Monday, April 28, 2025

 

ÁFRICA: ¿UN CONTINENTE EN ARMAS?

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

No hay duda que en la actualidad el mundo está viviendo la mayor carrera armamentista
en la historia reciente, que involucra también a los países más pobres 
del planeta como las naciones africanas.

La interminable guerra en Ucrania y la aparición de otros conflictos regionales en el mundo no solo han generado tensión en las relaciones internacionales, sino también han provocado un aumento notable en la demanda de armas y equipos militares.

La creciente espiral de violencia en regiones como el Medio Oriente, Cuerno de África, el sahel, el Sudeste Asiático, ha llevado a un mayor gasto en defensa por parte de varios países, incluyendo a las naciones más pobres del planeta, lo que ha disparado las ventas de las principales empresas de armamento del mundo.

Un indicador de este notable incremento de la carrera armamentista en los últimos años, es el revelador Informe publicado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo -SIPRI- emitido el pasado 8 de abril, en relación al gasto en armamento durante el año 2024. Cabe señalar, que esta galardonada institución de investigación, da a conocer sus estudios luego de un minucioso trabajo de acopio y verificación de información reservada y clasificada sobre temas de seguridad y compra de armamento realizada por los Estados.

En este informe se constata que el pago por estas adquisiciones bélicas en los países de África llegó a un total de 51,600 millones de dólares durante el 2024. Si bien este monto representa tan solo el 2.1% del gasto militar mundial, también evidencia un considerable aumento de un 22% en comparación del año anterior.

Si analizamos el detalle, observamos que el gasto en armamento de los países del África subsahariana aumentó a 23,100 millones de dólares en el último año, un 8.9% más que el año 2023. Mientras que los países del norte de África (la región del Magreb) gastaron 28,500 millones de dólares en el mismo periodo.

          “En el 2024 África llegó a gastar 51,600 M$

     en armamiento, la región subsahariana 23,100 M$

                 y los países del Magreb 28,500 M$”  

Como vemos, el gasto militar en África, aunque relativamente bajo en comparación con otros continentes, está aumentando cada año. Este incremento se debe a varios factores: la inestabilidad política y social en la región, la proliferación de conflictos armados en el continente (fronterizos, terrorismo yihadista, luchas étnicas, rivalidades regionales) y la creciente competencia geopolítica, que ha llevado a las grandes potencias a instalar bases militares  en territorio africano.

La inestabilidad política y la lucha armada contra el 
terrorismo islámico y transnacional son las causas
del aumento del gasto militar en el continente
africano.

Según el análisis país por país, el mayor aumento en gastos de defensa en África se  registró en  Argelia, con 18,264 millones de dólares. Esta nación tiene un fuerte enfoque militar debido a su ubicación geográfica y a sus históricas preocupaciones en seguridad, incluyendo las amenazas de grupos extremistas provenientes de la región del sahel. El ejército argelino desempeña un papel vital en la lucha contra el terrorismo y el mantenimiento de la estabilidad en el sahel y en sus relaciones siempre conflictivas con su vecino Marruecos. Argelia es la nación más extensa de África, colindando con seis países del Magreb, lo cual le da un gran valor geopolítico.

Precisamente, Marruecos es el segundo país africano con mayor gasto militar, con una factura anual de 5,185 millones de dólares. Las Fuerzas Armadas marroquíes se centran en la seguridad regional, especialmente en relación con el conflicto no resuelto del Sahara Occidental. El régimen político de la monarquía marroquí se sustenta en un sistema autoritario, corrupto y represivo, que le demanda un fuerte gasto en sistemas de seguridad y represión tanto contra el mismo pueblo marroquí como contra las aspiraciones autonomistas de la nación saharaui.

              “La inestabilidad política, la proliferación

                de conflictos armados y la competencia

                  geopolítica, han generado la carrera

                            armamentista en África”

Nigeria ocupa el tercer lugar con un gasto militar de 3,192 millones de dólares, abordando importantes desafíos de seguridad, como el terrorismo de la banda yihadista Boko Haram y los conflictos intercomunitarios. El gobierno de Nigeria, el país más poblado del continente, durante el último año ha priorizado operaciones de contrainsurgencia y modernización de sus fuerzas armadas. El ejército nigeriano, uno de los más modernos de la región, participa en iniciativas multinacionales para combatir el terrorismo en la zona de la cuenca del lago Chad, cooperando y entrenando a países vecinos como Chad y Níger. Sin embargo, Nigeria enfrenta desafíos como la corrupción y la infraestructura inadecuada dentro del ejército, que afectan la eficacia y la preparación operativa.

El gasto militar de Egipto durante el año 2024 ascendió a 3,165 millones de dólares, lo que refleja su arraigada dedicación a la defensa y la seguridad. Las Fuerzas Armadas egipcias son uno de los ejércitos mejor financiados y armados de África, con inversiones en equipos y tecnologías modernas. El gasto militar de Egipto se basa en su posición estratégica, rivalidades históricas y constantes desafíos de seguridad, incluyendo las amenazas constantes a la Península del Sinaí y al estratégico Canal de Suez. El Ejército también desempeña un papel crucial en la política nacional, siendo el principal sustento al gobierno de turno, lo que convierte al gasto en defensa en una prioridad para la sobrevivencia del régimen egipcio. Una característica muy común y recurrente en los Estados africanos. Además, Egipto tiene una larga tradición de cooperación militar con los Estados Unidos, por lo cual ha mejorado sus capacidades mediante el acceso a tecnología militar avanzada.

               “Marruecos tiene pendiente su conflicto

           con el Sahara Occidental, lo que le ha llevado

               a enfrentamientos armados con Argelia”

Sudáfrica tiene un gasto militar de 2,781 millones de dólares, la que la convierte en uno de los países con mayor compra de armamento del continente. La Fuerza Nacional de Defensa de Sudáfrica SANDF se centra tanto en la defensa nacional como en las misiones internacionales de mantenimiento de la paz, contribuyendo con tropas y armamento en diversas misiones de las NN.UU. Sudáfrica ha invertido mucho dinero en el desarrollo de su industria en defensa, apoyando la producción nacional de equipos militares.

La carrera de armamentos entre Marruecos y Argelia es 
producto de su pugna hegemónica en la región y por
la causa del pueblo saharaui. 

