Thursday, June 26, 2025

 

LA “GUERRA PREVENTIVA”: ESA FALACIA HISTÓRICA

Por: Javier Fernando Miranda Prieto 

Israel ataca a Irán ante la impunidad occidental, teniendo como excusa la "guerra preventiva" ante el peligro de la fabricación de bombas nucleares de parte del gobierno iraní.

Hace más de 2,400 años, exactamente en el 416 a. C, el Imperio Ateniense arrasó en un ataque “preventivo” la isla de Melos, ubicada en las costas del Mar Egeo. Mató a todos los hombres de la isla y vendió a mujeres y niños como esclavos. ¿Por qué hizo esto? Entre otras cosas, lo hicieron simplemente porque les interesaba y porque podían hacerlo y porque eran más fuertes.

A lo largo de la historia se ha usado la excusa de la “guerra preventiva” para ocultar los verdaderos motivos de ataques, invasiones, abusos, etc. de unos países sobre otros. Lo que no es otra cosa que falsos pretextos para atacar primero, o para atacar sin un motivo aparente o con intereses ocultos.

Pero si hay una constante a lo largo de la historia de las “guerras preventivas” es que se han hecho siempre contra pueblos y países a los que se estaba seguro de arrasar. Sospechoso, ¿no? ¿Alguien ha visto a Estados Unidos lanzar una guerra preventiva contra Rusia, China o Corea del Norte? No. Y es difícil que lo veamos, porque esos países tienen armas de destrucción masiva, lo que tal vez les libre de ser objetivo de los Estados Unidos, al menos directamente, ya que siempre queda el recurso de la guerra “por delegación”, como es el caso de Ucrania.

El resto de argumentos que solemos escuchar para justificar estas guerras sobre la democratización, la seguridad mundial, sobre extender un régimen de libertad, etc., no son más que excusas para justificar otro tipo de intereses.

             “¿Alguien ha visto a Estados Unidos lanzar

              una guerra preventiva contra Rusia, China

              o Corea del Norte? No. Porque esos países

                   tienen armas de destrucción masiva”

El de los atenienses hace 2,400 años era dominar la península del Peloponeso y el comercio del Mediterráneo. Y en la más reciente invasión de Irak de 2003, Estados Unidos usó argumentos similares cuando el único interés que le movía era el petróleo, algo que incluso reconoció el que fuera presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Alan Greenspan, en sus memorias.

Por eso, cuando ahora escuchamos al criminal Netanyahu decir que ha bombardeado Irán porque está a punto de conseguir la bomba atómica no podríamos hacer otra cosa que reírnos si esto no estuviera costando vidas inocentes. 

Las relaciones internacionales no se pueden basar en mentiras ni en la ley del más fuerte, no podemos basarnos en la ley de la selva. Siempre ha habido otros caminos: la diplomacia, la presión internacional, y por qué no, la lucha contra la pobreza y la desigualdad, que tienen que ser las herramientas para la resolución de conflictos. ¿Por qué somos tan hipócritas que justificamos guerras para extender la democracia mientras en que en Sudáfrica hubo un apartheid racista durante muchos años y nadie abogó nunca por invadirlo para acabar con el régimen segregacionista?

                 “¿Por qué fue tan necesario “democratizar”

                   Irak y no Arabia Saudita? La diferencia es

                            que unos son amigos y otros no”

Hay muchos ejemplos de este tipo de contradicciones que dejan al descubierto que no se trata de guerras de prevención sino de guerras de intereses: ¿por qué fue tan necesario “democratizar” Irak y no Arabia Saudita? ¿Acaso es más suave un régimen que otro? No, con mayúsculas, la diferencia es que unos son amigos y otros no. ¿En calidad de qué estados Unidos u otros países pueden “implantar” democracias o provocar guerras por seguridad? ¿Qué democracias quieren implantar? ¿La suya, que tiene legalizada la pena de muerte? ¿La que permite un fraude en toda la regla en las elecciones de 2000? ¿La democracia de un país que cuando le interesa impone dictaduras o financia grupos paramilitares? De la otra pseudodemocracia que es el Estado asesino de Israel mejor ni hablo, puesto que está cometiendo un genocidio en directo, a la vista de todo el mundo.

           “¿Dónde están las armas de destrucción masiva?

                        ¿Es hoy Irak un país más seguro?

                 Sin la guerra preventiva ¿Habrían muerto

                     ese millón de personas que murieron

                                  en la guerra de Irak?”

Y me podrían replicar que la diplomacia a veces falla, pero ¿acaso falla menos la guerra? ¿Dónde están, pues, las armas de destrucción masiva? ¿Es hoy Irak un país más seguro? Sin la guerra “preventiva”, ¿Habrían muerto ese millón de personas que murieron a consecuencia de la guerra de Irak? Sinceramente, creo que no.

La guerra preventiva es un peligro que nos puede llevar a la dictadura del más fuerte. Si avanzamos hacia una realidad internacional unipolar, en el que un país sea mucho más fuerte que el resto, ya nos puede dar igual que ese país sea una democracia, una dictadura, una oligarquía o una monarquía, que terminara por aplastar a los que no sean como él.

Porque las guerras preventivas son una falacia: nadie tiene el poder de predecir el futuro. Y en todo caso, si tuviéramos que elegir vidente , yo me quedo con la Casandra de Las Troyanas, que ya nos avisó, también hace más de 2000 años, que “el hombre prudente debe evitar la guerra”. Y nunca le hicimos caso.

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