¿RUANDA ES
EL ISRAEL AFRICANO?
Por: Javier Fernando Miranda Prieto
La ciudad congoleña de
Goma ha caído en manos del grupo rebelde M23, respaldado por la vecina Ruanda.
Mientras el Gobierno congoleño habla de una “declaración de guerra”, Occidente
apenas reacciona. ¿Habrá alguna acción para detener la anexión? ¿Occidente reaccionará
como cuando Rusia invadió Ucrania o cuando Hamas inició su operación militar
contra Israel?
El 27 de enero de
2025, el grupo rebelde M23, apoyado por Ruanda, tomó la ciudad de Goma, en el
este de la República Democrática del Congo. Goma tiene 1,5 millones de
habitantes y está rodeada de cientos de miles de desplazados. Es un nuevo
episodio en una guerra olvidada que, desde 1996, ha causado la muerte de seis millones de personas. Estamos hablando del conflicto más sangriento de las
últimas décadas.
El Movimiento 23 de Marzo M23 es un ejército rebelde
que afirma defender los derechos de la comunidad tutsi congoleña, que a menudo
se siente marginada y amenazada en la región. Las tensiones étnicas en la
región tienen raíces profundas que se remontan al genocidio de Ruanda en 1994.
Después del genocidio milicias hutus (responsables del genocidio) cruzaron la
frontera hacia el Congo, lo que provocó conflictos continuos entre tutsis y
hutus en la zona.
“Las tensiones étnicas tienen raíces profundas
que se remontan al genocidio de Ruanda de 1994”
Pero son sobre todo los motivos económicos los que desempeñan un papel importante en la motivación del M23. El este del Congo es muy rico en recursos como oro, estaño y coltán. El ejército rebelde utiliza estas riquezas como fuente de ingresos al controlar minas, gravar el comercio y exportar minerales ilegalmente a países vecinos como Ruanda. Esto le genera ingresos mensuales significativos.
La ciudad de Goma, capital de la provincia congoleña de Kivú Norte, está estratégicamente ubicada en una zona minera rica en yacimientos de oro, cobalto, coltan y estaño. |
El papel de Ruanda no debe subestimarse. El M23
tiene estrechos vínculos con el Gobierno ruandés, que, según informes de la
ONU, apoya al grupo para mantener su influencia y acceder a los valiosos
recursos del Congo. Ruanda utiliza este movimiento como una herramienta para
obtener control estratégico sobre la región. Según la ONU, Ruanda ha enviado miles de tropas al
otro lado de la frontera, incluidas baterías antiaéreas, francotiradores,
vehículos blindados y fuerzas especiales.
La capacidad del M23 para operar tan fácilmente está
relacionada con la debilidad del Gobierno congoleño. El este del país ha estado
marcado durante años por una mala gobernanza, corrupción y una presencia
limitada del Gobierno central. En este vacío, el M23 puede prosperar.
La toma de esta estratégica ciudad por parte del M23
ha provocado un pánico masivo entre los habitantes. Goma es un centro médico
para la región. Como resultado de las hostilidades, la atención médica casi ha
colapsado, lo que amenaza con provocar una catástrofe humanitaria.
Además crece la preocupación por una posible guerra
regional. El presidente congoleño considera la toma de Goma como una “declaración
de guerra”. Y no es una exageración. El grupo rebelde forma parte de la Congo River Alliance, una coalición de grupos rebeldes y partidos políticos
liderada por Corneille Nangaa. Esta alianza busca derrocar al Gobierno
congoleño. La caída de Goma podría ser, al igual que la caída de Alepo en
Siria, el comienzo de la toma del poder en todo el país.
“Occidente no quiere poner en peligro la importación
de minerales estratégicos y, por lo tanto, no quiere
incomodar al presidente de Ruanda”
Sea como fuere, en una sesión de emergencia del
Consejo de Seguridad de la ONU el último domingo 26 de enero el secretario
general António Guterres hizo un llamado a la retirada inmediata de los
rebeldes y destacó la necesidad de la cooperación internacional para desescalar
el conflicto.
Un informe reciente de
la ONU afirma que Ruanda busca ocupar a largo plazo el área alrededor de Goma,
un eufemismo para “anexión”. A la luz de este informe, las alarmas deberían
estar sonando en las capitales occidentales. Sin embargo no es el caso. Hay
condenas, pero no se han tomado ni anunciado sanciones.
Sin embargo eso es lo que debería hacerse. Occidente
podría fácilmente presionar a Ruanda y al M23. El Gobierno ruandés depende en
gran medida de la ayuda externa. Al menos un tercio de su presupuesto público
proviene de la cooperación internacional y el país depende de una buena reputación
para atraer turistas e inversores.
Retrato de familia. Los Estados Unidos siempre han tenido una relación privilegiada con el gobierno dictatorial de Paul Kagame de Ruanda. |
En 2012 el M23 ya ocupó Goma, pero tras la presión
occidental los rebeldes se retiraron después de diez días. Es muy cuestionable
si esto volverá a suceder ahora, dados los grandes intereses en juego.
En primer lugar está el factor contan,
una materia prima esencial para smartphones, laptops, la industria aeroespacial
y los sistemas GPS. Entre el 60 y 80 por ciento de las reservas de
coltán se encuentran en el este del Congo. En 2023 Ruanda exportó 2,070 toneladas de
coltán, lo que lo convirtió en el mayor exportador a nivel mundial. Los
principales compradores incluyen a China, Estados Unidos y varios países
europeos. China tiene una ventaja tecnológica en el refinamiento del coltán y
ha acumulado grandes reservas.
“Para los EE.UU Ruanda
actúa como un contrapeso
a la creciente presencia de China y Rusia en África”
Occidente no quiere poner en peligro la importación de este mineral indispensable y, por lo tanto, no quiere incomodar demasiado al presidente Kagame de Ruanda. Por otro lado, para Europa hay otro motivo adicional, ya que Kagame también es útil para sus intereses en el continente africano. Por ejemplo, la Unión Europea otorgó 40 millones de euros al ejército ruandés para una misión en Mozambique. Francia insiste en que las tropas ruandesas permanezcan en el norte de Mozambique para proteger las instalaciones de gas offshore de Total-Energies contra los rebeldes islamistas.
Además la UE y sus estados miembros invierten más de
900 millones de dólares en Ruanda a través del programa Global Gateway. Bajo el anterior Gobierno conservador,
el Reino Unido quería enviar solicitantes de asilo a Ruanda para desalentar la
migración ilegal.
Sin olvidar, que para los Estados Unidos Ruanda
actúa como un contrapeso a la creciente influencia de China y Rusia en África,
especialmente porque el país parece preferir la cooperación con los países
occidentales. En una época en la que China y Rusia están ampliando su
influencia en África, Washington utiliza la asociación con Kigali para reforzar
la presencia de los Estados Unidos en la región.
En cierto modo Ruanda actúa en África como un Israel
africano. Por esta razón es poco probable que Occidente ejerza presión
significativa sobre Ruanda y el M23 como lo hizo en 2012.
Como señalaba Jason
Stearns, el principal columnista del Financial
Times, este lunes: “Los intereses nacionales, la migración y las
inversiones comerciales pesan más que las cuestiones humanitarias. (…) No es de
extrañar que Rusia sea cada vez más popular entre los congoleños”.
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