francesas siguieron usando el Franco de las Colonias, una
moneda creada en 1945, anclada al franco francés (ahora al euro) y cuya paridad
era manejada desde Paris.
“Las excolonias francesas siguieron usando
el Franco de las Colonias, anclada al Franco
francés y cuya paridad era manejada desde París”
El 4 de agosto de 1983, el joven militar de apenas 33 años
tomó el poder mediante un golpe de Estado. Rápidamente impuso una reforma
agraria, la autosuficiencia alimentaria y amplias campañas de alfabetización y
de vacunación masivas. Por otra parte, se negó a pagar la deuda externa y
criticó las políticas de ajuste del Fondo Monetario Internacional FMI.
El 4 de agosto de 1984, en el primer aniversario de la
revolución, utilizando expresiones en lenguas locales reemplazo el nombre de
Alto Volta por Burkina Faso (Nación de los Hombres Íntegros). Dos meses después,
en la Asamblea General de las Naciones Unidas, pronuncio un discurso de fuerte
tono nacionalista y antiimperialista.
Le explicó al mundo que su país era muy rico -especialmente en oro- pero su pueblo también muy pobre. Criticó la herencia colonial, citó al líder independentista cubano José Martí, y pidió la liberación de Nelson Mandela, cuando pocos lo hacían fuera de África y en gran parte del mundo occidental se le consideraba un “terrorista”.
“Ha encendido las alarmas en Francia por la
Alianza estratégica con Mali y Níger, así como
por la expulsión de las bases militares y las tropas
francesas de su territorio”
Las ideas de Sankara debían de ser frenadas a toda costa. En
1987, un golpe de Estado liderado por su “compañero” Blaise Compaoré lo
derrocó, y poco después Sankara fue asesinado. Rápidamente se desmantelaron las
políticas sociales y económicas progresistas, retomándose las buenas relaciones
con Francia y embarcando al país en una espiral de duda externa con los
organismos de crédito internacional.
Compaoré gobernó durante 27 años, hasta que fue derrocado en
el 2014 por un levantamiento popular. Luego de varios gobiernos de transición,
elecciones y golpes, en setiembre de 2022 el capitán Ibrahim Traoré tomó el
poder y revindico la figura y el legado de Sankara tras décadas de
persecuciones y proscripciones del histórico líder y sus seguidores.
Traoré se presenta como el heredero de Sankara. Aunque por
ahora su discurso es más moderado, ya ha encendido las alarmas en Francia por
la alianza estratégica que selló con Níger y Mali, así como por la expulsión de
las bases militares y las tropas francesas de su territorio. Como si esto fuera
poco, el 9 de mayo participó en Moscú en el 80 aniversario de la victoria sobre
el nazismo, junto a otros líderes mundiales invitados por Vladimir Putin.
África no es un continente pobre, sino empobrecido, suele
afirmar Traoré. “Estamos aquí pasa seguir el legado de Thomas Sankara”...¿Lo
dejarán?

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