Angola, la tercera potencia económica de la región, tercer productor de petróleo del continente, ocupa el sexto lugar con un gasto militar de 1,270 millones de dólares durante el 2024, lo que representa un aumento significativo en sus compras de armamento desde el fin de la guerra civil en el 2002. El gobierno se centra en la reconstrucción y modernización de sus fuerzas armadas, cruciales para abordar problemas fronterizos con la República Democrática del Congo, fortaleciendo además su capacidad de respuesta ante posibles amenazas en la región, incluida la piratería en el Golfo de Guinea. El ejército angoleño también participa en iniciativas regionales en materia de seguridad, lo que refleja su creciente influencia en el África austral.  

            “Para el gobierno egipcio su gasto en armas

                es una prioridad para la sobrevivencia

                               política del régimen”

Por otro lado, el informe del SIPRI, señala que en el año 2024 el armamentismo global ha continuado en auge, con países como Estados Unidos y Rusia liderando las exportaciones de armas, mientras que otros, como Ucrania, se han convertido en uno de los grandes importadores debido a su conflicto armado. Aunque sus exportaciones han disminuido, Rusia sigue siendo un importante proveedor de armas, en especialmente a países como China, India y Kazajistán.

Como vemos, el armamentismo global en el año 2024 se caracterizó por una continua competencia entre las potencias militares y por la constante modernización y adquisición de armamento en la mayoría de las naciones, aun en los países más pobres del planeta como las naciones africanas.

Thursday, April 17, 2025

 SUDÁN: NO UNA SINO MUCHAS GUERRAS

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

El 21 de marzo las FAS, el ejército regular de Sudán, tomó el palacio de gobierno en la capital
Jartum, fue más que una acción simbólica en esta guerra de posiciones territoriales.

El 15 de abril se cumplieron dos años del inicio del devastador conflicto armado en Sudán, una guerra que estalló en 2023 y que desde entonces se convirtió en una de las mayores crisis humanitarias del planeta. Sin embargo, a pesar de las atrocidades cometidas, el desplazamiento masivo de personas y el colapso de los servicios esenciales, este conflicto sigue prácticamente silenciado e invisible en el radar de la prensa internacional.

Sudán ha vivido no una sino muchas guerras a través de su historia. La larga guerra civil que enfrentó al norte (musulmán) y al sur (animista y cristiano) por más de 39 años durante sus dos periodos (1955-1972) (1983-2005). Para luego embarcarse en la espantosa guerra de Darfur (2003-2020), conflicto racial y étnico ubicado en la región oeste sudanesa, entre las sanguinarias milicias janjauid y la población nilo-sahariano de las etnias fur, zaghawua y masalit. Una guerra de exterminio que se cobró más de 500 mil vidas.

Ante esta situación de presiones étnicas, tribales, territoriales e intereses de petroleras transnacionales, en julio de 2011, el territorio del sur de Sudán se separó y formó un nuevo estado: la República de Sudán del Sur. Esta escisión territorial parecía ser el colofón de una larga secuela de interminables conflictos armados, pero los sudaneses, más de diez años después, volverían a las trincheras.

            “La larga Guerra Civil (1955-1972) (1983-2003)

             en sus dos periodos, la de Darfur (2003-2020) y

           la creación de Sudán del Sur, signaron el destino

                                   fallido de Sudán”

El actual conflicto sudanés está dejando más de 12 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición. Este enfrentamiento se da entre las Fuerzas Armadas Sudaneses FAS, lideradas por el general Abdelfatah al Burham, y las milicias paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido FAR, bajo el mando de Mohamed Hamdam Dagalo, alias Hemedti, ambos fueron antiguos aliados del golpe de Estado de 2021. Las tensiones iniciales surgieron por desacuerdos sobre la integración de los paramilitares en el ejército regular, un proceso clave para la transición política tras la caída del dictador Omar Hassan Al Bashir en 2019.

Lo que comenzó como una pugna política entre dos caudillos militares, se convirtió en una guerra devastadora que ha fragmentado el país. En los dos últimos años, las acciones militares han causado miles de víctimas mortales, ha desplazado a millones de personas y supone una amenaza para la estabilidad de la región, sobre todo para países como Chad, Etiopía y Sudán del Sur.

Hamdam Dagalo, jefe de los paramilitares de las FAR 
y el general Al Burhanm, líder de las FAS. 
Lo que comenzó como una pugna entre dos caudillos 
militares, se convirtió en una guerra devastadora.

El conflicto no muestra señales claras de resolución, pese a los avances claves recientes del ejército, que recupero la capital a fines de marzo, mientras los paramilitares se arrinconan en la región occidental de Darfur.

Mientras tanto, los precarios esfuerzos de mediación no han dado ningún resultado, ya que los líderes de ambas fuerzas contendientes se niegan a detener la violencia, generando un realineamiento de los países de la región y de fuerzas internacionales como el Grupo Wagner o los Emiratos Árabes Unidos EAU, los cuales han profundizado la rivalidad que se encuentra en el centro del conflicto de Sudán.

              “Lo que comenzó como una pugna entre dos

             caudillos militares, se convirtió en una guerra

                    devastadora que fragmento al país”

La recuperación de Jartum refuerza la posición de Al Burhan, pero no garantiza el fin de la guerra, lo cual se ha convertido en un pedido constante de organismos internacionales y de los países de la región. A pesar de ello, hasta ahora no hay un horizonte político claro para Sudán.

Los últimos avances militares de las Fuerzas Armadas Sudanesas, tanto en la capital como en Omdurmám, en la estratégica confluencia del Nilo Azul y el Nilo Blanco, han permitido, además, tomar el control de un importante sector de la frontera con Etiopía, llegando hasta las costas del Mar Rojo, donde el ejército regular contaba con la ciudad de Port Sudan, el principal puerto del país. Con estas nuevas posiciones del gobierno sudanés, se confirma la preeminencia y consolidación de las FAS en el  centro y oriente de Sudán, mientras que toda la región occidental, en especial Darfur continúa en poder de las milicias de las FAR.

