ESTADOS UNIDOS vs SUDÁFRICA:
OTRA EMBOSCADA DE TRUMP
Por: Javier Fernando Miranda Prieto
El presidente norteamericano Donald Trump ha convertido el
tradicional y discreto Salón Oval de la Casa Blanca, en un vulgar ring de box,
en donde suele someter a sus invitados internacionales a una cobarde emboscada
pugilística sin más reglas y códigos de conducta que sus arbitrarios y groseros
modales. Repitiendo la bochornosa escena protagonizada por él mismo, ante la
visita del presidente ucraniano Volodímir Zeleski a principios de año, ahora el
encolerizado Trump, ha fustigado al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa con
falsas afirmaciones sobre un genocidio contra granjeros blancos afrikáneres
(sudafricanos de origen europeo).
El presidente norteamericano confrontó, el pasado miércoles
21 a Ramaphosa, con explosivas acusaciones falsas de confiscación de tierras y
matanzas indiscriminadas contra sudafricanos blancos sin más pruebas que un
vídeo y declaraciones escritas de supuestas víctimas, que no son otra cosa, que
una muestra de las teorías conspirativas que suelen propalar en redes sociales
la extrema derecha global y que tiene como su principal difusor al sudafricano
y asesor presidencial Elon Musk.
Sudáfrica, que soportó siglos de discriminación draconiana
contra la población negra durante el colonialismo y el largo régimen del
apartheid antes de convertirse en una democracia multipartidaria en 1994 bajo el
mandato de Nelson Mandela, siempre ha rechazado esas absurdas y cínicas
acusaciones. Si bien es cierto, Sudáfrica tiene una de las tasas de asesinatos
más altas del mundo, la abrumadora mayoría de las víctimas son personas negras.
Ramaphosa esperaba utilizar la reunión del miércoles para
restablecer la relación de su país con los Estados Unidos, después de que Trump
cancelara la muy necesaria ayuda a Sudáfrica, ofreciera refugio a la minoría
blanca afrikáneres, expulsara al embajador sudafricano y criticara la acusación
de genocidio a Israel por parte del gobierno sudafricano.
“Trump confrontó a Ramaphosa por falsas
acusaciones de genocidio contra sudafricanos
blancos, denuncias inventadas por Elon Musk”
Ante esta situación de tirantez diplomática, el presidente
sudafricano llego preparado para una reunión efusiva, teniendo en cuenta que
los Estados Unidos es el segundo socio comercial más importante de Sudáfrica, y
que en la actualidad el país enfrenta un arancel del 30% en virtud del paquete
de impuestos a la importación de Trump, actualmente suspendido.
Pero en una embestida cuidadosamente coreografiada desde el
Salón Oval, Trump, siguiendo el guión de Musk, atacó, pasando rápidamente a una
interminable lista de preocupaciones sobre el tratamiento a los sudafricanos
blancos, reproduciendo vídeos de antiguas manifestaciones y hojeando una pila
de artículos de noticias impresos que, según él, probaban sus acusaciones.
Ramaphosa, sentado en una silla junto a Trump y manteniendo
la compostura refutó sus afirmaciones. “Si hubiera habido un genocidio de
agricultores blancos de origen europeo, puedo apostar que estos tres caballeros
no estarían aquí”, dijo el presidente sudafricano refiriéndose a los golfistas
sudafricanos que lo acompañaron en el viaje, y al multimillonario Johann
Rupert, todos blancos, que estaban presente en la sala. Esto no satisfizo a
Trump.
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El magnate sudafricano Elon Musk, líder de la camarilla de amigos racistas de Trump, es el autor de las falsas acusaciones de "genocidio" fabricadas contra el gobierno sudafricano. |
Luego de las bravatas propaladas por Trump, y con el presidente
sudafricano mirando atónito, el norteamericano empezó a repasar las hojas, que muy
solícitamente le alcanzó Musk, y que aparentemente mostraba testimonios de las victimas
blancas de la violencia en Sudáfrica, repitiendo: “Muerte, muerte, muerte”.
