viernes, 20 de diciembre de 2013

UNA AGONÍA SILENCIOSA  EN EL CORAZÓN DE ÁFRICA

Por: Javier  Fernando  Miranda  Prieto

La República Centroafricana es un país que debido a su nombre, no resulta difícil ubicarlo en el mapa, sin embargo
se conoce poco de la inseguridad permanente y el miedo generalizado, en que vive el pueblo centroafricano.
 
Doscientos treinta mil desplazados, setenta dos mil refugiados en los países vecinos, más de 600 muertos en las dos últimas semanas, esa es la fotografía de la violencia que se vive actualmente en la casi desconocida República Centroafricana -RCA-. Desde el golpe de Estado, del 24 de marzo pasado, la RCA se hunde en el caos y en una agonía silenciosa. Las señales de alarma fueron lanzadas por la ONU en setiembre y finalmente, parece que han despertado de su letargo a la comunidad internacional. Pero ¿Serán suficientes las resoluciones de la ONU y los 1,200 soldados que ha enviado Francia a su antigua colonia? 

Recordemos que en el mes de setiembre en plena Asamblea General de las Naciones Unidas, se mencionó repetidamente el nombre de un país africano, que apenas se conocía: la República Centroafricana. Los que más lo evocaron fueron la delegación francesa, el mismísimo canciller galo Laurent Fabius declaró: “No queremos dejar que una situación, ya muy grave, degenere dentro de un Estado, que de Estado no tiene más que el nombre, y que por contagio, supone una situación extremadamente difícil en el conjunto de la región”. Como es posible que el jefe de la diplomacia francesa, se exprese de esa manera de la precariedad institucional y política de la RCA, de su ex colonia, cuando son los franceses los únicos responsables de la fragilidad del Estado centroafricano y de la brutal violencia sectaria desatada en esa Nación desde hace nueve meses.

Los rebeldes de Seleka tomarón el poder el pasado 24 de marzo en la RCA
desde entonces se han sucedido las más brutales violaciones contra los
derechos humanos de la població civil.
Desde el año 1,960, cuando Francia concede la independencia a la RCA, los franceses nunca se retiraron por completo del territorio y continuaron dominando y manejando la situación política del país, con el único fin de preservar sus intereses económicos, a través de los diversos caudillos o presidentes de turno que se alternaban en el poder. Las ingentes reservas de oro, diamantes, recursos forestales y principalmente uranio, fueron el principal motivo de la presencia y permanencia de Francia, hasta el día de hoy, en su antigua colonia. Y decimos principalmente uranio, porque este metal radioactivo es vital para la economía francesa, ya que el 80% de la energía que usan los franceses provienen de sus centrales nucleares y es de sus ex colonias como: Níger, Mali y la RCA de donde extrae este vital mineral.

Es por ello que, por décadas Francia directamente o a través de sus aliados en la región, manejó la política y el Estado centroafricano, sin importarle la voluntad del pueblo centroafricano, ni la violencia que generó las dictaduras que protegía. Primero fue David Dakco el primer presidente de la RCA, que por su puesto, fue impuesto por Francia hasta que su sobrino le dio un golpe de Estado en 1,966; Jaen Bédel Bokassa inauguró en ese país un régimen represivo y sanguinario, que devino en un gobierno caricaturesco, al convertir la República Centroafricana en el Imperio Centroafricano, un demencial proyecto político, que a pesar de la represión y la corrupción que trató de perpetuar, siguió manteniendo el apoyo incondicional de Francia, hasta que su propio ejército destituyó al emperador Bokassa I en 1,979.

“Los franceses son los únicos responsables de         la brutal violencia sectaria desatada en la
                República Centroafricana"           

Restaurada la República siguió una larga década de inestabilidad política, hasta que en 1,992 Felix Patasse llega a la presidencia con el apoyo militar del sátrapa zaireño Mobutu Sese Seko, un antiguo peón de Francia en la región. Pero Zaire, la actual República Democrática del Congo, no era la única pieza francesa usada para defender sus intereses estratégicos y geopolíticos en el África; la República de Chad y su casi vitalicio presidente Idriss Deby jugó un papel importante en el año 2,003 ante el caos en que vivía la RCA por esa época. Deby apoya el golpe de Estado promovido por el general Francois Bozizé, contra el debilitado gobierno de Patasse.