Aunque el control de las FAR sobre Sudán se está reduciendo cada día, Darfur sigue siendo el epicentro de la violencia, donde los rebeldes siguen manteniendo todo el control, salvo en la ciudad de Al Fasher, capital de Dalfur Norte, bajo un asedio que causa muertes civiles cada semana.

                 “Rivalidades étnicas, tribales e intereses

            de petroleras, podría generar la balcanización

                 o la ruptura de dos bloques territoriales

Esta guerra ha desatado una  catástrofe humanitaria sin precedentes, aun para los estándares sudaneses que ha padecido infinidad de conflictos armados, ha provocado la muerte de decena de miles de personas -hasta 150 mil según algunas estimaciones- mientras que ha obligado a más de 12,5 millones a abandonar sus hogares, de los cuales casi 4 millones han buscado refugio en países vecinos. Más de 30 millones de personas, que representan más de la mitad de la población sudanesa, de las que 16 millones son niños, necesitan asistencia humanitaria, según el último reporte de la Organización Mundial de la Salud OMS.

Como vemos, estas fuertes rivalidades étnicas, tribales y regionales, que perduran por décadas y que sirvieron de sustento a diversas fuerzas centrifugas sudanesas, para ejecutar proyectos separatistas, podrían precipitar a Sudán hacia una balcanización o hacia la ruptura de dos bloques territoriales definidos: Darfur, la región oeste del país y las ciudades del oriente sudanés, que podría llamarse Sudán del Este. Un fatídico destino para una nación que desde su fundación ha tenido que lidiar, no con una, sino con muchas guerras a la vez.

Saturday, April 12, 2025

CHINA, ÁFRICA Y LOS ARANCELES DE TRUMP

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

La "guerra arancelaria" iniciada por Donald Trump contra China y el mundo, está generando
un reacomodo estratégico global que abre nuevas oportunidades al gigante asiático.

Los misiles lanzados por la Casa Blanca, en el marco de la “guerra arancelaria” iniciada por Donald Trump contra China y el mundo, lejos de debilitar completamente a su principal rival, está generando el inicio de un reacomodo estratégico global, que abre nuevas oportunidades para el gigante asiático. Escenario que no es neutro ni ajeno para otras regiones del planeta como el continente africano.

Muy por el contrario, la tal guerra está operando como un llamado de atención para repensar el lugar de cada cual en el mapa geoeconómico del siglo XXI. Lo que es útil y bueno.

Y es que China no solo es el principal destino de las exportaciones africanas, con cerca del 68% del total. EE.UU, en comparación, representa apenas el 20%. Los principales exportadores a los Estados Unidos son: Sudáfrica, Angola, Costa de Marfil, Nigeria y Ghana, exportando petróleo, cacao, metales, piedras preciosas, vehículos de motor y textiles. Más allá de ello, el hecho es que, a estas alturas, China se ha convertido en un socio estructural para la inversión productiva en tierras africanas. Siendo los principales países africanos en exportar al mercado chino: R. D. del Congo, Guinea Conakry, Sudán, Sudáfrica, Angola, R. Centroafricana. Llevando principalmente: petróleo crudo, cobre, hierro, aluminio y textiles.

       “África se encontraba como la región más afectada,

      con impuestos que llagaban hasta el 50%”. Poniendo

         en riesgo la situación económica del continente”

Antes del inicio de la moratoria arancelaria de 90 días impuesta por Trump el pasado 9 de abril, por la cual rebaja las tarifas de arancel al 10% a todos los países, menos China, México y Canadá, África se encontraba entre las regiones del mundo más afectadas, con impuestos que llegaban hasta el 50% (Lesoto 50%, Madagascar 47%, Mauricio 40%, Sudáfrica 38%). Esta situación ponía en riesgo la situación económica del continente. Esta arbitraria y desconcertante subida de aranceles podría afectar a los países africanos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad por efecto del cambio climático, la crisis sanitaria, la inestabilidad política, los conflictos internos y las altas deudas, entre otros.

Así como los productos chinos son las principales mercancías
que importan los países africanos, África es el mercado más
importante para las exportaciones del gigante asiático.

Es importante indicar que el nuevo régimen arancelario ordenado por Trump, deja en desuso la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África AGOA, según sus siglas en inglés, adoptada en el año 2000, que permitía a la mayoría de países africanos beneficiarse de exoneraciones para las exportaciones de ciertos productos a los Estados Unidos. Beneficio tarifario que ha quedado sepultado bajo el manotazo de la Casa Blanca.

Como señalábamos líneas arriba, el repunte de China, revela más que una estadística comercial. Muestra el giro profundo que ha tenido la inserción internacional de África en las últimas décadas. Especialmente tras el auge de las exportaciones de los minerales estratégicos orientados a la industria de los equipos de comunicación de última generación, que tiene hoy en China a un ávido comprador.

           “China debería articular con África una alianza

         productiva, tecnológica y geopolítica de nuevo tipo”

Pero esta relación no puede -ni debe- limitarse a una lógica mercantil-extractiva, ni girar monotemáticamente en torno a los precios de los commodities. La gran tarea para el futuro consiste en transitar de esa articulación comercial a una sustantiva alianza productiva, tecnológica y geopolítica de nuevo tipo.

Como se sabe, desde hace más de una década el gigante asiático ha emprendido el mega-proyecto de la Nueva Franja y la Ruta de la Seda, en donde el continente africano juega un rol fundamental tanto en la ruta comercial que está definiendo como en el valor geopolítico de los puertos asignados. No es una coincidencia, que con este corredor marino la costa oeste de China tendrá, a través del puerto pakistaní de Gwadar, salida al mar y en el pequeño Yibuti, en pleno Cuerno de África, el dragón chino instalará un extenso puerto comercial, en donde hace poco estableció su primera base militar en suelo africana. Es decir, estricta geopolítica.

               “A medida que Trump levanta muros,

         China debe tender puentes, buscando no solo

       exportar productos sino invertir en capacidades

                                      productivas”

La guerra arancelaria actual afecta a China. Pero la respuesta del gobierno de Xi Jinping ha sido clara y afirmativa: fortalecer su autosuficiencia tecnológica, diversificar sus socios comerciales y consolidar su liderazgo industrial. Esta oportunidad ofrece giros importantes. A medida que Estados Unidos y Trump levanta muros, China debe tender puentes, buscando no solo exportar productos sino invertir en capacidades productivas de sus socios, entre ellos los países africanos.

