AFRICOM:
LA BOTA MILITAR SOBRE EL CUELLO DE
ÁFRICA
Desde el inicio del proceso de independencia vivido en los
países africanos, las ex-metrópolis europeas han seguido manteniendo el control
sobre este continente por diversos medios. Más aún, en las últimas décadas, la presencia
extranjera en esas tierras también ha provenido de otras potencias
extra-continentales como, China, Rusia y los Estados Unidos.
Los norteamericanos siempre quisieron posar sus garras sobre
el territorio africano, pero nunca se los han considerado como colonizadores.
Los Estados Unidos han estado encantados con esta percepción como una nación
democrática, benevolente y amante de la justicia, porque siempre fue útil para
su imagen global. Sin embargo, cobijados en la oscuridad, Washington ha desempeñado
un papel de liderazgo en el mantenimiento de un control férreo de occidente
sobre África.
Un instrumento utilizado para este fin, fue la creación en
2007 del AFRICOM, el Comando Militar de los Estados Unidos en África, un
organismo armado unificado creado por el Departamento de Defensa norteamericano
para las operaciones militares y de inteligencia en suelo africano. Algunos
observadores señalan que, solo en el 2020, se desplegaron las Fuerzas
Especiales del Africom en 22 países africanos, y en los últimos años, estas
tropas participaron en combate activos en por lo menos 13 países.
“El Africom busca la estabilidad de zonas estratégicas
como el Delta del rio Níger, al sur de Nigeria y
zona del Golfo de Guinea”
Además del combate directo, las fuerzas militares
norteamericanas realizan operaciones de entrenamiento conjunto con los
ejércitos de la mayoría de las naciones del continente africano. Estas
operaciones están cuidadosamente diseñadas para servir a los intereses
estadounidenses. Si al mismo tiempo logran servir a los intereses de los países
africanos anfitriones, es pura coincidencia.
A pesar de estas evidentes acciones militares, las
declaraciones públicas difundidas por los comandantes del Africom sobre sus
funciones están diseñadas para ofrecer un perfil diferente, presentándolos como
un cuerpo de paz armado, que cumple tareas comunitarias como: cavar pozos,
distribuir medicinas o construir hospitales, al mismo tiempo que protege las
aldeas africanas de los terroristas internacionales. La realidad es totalmente
distinta: la tarea principal del Africom es proteger y promover las operaciones
de las corporaciones y empresas transnacionales occidentales, especialmente
empresas extractivas que se dedican a la explotación de: coltan, uranio,
petróleo, gas y recursos forestales.
El área de responsabilidad del Africom abarca todo el
continente africano, aunque su presencia física y operativa varía según la región
del continente y la operación a ejecutar. Este comando militar tiene oficiales
de enlace en países clave, por ejemplo, a través de ejercicios militares
conjuntos en la conocida operación: “African Lion” ejecutada en países como: Marruecos,
Ghana, Senegal y Túnez; así como misiones de seguridad y entrenamiento
orientadas para operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en
Yibuti, Somalia y Libia.
“La presencia del
Africom forma parte de una
estrategia geopolítica de los EE.UU para África,
priorizando sus intereses económicos, comerciales
y de hegemonía global”
Como se sabe, el continente africano es rico en una variedad
de minerales vitales, recursos energéticos y tierras raras. Esto lo convierte
en un punto de interés estratégico en la actual competencia geopolítica global
por el acceso a estos productos. Es por ello, que la presencia militar de los
Estados Unidos en África, representada por el Africom, está condicionada
directamente por el deseo de asegurarse el acceso directo a estos recursos
naturales y el control de sus rutas de extracción, más que por la seguridad de
la región.