Milicias de Seleka ingresan a la ciudad de Bangui capital de la RCA, donde
realizan acciones hostiles contra la población cristiana.
A fines del año pasado, la RCA era un violento campo de batalla, el movimiento guerrillero Seleka -que significa Alianza en la lengua sango y que es una coalición de varios grupos armados liderada por Michel Djotodia- le había declarado la guerra al presidente Bozizé. La debilidad del gobierno, su incapacidad en el manejo militar y el temor que los rebeldes de Seleka tomen la ciudad de Bangui, capital del país, Francia y el presidente chadiano le bajan el dedo a Bozizé y el 24 de marzo pasado Seleka lo desaloja del poder. Desde entonces, se han sucedido y exacerbado las más brutales violaciones de derechos humanos en contra de la población civil.

Tras proclamarse presidente, el general Michel Djotodia líder de Seleka, se presenta como la carta que le dará la seguridad a las fronteras de su vecina Chad y la protección a los intereses franceses en la RCA, es decir aparentemente, todo volvería a la normalidad. Pero no se tenía en cuenta, que Djotodia desataría una nueva caza de brujas contra todos los opositores y éstos, lejos de entregar las armas, plantan cara a las nuevas autoridades. Adicionalmente, el nuevo gobierno militar no goza del apoyo incondicional de todas las fracciones de Seleka –algunos se han incorporado al ejército regular del nuevo gobierno, pero otros han preferido seguir al margen- y en algunas partes del país, sus comandantes imponen su propia ley.  Y por si fuera poco, el grupo más radical de Seleka, antagonista del actual gobierno, vinculado a las confesiones musulmanas, han empezado a cobrar venganza contra la mayoritaria población cristiana. Estos fanáticos musulmanes con machete en malo asolan y matan a los moradores de las ciudades rurales que se encuentran en su camino.

Por otra parte, la otrora pacifica población cristiana, se han organizado mediante brigadas armadas llamadas “anti-balakas” (anti-machetes) con el fin de cobrar venganza, por las matanzas perpetradas por los islamistas radicales contra la comunidad cristiana. Un enfrentamiento insólito e inédito en la historia reciente de la RCA, en donde por décadas existió una convivencia pacífica y solidaria entre ambas comunidades religiosas.


   “Las reservas de oro, diamantes y  uranio, 
      son el motivo de la presencia de Francia 
                     en su antigua colonia”

El actual presidente y ex guerrillero Michel Djotodia, apoyado por el ejército
de Chad y defensor de los intereses de Francia.
Como vemos, esta violencia religiosa sería el primer caso registrado en la historia de la RCA, en donde una mayoría cristiana (80% de su población) está gobernada por rebeldes musulmanes. Por otro lado muchos observadores, ya están situando a este país al borde de la somalización. Es decir, al haber desaparecido el poder estatal, existiría el riesgo de que el territorio centroafricano, se convierta en refugio para los señores de la guerra o para los grupos integristas islámicos ubicados en otras regiones del África, convirtiéndose en un santuario para terroristas.  Y si esto ocurre, la RCA se convertiría en un gravísimo problema para todo el continente.

Pareciera que tanto Francia, como el presidente Deby de Chad, jugaron con fuego al apoyar incondicionalmente a la guerrilla de Seleka para que llegue al poder y estabilice el país, y ahora podrían estar quemándose.

Por otro lado, la RCA es un país que debido a su nombre no resulta difícil ubicarlo en el mapa. Sin embargo, apenas se sabe nada de las condiciones de vida de su población. Según el Índice de Desarrollo Humano de este año, la República Centroafricana ocupa el puesto 180 de 187 países estudiados, tiene una esperanza de vida de menos de 50 años y el 62% de sus cuatro millones y medio de habitantes vive por debajo del índice de la pobreza. La realidad es dura, a pesar de ser, como ya se ha indicado, un país rico en minerales muy preciados. Sobre esta contradicción, ya sabemos las causas y los responsables de esta injusta situación.