A pesar de la incertidumbre que esta guerra arancelaria impuesta por Trump generaría en las economías de los países africanos, esto podría ser una oportunidad para explorar nuevos acuerdos comerciales con otros socios internacionales. China, que ha sido un aliado comercial importante para muchas naciones africanas en los últimos años, podría beneficiarse de esta nueva situación al fortalecer aún más sus lazos económicos, comerciales y geopolíticos con la región. 

Monday, April 7, 2025

 

COSTA DE MARFIL:      TRATANDO DE NEGAR LA HISTORIA

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

Esta fotografía tomada por soldados franceses en la puerta del mismo Palacio Presidencial
marfileño, comprueba que efectivos del ejército francés intervinieron en el operativo
que buscaba derrotar y capturar al presidente Laurent Gbogbo en el 2011.

La historia no es una ciencia exacta. Es una disciplina que trata de explicar los hechos y las conductas de los personajes de una época, teniendo en cuenta su debido contexto. La historia suele ofrecer márgenes de interpretación de acuerdo a parámetros diversos, pero en ningún caso se puede suprimir o tergiversar hechos históricos para defender intereses particulares.

Este tipo de negación y tergiversación histórica es lo que siempre ha tratado de hacer el gobierno francés, en complicidad con el gobierno marfileño, cuando ha intentado negar sistemáticamente, su participación en un hecho histórico irrebatible como fue el brutal ataque aéreo perpetrado contra la ciudad de Abiyán, Costa de Marfil en el año 2011, posterior a los turbulentos comicios celebrados un año antes.

La fotografía que acompaña esta nota, fue tomada en el mismo Palacio Presidencial marfileño, lo cual comprueba fehacientemente, que el ejército francés intervino con unidades de la aviación y soldados de tierra en el operativo que buscaba derrocar al gobierno marfileño recién reelegido, presidido por Laurent Gbagbo.

El líder marfileño, luego de los bombardeos dirigidos por Francia, fue golpeado, vejado, secuestrado y enviado ilegalmente a la ciudad de La Haya en el Reino de los Países Bajos, para ser encarcelado y juzgado por la Corte Penal Internacional CPI por delitos de lesa humanidad. Como es sabido, luego de diez años de un largo y engorroso proceso penal, en abril de 2021, la CPI absolvió al ex-presidente Gbagbo de todos los cargos penales que fue absurdamente acusado.

          “Fue Francia la que decidió y ejecutó la operación

          militar y el bombardeo contra el pueblo marfileño”

Esta violenta y concertada operación militar tuvo como cuartada una supuesta acción humanitaria promovida por las Naciones Unidas. Lo cual demuestra que el presidente francés de ese entonces, Nicolás Sarkozy planificó esta misión armada y el subsiguiente bombardeo a la capital económica del país africano, con la única finalidad de defender los intereses políticos, económicos y estratégicos que tiene Francia en esta región de África.

Costa de Marfil un tradicional aliado de Francia en el África
occidental, no podía caer bajo un gobierno nacionalista
y ajeno a la defensa de los intereses geopolíticos 
de Francia.

Recordemos que para las elecciones generales del 2011 Francia tenía muchos intereses en juego, el gobierno de Gbagbo de tinte nacionalista y progresista no era del agrado de Paris, por eso apostó por la candidatura de Alassane Ouattara, un político conservador, un oportunista que siempre había rondado el poder, un eterno conspirador. El día de los comicios ocurre algo muy curioso, luego de los escrutinios el Tribunal Electoral, los observadores de los países de la Unión Africana UA, dan como ganador al candidato Gbagbo, simultáneamente los delegados de Francia y de los Estados Unidos apoyan los reclamos y computo de los seguidores de Ouattara, lo que ocasionó fuertes y violentos enfrentamientos entre ambos bandos. A los pocos días, Francia le tuerce la mano al ente electoral y éste le da el triunfo al candidato pro-francés.

Después de cuatro meses de brutales enfrentamientos, que llenaron las calles de muertos, heridos, detenidos y desplazados, las bandas de mercenarios armados por Ouattara, lanzaron una ofensiva final apoyados por el ejército y la aviación francesa. En mayo de 2011 soldados y aviones galos bombardearon, sin hacer ningún distingo de las zonas civiles, la ciudad de Abiyan, en donde se había instalado la artillería del ejército marfileño. Destruyeron escuelas, universidades, mercados, puentes, teniendo como objetivo militar a la misma población civil. A los pocos días era arrestado el presidente Gbagbo y su esposa.

           “Fue Francia la que buscó el voto de las potencias

       occidentales para la infame Resolución de las NN.UU”

Francia había coronado con estos bombardeos indiscriminados, la osadía de su ex-colonia de elegir autoridades con posiciones políticas contrarias a los intereses franceses y de paso había movilizado a contingentes de las Naciones Unidas, para darle a esta flagrante agresión, una apariencia de intervención humanitaria.

Fue Francia la que decidió y ejecuto todo el operativo militar contra el pueblo marfileño. Fue Francia la que redactó e hizo aprobar la Resolución 1975 del Consejo de Seguridad de las NN.UU. del 30 de abril de 2011, en donde se condena increíblemente, al gobierno del presidente Laurent Gbagbo por oponerse a dejar el poder e instando a que lo hiciera de inmediato, además imponiendo sanciones económicas contra él y contra su círculo más cercano de colaboradores.

          “Francia coronó con estos bombardeos la osadía

        de su ex-colonia de elegir autoridades con políticas

                    contrarias a los intereses franceses”

El presidente Gbagbo fue injustamente detenido y procesado
por delitos de lesa humanidad en la CPI en La Haya. Luego
de diez años fue absuelto de toda culpabilidad
.

Fue Francia la que buscó entre las potencias occidentales, el voto favorable para esta infame resolución. Fue Francia la que comprometió el voto y la complicidad del presidente norteamericano Barak Obama en esta operación de asalta a un país soberano. Fue Francia la que reclutó a energúmenos africanos como el presidente de Nigeria Gooldluk Jonathan, al de Senegal Abdoulaye Wade y al inefable Jacob Suma de Sudáfrica, asignándoles el triste papel de comparsa africana ante esta arremetida golpista. Fue Francia la que comprometió a  Alassane Ouattara, el ambicioso e intrigante mandatario marfileño, que en la actualidad ejerce su ilegal tercer mandato presidencial, para que perpetrara el asalto final contra la democracia de Costa de Marfil.