En al menos una de las escenas del vídeo mostrado se oía el
grito de guerra: “Mata al bóer”, que funcionarios norteamericanos y activistas
afrikáneres citaron como prueba de que se perseguía a los sudafricanos blancos.
Bóers es una palabra usada en la Sudáfrica del siglo XIX, que significa agricultor
en neerlandés y afrikáans.
El partido gobernante de Sudáfrica, el Congreso Nacional
Africano, se distanció hace años de esa frase, popularizada por otros líderes
de la oposición de extrema-izquierda. Ramaphosa dijo que los documentos y
videos no mostraban el panorama real y completo de su país.
“En Sudáfrica tenemos una democracia multipartidista que
permite a la gente expresarse”, contesto Ramphose a Trump. “La política de
nuestro gobierno es totalmente contraria a lo que se dice en el vídeo”. “Nelson
Mandela nos enseñó que, cuando hay problemas, la gente debe sentarse a la mesa
y hablar de ello”, sentenció el presidente sudafricano.
Luego de estas escenas bochornosas protagonizadas por las más altas autoridades del gobierno norteamericano, varias fuentes informativas independientes como la agencia de noticias Reuters y el portal de Inter Press Service IPS, confirmaron que la gran mayoría de las imágenes acopiadas y propaladas por orden del siniestro Musk, no correspondían a las fechas indicadas ni habrían ocurrido en Sudáfrica. Añadiendo más vergüenza a la desfachatez.
“Trump ante los crímenes cometidos en Arabia Saudita
o los EAU, no emite ninguna palabra de reproche
y menos de condena”
El encuentro en el Salón Oval ejemplificó en muchos sentidos
la preocupación selectiva que viene adoptando Trump respecto al respeto y
vigencia de los derechos humanos en otros países.
Aunque hoy enrostra a
Ramaphosa acusaciones falsas de maltrato a la minoría blanca en la Sudáfrica democrática,
hace apenas una semana, Trump viajó a tres países del Medio Oriente (Arabia
Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos) gobernados por comprobados regímenes represivos
y les dijo que no les daría lecciones sobre cómo tratar a su población.
En ese mismo viaje visitó alegremente a monarquías petroleras
árabes que están consideradas por organismos internacionales como “naciones que
sistemáticamente violan los más elementales derechos humanos de su población”, y
además, elogió al príncipe heredero saudí quien, según la CIA, ordenó el
asesinato y descuartizamiento de un conocido periodista durante su primer
mandato. Trump en esa ocasión no ofreció ninguna palabra de reproche y menos de
condena.
“Según Trump y su camarilla de amigos racistas,
existe la creencia que el mundo se ha alineado
contra las personas blancas, y que las minorías han
recibido un trato especial”
Existe en Sudáfrica una nueva Ley de Reforma Agraria,
destinada a reparar las injusticias del apartheid, permitiendo expropiaciones
sin compensación cuando sea de interés público, pero no se ha llevado a cabo
ninguna expropiación de este tipo, y cualquier orden judicial puede ser
impugnada.
Por otra parte, en el plano de la seguridad, la policía
sudafricana registró 26,233 asesinatos en todo el país en el 2024, de estos crímenes
solo 44 estuvieron relacionados con comunidades agrícolas y ocho de ellos eran
agricultores.
Ha habido asesinatos de sudafricanos blancos, pero las estadísticas
policiales no muestran que sean más vulnerables a los delitos violentos perpetrados
contra otras personas. A los sudafricanos blancos le va mucho mejor que a los
sudafricanos negros en prácticamente todos los indicadores económicos.
Esta miserable emboscada perpetrada otra vez por Trump y su
camarilla de amigos racistas y xenófobos, fue una cruda demostración de la
creencia alucinada que el mundo se ha alineado contra las personas blancas, y que
las personas negras y otras minorías han recibido un trato preferencial. En el
caso de Sudáfrica, esta creencia se ha magnificado hasta el punto de
convertirse en una afirmación de genocidio.
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