La actual violencia política y religiosa que sufre la República Centroafricana, según Médicos Sin Fronteras -MSF- ha desplazado desde diciembre del 2012, cuando se radicalizan las acciones armadas de Seleka, hasta setiembre del 2,013, cuando ya estaba en el poder, a unas 230,000 personas y ha obligado huir del país a más de 72,000 sobre todo mujeres y menores, quienes buscan refugio en las naciones vecinas como: República Democrática del Congo, Chad y Camerún, lugares donde sobrevivir también es un lujo.

  “Tanto Francia como el Chad, jugaron con             fuego al apoyar a la guerrilla de Seleka 
         en llegar al poder en la RCA, ahora
                podrían estar quemándose”

Son más de 1,200 soldados franceses los destacados en la RCA, la solución
militar como unica política disuasiva de Francia en el África.
En la República Centroafricana se vive una situación de inseguridad permanente y de miedo generalizado, nueve meses después de que Seleka llegó al poder, la violencia se ha agudizado. Esta espiral de violencia tiene dos actores principales: por un lado las milicias de auto defensa, los anti-balakas, los cuales se defienden y cobrar venganza a los ex-rebeldes y a los musulmanes; del otro lado, la represión ciega y desproporcionada de los rebeldes de Seleka. Según reportes de Médicos Sin Frontera -MSF-, la única organización humanitaria que se ha quedado en la República Centroafricana, los fanáticos musulmanes de Seleka han atacado a civiles alrededor de todo el país, ejecutando, torturando y arrasando comunidades, violando mujeres y reclutando a menores de edad para sus tropas, pero nadie rinde cuenta por ello. El clima de impunidad es total.

Ante esta grave situación en el corazón de África, según Francia la solución es mandar más tropas, la salida militar como única solución a los problemas que ellos mismo generaron en su antigua colonia. Francia luego de más de cincuenta años entrometiéndose en la política centroafricana, ahora propone como única solución al problema centroafricano: aumentar el contingente de sus soldados, pero acompañados de otros 1,200 efectivos de la Misión Militar de los Países del Centro de África.

230,000 desplazados y 72,000 refugiados en los paises vecinos, es el saldo
que esta dejando el último año de violencia vivida en la RCA.
Pero no debemos extrañarnos del accionar de Francia en la escena africana: ¿Qué hizo Francia en pleno genocidio en Ruanda? ¿No colaboró con la huida de hutus hacia el Congo? ¿Cuál fue la intención de Francia al intervenir militarmente en Costa de Marfil y destituir al presidente que no respondía a sus intereses? Francia, como ya ocurrió en la República Democrática del Congo, Mali, Costa de Marfil y ahora en la República Centroafricana, ya tomó la decisión de ejercer su papel de potencia colonial en el continente africano, para ello utiliza, otra vez, el paraguas de la ONU.

Ahora, Francia tiene el camino allanado para solucionar los problemas en la República Centroafricana a su manera, con la acción militar; pero de la inseguridad alimentaria, la desnutrición, las carencias sanitarias, la falta de educación, el expolio de los recursos naturales, es decir, de los impostergables problemas de los centroafricanos no se habla nada. Por supuesto que la ayuda humanitaria e internacional debe de intervenir en la RCA, pero no al dictado de Francia, no enviando a más soldados, antes de utilizar la diplomacia en el terreno. No después de desoír todo tipo de denuncias respecto a lo que estaba ocurriendo. Y no como se ha hecho en Mali y Costa de Marfil. Estamos asistiendo a la neocolonización amparada por la ONU, que con sus famosas resoluciones no conoce otra forma de intervenir.

Mientras tanto, muchos actores, pocas soluciones efectivas y una grave situación de violencia indiscriminada. Medicos Sin Fronteras ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que tome medidas eficaces para restablecer la ayuda humanitaria y poner fin a esta devastadora crisis. Mientras ese llamado se atiende, una herida de más de cincuenta años continua abierta, prolongando una agonía silenciosa en el corazón de África. 
 




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