En definitiva fue Francia la que detuvo en su propia residencia al candidato legítimamente electo Laurent Gbagbo, y la que hizo los arreglos diplomáticos al más alto nivel, para que sea deportado y juzgado en la Corte Penal Internacional de La Haya. Todo lo cual nos hace comprender que toda la historia africana, que Francia nos quiere contar, es una larga e inadmisible sarta de embustes.

Tuesday, April 1, 2025

 

TRUMP-SOMALILANDIA:                                                        PIEZA CLAVE EN EL AJEDREZ GEOPOLÍTICO AFRICANO 

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

Somalilandia región autónoma de Somalia, podría conseguir el reconocimiento
de Donald Trump como Estado soberano, generando con esta decisión
la desestabilización del estratégico Cuerno de África.

En una decisión que sorprendió a muchos, el presidente Donald Trump, se dispone a reconocer a Somalilandia como estado independiente. Esta decisión podría transformar drásticamente la  geopolítica en la región del Cuerno de África, a través de un arriesgado movimiento de piezas en este imaginario tablero de ajedrez instalado por diversas potencias en el territorio africano.

Ubicada cerca de la estratégica Península Arábica, el reconocimiento de Somalilandia, la provincia rebelde de Somalia, brindaría a occidente una importante plataforma militar en su guerra contra Yemen, que desde octubre del año pasado y con el recrudecimiento de las últimas semanas, está generando un bloqueo a los barcos que se dirigen a Israel. Sin embargo, esta medida podría tensar las relaciones de Estados Unidos con aliados regionales clave como Egipto y Turquía, ambos con fuertes vínculos con Somalia.

Recordemos que Somalilandia declaró su independencia de Somalia en 1991 y hasta la actualidad no ha sido reconocida como Estado soberano por ningún país del mundo. Hogar de un tercio de la población somalí, Somalilandia ha mantenido una relativa estabilidad, a diferencia de su vecino devastado por la guerra.

Si bien los enfrentamientos en las regiones orientales se han intensificado desde el 2023, la mayor parte de Somalilandia se mantiene en paz. Estratégicamente ubicada en el Golfo de Adén, domina un corredor marítimo crucial para los buques que se dirigen al Canal de Suez y Yemen.

              “El reconocimiento a Somalilandia brindaría

              a occidente una importante plataforma militar

                          en su guerra contra Yemen”

Por otro lado, el apoyo militar que prestan los norteamericanos a favor de la lucha del gobierno de Mogadiscio contra las milicias yihadista de Al Shabab le está costando demasiado a los Estados Unidos. Para el gobierno de Trump, Somalia le ha costado caro a los norteamericanos en términos financieros y de recursos humanos desde principios de 1990, cuando 18 soldados estadounidenses fueron arrastrados por las calles de Mogadiscio después que helicópteros de EE.UU. fueran derribados por combatientes somalíes.

Además, cualquier medida encaminada a reconocer la independencia de Somalilandia no solo contravendría la soberanía de Somalia, sino que también desestabilizaría la región, al sentar un peligroso precedente.

Ubicado en las costas del Golfo de Adén, Somalilandia es 
el paso obligado de las rutas marinas que desembocan
en el Canal de Suez y el Mar mediterraneo.

La Unión Africana y otras potencias mundiales consideran que la integridad territorial es primordial en esta región. Reconocer a Somalilandia podría generar una reacción en cadena con separatistas exigiendo el reconocimiento de los territorios que reclaman. Con solo pensar en las múltiples reivindicaciones etnias que luchan en Etiopía; las fuertes rivalidades regionales y confesionales que conviven el Sudán; sin olvidar las pugnas territoriales que están latentes en Eritrea y Yibuti, el riesgo de generar una inestabilidad política y militar en el Cuerno africano seria enorme.

Como señalábamos líneas arriba, un factor determinante para la decisión de Trump, es su lucha contra las milicias armadas de Yemen. Los rebeldes hutíes de ese país, respaldados por Irán pueden haber reemplazado a los piratas somalíes como el principal disruptor del tráfico marítimo en el área, pero los ataques yemenís siguen sido una gran amenaza para el comercio global y con el peligro de acercar a la región del Cuerno de África al conflicto del Medio Oriente.

La búsqueda de bases militares extranjeras a lo largo de las costas de esta región africana preocupa a Estados Unidos, que estableció en 2002 en Yibuti su mayor base militar en el continente.

            “Rusia ocupa el Puerto Sudán, los EAU utiliza

      la costa de Assad en Eritrea enfrentándose a los hutíes

        y el pequeño Yibuti está repleta de fuerzas armadas

                         extranjeras incluidas chinas”

Por su parte, Rusia tiene sus ojos puestos en Puerto Sudán; los Emiratos Árabes Unidos EAU utilizan las costas de Assad en Eritrea para enfrentarse a los hutíes y Yibuti está repleta de fuerzas armadas extranjeras, incluidas las rusas y chinas. La potencia asiática no solo tiene una gigante instalación militar bien ubicada sino también controla el enorme puerto yibutí.

Como vemos, este pequeño país africano alberga en su territorio bases militares de las principales potencias del mundo (EEUU, China, Rusia, Francia, Italia, Alemania, Japón, Arabia Saudita, India), configurándose en esta estratégica región africana un tablero de ajedrez-militar con piezas manejadas por las grandes potencias.

Por otra parte, lidiar con una China en ascenso es una de las principales prioridades de Trump. Estados Unidos ha acusado a China de interferir en sus actividades en Yibuti. En respuesta Trump pretendería perturbar la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda de China, que está apoderándose de gran parte de África. Por eso, la decisión de Trump sobre Somalilandia buscaría la instalación en el puerto de Berbera, a orillan del Mar Rojo, de una base de espionaje y de despegue de drones artillados con el objetivo de rastrear el movimiento de las tropas de la principal base militar instalada por China fuera de sus fronteras.