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| Bases militares occidentales desplazadas en África con apoyo y logística de los Estados Unidos. |
Hay que anotar, que cuando se trata del trabajo militar en
África, los Estados Unidos solo se han sentido eclipsados por Francia. El
gobierno galo siempre ha mantenido una presencia militar activa y agresiva en sus
ex-colonias africanas, desde el inicio del proceso de descolonización, lo cual
ha cambiado en los últimos tres años, a partir de la llegada al poder de
gobiernos panafricanistas en varios países del sahel (Mali, Níger y Burkina
Faso). A pesar de ello, Washington siempre fue un entusiasta adepto a las políticas
intervencionistas armadas de Francia en África. Lo cual generó una estrecha asistencia miliar y logística del Africom en misiones y operaciones militares de otras potencias occidentales en territorio africano. Como se detalla en el mapa adjunto.
El Africom nunca oculto su afinidad a los planes militaristas
galos. Su Comandante dijo hace un mes: “Francia es el aliado más antiguos de
los estados Unidos y un líder en la lucha anti-terrorista en África.
Compartimos amenazas comunes, preocupaciones mutuas y el compromiso de luchar
contra organizaciones extremistas violentas”. La traducción de este comentario
alude a que Estados Unidos se asocia a Francia para proteger los intereses corporativos
occidentales y no tiene ningún reparo en tildar a cualquiera que se interponga
en su camino como “terrorista”. A veces esta complicidad a tenido consecuencias
fatales.
“Los norteamericanos siempre quisieron
posar sus garras sobre el territorio africano,
pero nunca se los han considerado
como colonizadores”
En el 2022, cuatro soldados estadounidenses fueron asesinados
en Níger. El Pentágono no explico claramente el motivo de su presencia en el
país, pero es probable que su misión estuviera relacionada con el hecho de que
durante décadas la empresa francesa Areva ha extraído uranio en Níger para
consumo francés, estableciendo amplias operaciones militares en la nigerina
ciudad de Arlit. En el 2029, Francia comenzó a temer ataques a estas
instalaciones y desplegó, conjuntamente con soldados del Africom, efectivos
militares para protegerla.
Libia en el 2011, también fue escenario de la intromisión
militar conjunta de franceses y norteamericanos, acción armada auspiciada por
la OTAN, que sumió al país magrebí en un caos total y violento, que subsiste
hasta el día de hoy. El objetivo era frustrar los esfuerzos del fallecido líder
libio Muamar Gadafi de establecer una moneda común panafricana (que devaluaría
el franco francés) y hacerse con el control de los campos petroleros de este
inmenso país norafricano.
La presencia del Africom forma parte de una estudiada estrategia
geopolítica de los Estados Unidos para el continente africano, que prioriza sus
intereses económicos, comerciales y de hegemonía global. Es evidente el interés
y la dependencia de los norteamericanos por los recursos naturales africanos, fundamentalmente
los energéticos, vitales para garantizar la seguridad estratégica de los
Estados Unidos. A medida que la demanda mundial de fuentes energéticas aumenta
y crece la inestabilidad de Oriente Próximo, se manifiesta la dependencia
norteamericana hacia la capacidad africana de producir petróleo.
“África es rico en una variedad de minerales,
recursos energéticos y tierras raras.
Esto lo convierte en un punto de interés
estratégico en la actual competencia
geopolítica global”
Por lo tanto, el Africom se plantea como un elemento que
busca la estabilidad de zonas estratégicas como: el Delta del rio Níger, al sur
del territorio nigeriano (Nigeria es el principal exportador africano de petróleo
a Estados Unidos) y la zona del Golfo de
Guinea.
Por otro lado, la acelerada expansión de la influencia china
en África, también se plantea como un desafío para Estados Unidos. China es el
segundo mayor consumidor de energía en el mundo y ahora está buscando nuevos mercados
que explorar y explotar. La creciente presencia de China en África,
estableciendo alianzas estratégicas, sin importarle las políticas internas de los
países, lo convierte en un difícil competidor para los intereses energéticos de
los norteamericanos en el continente africano.
Como vemos, los intereses geopolíticos y económicos de
occidente y en particular de los Estados Unidos en África, perjudican la
independencia y el desarrollo autónomo de estos países. Ante esta realidad, son
los africanos, los únicos que podrán desprenderse de este lastre colonialista, disfrazado
ahora de asistencia militar, lo cual será muy difícil, en la medida que la bota
militar norteamericana siga presionando el cuello de África.


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