El territorio que declaró su independencia hace
34 años, no es reconocido por ningún país, pero su suerte
podría cambiar ante la sorpresiva decisión de Trump.
 

Para agregar otras piezas a este ajedrez geopolítico africano, habría que señalar que la aceptación de la república separatista por parte de los Estados Unidos, podría generar una reacción negativa de los aliados de Trump en la zona. Egipto, estrechamente alineado con Somalia debido a las preocupaciones compartidas sobre la Gran Represa de Renacimiento de Etiopia, puede ver la aceptación de Somalilandia como una traición. Asimismo, Turquía, otro actor regional clave y miembro de la OTAN, tiene un lazo estrecho con Somalia, incluyendo el establecimiento de su mayor base militar en el extranjero y el suministro de mil millones de dólares en ayuda a Somalia entre el 2011 y 2022. A cambio Turquía recibió un trato preferencial en contratos de perforación petrolera.

         “Trump buscaría instalar en el Puerto de Berbera

               una base de drones para espiar y controlar 

                    el movimiento de las tropas china”

Por lo tanto, Estados Unidos se arriesgaría a perder a dos aliados que han desempeñado un papel importante de encubrimiento y complicidad en el genocidio de Israel en Gaza. Egipto ha apoyado sistemáticamente a Tel Aviv al negarse a abrir sus fronteras con Gaza, mientras que Turquía continua enviando exportaciones clave, como el acero, a Israel. Ambos países podrían revertir estas políticas en represalia al reconocimiento de la provincia rebelde somalí.

Mientras continúe el genocidio en Gaza y la injusta guerra en Yemen, Somalilandia será una pieza clave para occidente. El reconocimiento de esta región de Somalia por parte de Trump aseguraría una base crucial para los Emiratos Árabes Unidos e Israel, a la vez que contrarrestaría la influencia China en Yibuti.

Sin embargo, esta medida corre el riesgo de distanciar a aliados como los gobiernos de El Cairo y Ankara, cuyo apoyo ha sido crucial para los intereses norteamericanos e israelíes en la región. Equilibrar estos intereses contrapuestos será para Trump un desafío decisivo en este ajedrez geopolítico que ha instalado en los desiertos del Cuerno de África.   

Monday, March 17, 2025

SOMALIA: 

¿UN ESTADO FALLIDO?

Al Shabaab, la banda yihadista somalí, controla una parte importante de su territorio.
Su objetivo es crear un Estado Islámico en el Cuerno de África.

Todas las guerras traen muerte, destrucción y violencia, sin embargo parece que importan más unas que otras, como el conflicto armado entre Rusia y Ucrania en pleno territorio del este de Europa. Pero también hay querrás en otras partes del mundo que a nadie le interesan, quizás porque no afectan directamente a las grandes potencias o porque se dan en lugares lejanos y con poco valor estratégico como África. La mayoría de los medios de comunicación enmudecen tanto ante el sufrimiento de las víctimas de estos conflictos como por la destrucción que generan estas lejanas acciones armadas.  

Las imágenes que con frecuencia nos llegan de la remota y casi desconocida Somalia, es un ejemplo de ello. La violencia extrema, la hambruna, los piratas despiadados y el extremismo islámico, configuran la realidad de un verdadero “Estado Fallido”. Una idea que se refuerza con esas recurrentes visiones de jóvenes fuertemente armados y drogados o de mujeres esqueléticas rodeadas de moscas y con niños muriéndose de hambre en sus brazos. Estas imágenes acertadas o erróneas o quizás interesadas, se han sucedido en Somalia en las tres últimas décadas.

Las causas de esta pavorosa realidad, pueden encontrarse en los lastres de una lacerante herencia colonial proveniente de Francia, el Reino Unido o Italia, o será quizás, por la constelación de sultanatos separatistas que aún existen, o mejor todavía, habrá que echarle la culpa a la Guerra Fría, cuando los soviéticos apoyaron en un principio, al gobierno progresista de Mohammed Siad Barre (1969-1991), régimen que se convirtió luego en colaborador de la CIA y del Pentágono. O tal vez, fue por el apoyo que Estados Unidos prestó a los señores de la guerra que sucedieron a Barre, la causa del actual desmadre. ¿O será por los sueños secesionistas de las regiones de Somalilandia y Puntlandia? ¿O por el respaldo de los príncipes saudíes a los fundamentalistas de Al-Shabaab?

Ante estas interrogantes, no hay una respuesta clara. La red de causas potenciales es demasiada intrincada. Al-Shabaab, el grupo yihadista somalí heredero de Al Qaeda, surgió en el 2006, controlando gran parte del territorio (fuera de los mayores núcleos de población). El principal objetivo de Al-Shabaab es el establecimiento de un Estado islámico en el Cuerno de África, basado en la sharia (ley islámica) y la eliminación de la influencia secular y extranjera (occidental), incluso por medios y acciones terroristas.

Somalia tiene el litoral más extenso de África, ubicado
en el estratégico Golfo de Adén, vía obligada de los
buque-tanques petroleros del mundo.

Entre los años 2009 y 2011, Al-shabaab controlaba la mayor parte de Somalia, pero en el 2011 esta banda yihadista se vio obligada a abandonar Mogadiscio tras una fuerte intervención de ejércitos combinados de países vecinos como Kenia, Uganda y Etiopía. Localizando sus acciones y objetivos armados en las ciudades del interior. Esta reversión de sus objetivos y desplazamientos se vincula también con la llegada, por el año 2016, de cientos de nuevos combatientes provenientes de los frentes desactivados por el Daesh, tras sus derrotas en Siria e Irak. 

Pero no todos los muyahidines trasladados a África han quedado en  territorio de Somalia; cientos de ellos, tras un largo periplo que los obligó a cruzar hasta ocho y diez fronteras, llegaron a Mozambique para fortalecer al grupo Ansar al-Sunna -Partidarios de la tradición-, con epicentro en la norteña provincia de Cabo Delgado, y también a las Fuerzas Democráticas Aliadas FDA, uno de los grupos más activos en el convulsionado este de la República Democrática del Congo RDC.

      “Al Shabaab heredero de Al Qeda, tiene como objetivo

        establecer un Estado Islámico en el Cuerno de África,  

                    imponiendo la Sharia (ley islámica)”

En la actualidad, vivir en Somalia supone estar a merced de los ataques de la banda yihadista, de las acciones abusivas y violentas del ejército regular contra la población civil o por el fuego de los abundantes drones artillados norteamericanos, que sobrevuelan con permiso para matar en cualquier momento del día. Las ciudades somalíes son un “entorno tan rico en objetivos”, que los drones de la CIA están por todas partes. Despegan desde portaviones o desde las sorprendentemente numerosas bases regionales estadounidenses, incluyendo una secreta en la misma capital Mogadiscio.

Somalia, bendecida con el litoral más extenso del continente africano, fue un tiempo un afamado puerto comercial medieval (la región nororiental de Somalia, conocida como Puntlandia, está estratégicamente situada a lo largo del flanco meridional del Golfo de Adén). Pero sus riquezas se han evaporado. Hoy en día es un desierto cívico sin apenas instituciones funcionales. El “país” si se podría llamar así, tiene una población de unos 16 millones, con 2 millones de desplazados internos, la mayoría a causa de la violencia terrorista de Al-Shabaab, de las fuerzas estatales que les combaten, o de los mortíferos drones, que no distinguen objetivos militares o civiles.

            “Somalia está a merced de la banda yihadista,

              de las acciones violentas del ejército regular

               y del fuego de los drones norteamericanos”

Lo que es seguro, es que Somalia es una versión especialmente intrincada de un Estado fallido africano. Al menos un millón de refugiados han huido del país. Muchos cientos de miles se han visto obligados a buscar asilo en los países vecinos (Kenia, Yibuti y Etiopía) desde 1991, cuando Barre fue asesinado y se inició el actual ciclo de violencia e inhumanidad. Son más de 30 años, contados en sangre somalí.

A países vecinos como Kenia, Yibuti y Etiopía, han migrado
desde 1,991 cientos de miles de refugiados somalíes
.

La problemática actual procede de un desgraciado cúmulo de circunstancias. Ningún factor, ningún vector resulta prometedor. Las superpotencias dejaron en el limbo a Somalia y las bandas yihadistas, promovidas en un principio por occidente, anegaron el país de corrupción e iniquidad. En la actualidad, la república se está desmoronando, la autoridad central solo se ejerce en el Palacio Presidencial, pero la violencia se sufre en todo el territorio.

Como para añadir más crisis a la crisis, el actual presidente Hassan Sheikh Mohamud, elegido por el parlamento en el año 2022, se sustenta en una frágil alianza partidaria, que goza por ahora, del tutelaje de una alianza de países occidentales. Pero al margen de estos manejos políticos, las personas comunes y corrientes, asoladas por la pobreza desde hace tiempo, subsisten aterrorizadas a duras penas, contemplando desde lejos las pugnas y rivalidades de sus políticos.

             “Un millón de refugiados han huido del país,

            cientos de miles están asilados en países vecinos

                como Kenia, Yibuti y Etiopía desde 1991”

En los últimos tiempos, los somalíes, además de sufrir la plaga de la guerra, tiene que enfrentar una grave crisis de desnutrición entre su población infantil, agravada por una seguía extrema y por el colapso de su sistema sanitario. Médicos Sin Fronteras MSF informa que más de 18 mil niños estarían presentando síntomas de una desnutrición aguda severa, una forma grave de desnutrición que suele ser mortal.

Como vemos, la vida de los somalíes es un infierno. Después de más de 30 años, Somalia sigue padeciendo un conflicto armado sin fin, con muerte y destrucción cada día, aunque su eterna guerra interna no le interese a nadie y por lo tanto no aparezca cada noche en el resumen de los telediarios.

Wednesday, March 12, 2025

 

REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO:                       

ESE INFIERNO VIVIENTE

Continua la tensión en la República Democrática del Congo RDC, ante la ofensiva militar de la
vecina Ruanda, al tomar por salto las capitales de las provincias de Kivú (Goma y Bukavu).
Las dos principales ciudades del este congoleño, estratégica región minera.

El vasto territorio de la República Democrática del Congo RDC es probablemente la zona más rica del planeta en recursos naturales, sobre todo en su parte oriental, donde los minerales afloran a mayor profundidad y en mayor concentración.

Al mismo tiempo, su población se encuentra entre las más pobres del mundo, según las mediciones de desarrollo y pobreza de la ONU. Frente a la narrativa común de “la maldición de la riqueza”, hay que recordar que la verdadera maldición no es la riqueza natural, sino el sistema de distribución imperante, que prioriza los beneficios económicos sobre la vida de las personas.

Desde que Estados Unidos y Bélgica, con el apoyo de todas las potencias occidentales, pusieron fin al gran sueño de independencia del Congo asesinando a Patrice Lumumba, las potencias occidentales han ejercido el control sobre esa riqueza con toda la violencia necesaria. En las últimas décadas China ha llegado como nuevo socio comercial y es hoy uno de los principales exportadores de recursos naturales del Congo, pero el gigante asiático no utiliza grupos armados para extraer las riquezas minerales, como tradicionalmente hace Occidente.

Entre el 20 y el 24 de enero, días antes de la invasión armada de Ruanda al Congo,  se celebró en Davos el Foro Económico Mundial. El presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, acudió a ese foro para firmar con los inversores un nuevo megaproyecto de infraestructuras al servicio de las potencias extranjeras: la prolongación del «Corredor de Lobito», con una nueva línea ferroviaria de 2.600 kilómetros que unirá directamente las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur con los puertos de la costa atlántica. La línea «verde» atravesaría zonas de biodiversidad protegida como el Parque Nacional de Virunga y los bosques de la cuenca del río Congo. Pero es «verde» porque así lo ha decidido el G20, o más bien su núcleo: el G7 (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón).

             “La verdadera maldición que pesa sobre el Congo

                    no es su riqueza natural, sino el sistema

                    de distribución imperante, que prioriza

                         los beneficios económicos sobre

                                 la vida de las personas

En 2023 Estados Unidos y la UE, en el marco del G7, decidieron competir contra China en la extracción de materias primas congoleñas activando el antiguo corredor colonial belga de Lobito, para extraer directamente las materias primas esenciales para los mercados verdes del momento, cobalto, cobre, coltán, litio y otros, desde los Kivus hasta el Atlántico. Los primeros barcos cargados con toneladas de estos preciosos minerales ya partieron de Lobito en Angola a finales de 2024. Ahora, Tshisekedi fue el encargado de presentar la nueva megainversión público-privada de Occidente en la RDC: el “Corredor Verde”. Una inversión combinada de 150 mil millones de euros, entre EE.UU, la UE, empresas privadas y el Banco Africano de Desarrollo, que aportará 500 millones.

Las materias primas disponibles en la RDC son tan estratégicas para la nueva revolución tecnológica verde que el Foro de Davos declara abiertamente que “la escasez de recursos encabeza la lista de los principales riesgos para los próximos 10 años”.

Por otro lado, Ruanda firmó en febrero de 2024 un acuerdo con la Unión Europea para la exportación de minerales estratégicos (que no posee en su propio suelo, sino que saquea en el este del Congo) a las potencias europeas, que cierran deliberadamente los ojos ante la ocupación y los horrendos crímenes cometidos por el régimen ruandés en el Congo desde que lo invadió por primera vez en 1996.

Desde las provincias de Kivú partirá el "Corredor de Lobito"
hasta el Atlántico, a través del puerto de Lobito en Angola.
Estratégico proyecto aprobado en el Foro de Davos.

Se podría temer que la reactivación del Corredor de Lobito, con la ampliación que las grandes empresas y las potencias occidentales (a las que sirve el régimen ruandés desde que llegó al poder en 1994) ya han comenzado a implementarse y reduce el tránsito de todo lo robado al Congo a través de los mediadores tradicionales de Kigali. Muchos de nosotros pensamos que por eso las masacres y crímenes cometidos por sus soldados estacionados en el Congo, que ahora se hacen llamar M23, se intensificaron durante el Foro de Davos, para enviar el mensaje de que no van a dejarse echar del tablero geoestratégico de los recursos congoleños tan fácilmente.

Desde hace dos años ocupan localidades fronterizas congoleñas como Bunagana, sin que el gobierno central se moleste en reaccionar y, por supuesto, la comunidad internacional haga caso omiso. Desde aquella semana del 20 al 24 de enero hasta hoy, el M23 y unos cinco mil efectivos ruandeses que lo apoyan han intensificado sus horrendos crímenes como la violación en masa de unas 170 mujeres encarceladas que luego fueron quemadas vivas, o la ejecución de niños que portaban armas robadas a soldados muertos, decapitaciones de civiles y combatientes y un largo etcétera.

            “Las masacres cometidas por el M23 en el Congo,

           se intensificaron durante el Foro de Davos, enviando

                un mensaje: no van a dejarse echar del tablero

                   geoestratégico de los recursos congoleños

                                          tan fácilmente”

Desde hace 30 años grupos rebeldes al servicio del régimen ruandés masacran y saquean el Congo provocando millones de muertos, desplazando a personas, utilizando las violaciones masivas como arma de guerra y otros crímenes contra la humanidad, perfectamente documentados por la ONU y otros organismos. Estas bandas armadas lo han hecho bajo distintas siglas: en 1996 llegaron como AFDL, en 1998 se llamaron RCD-Goma; luego se convirtieron en CNDP en 2007, y finalmente, en 2012, cambiaron a M23. Siempre bajo el mando de las Fuerzas Armadas ruandesas, pero haciéndose pasar por congoleños. Todo el mundo lo sabe. Este pequeño país y su socio en el crimen, el régimen ugandés de Yoweri Museveni, no podrían haber llegado tan lejos sin el respaldo y apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea.

           “Desde hace 30 años grupos rebeldes ruandeses

          han masacrado y saqueado el Congo, provocando

            millones de muertes y desplazando personas"

Aunque el gobierno congoleño ha actuado en estos 30 años como aliado de los agresores, o al servicio de todos ellos, como en el caso actual, el pueblo congoleño sabe muy bien quién es su agresor: Occidente, a través de sus delegados en la región, los regímenes de Ruanda y Uganda. Por eso, mientras Tshisekedi vendía su país en Davos y el M23 atacaba Goma, los manifestantes de Kinshasa quemaban las embajadas de las potencias implicadas en todo esto: Estados Unidos, Francia, Bélgica, Uganda, Ruanda y Japón. ¿Por qué Japón? Me preguntaron muchas personas, por las potencias asiáticas, Japón es el aliado de Occidente, es un miembro silencioso del G7. La quema de su embajada, ocurrida en los primeros días de la ofensiva ruandesa, fue un mensaje claro de que el pueblo congoleño sabe demasiado bien lo que le está pasando, hasta el último detalle.

En el Foro de Davos, mientras Tshisekedi vendía su país
al mejor postor, el M23 y el ejército ruandés invadía
las ciudades mineras de Goma y Bukavu.

El ejército congoleño, mal equipado y mal pagado, sufre desde hace años la infiltración en sus filas de “rebeldes” ruandeses bajo todas esas siglas mencionadas. Estos militares, al servicio de sus agresores vecinos, han asesinado a todos los altos mandos dispuestos a cumplir con su deber de luchar contra las agresiones externas, el último de los cuales fue el del general Chirimwami, el 23 de enero. Este general congoleño se encontraba en primera línea del frente supervisando las operaciones contra el M23 en la ciudad de Sake, a pocos días de la toma de Goma por parte de esta banda armada. Por lo cual en la actualidad, la RDC no puede contar con su propio ejército.

Los atacantes han ocupado los aeropuertos y las capitales de Kivu del Norte y Kivu del Sur, Goma y Bukavu respectivamente, así como otras ciudades mineras, para que la cadena de suministro no se detenga. Los muertos y los desplazados se cuentan por miles. Movimientos de autodefensa mal equipados y asistidos se enzarzan en sangrientos combates contra el M23, dotado de tecnología y entrenamiento de alto nivel.

El genocidio continúa en el Congo y por el momento no parece que los enésimos acuerdos de paz, como los de Luanda, vayan a detenerlo. Lo mismo ocurre con la enésima misión de paz, nada cambiará mientras no cambie este sistema de explotación, impuesto por occidente, que sirve a todo este infierno viviente.